El dibujo de un desnudo a carboncillo, conocido como la ‘Monna Vanna’, ha sido atribuido al artista italiano Leonardo Da Vinci. Así lo han confirmado este jueves más de 10 expertos del museo del Louvre de París que han examinado cuidadosamente el dibujo en las últimas semanas, recurriendo a escáneres y otros métodos científicos.
El dibujo, que guarda un sorprendente parecido con la ‘Mona Lisa’, actualmente se exhibe en el Louvre, aunque había permanecido desde 1862 en la amplia colección de arte renacentista del Museo Condé, en el palacio de Chantilly, al norte de la capital francesa.
Las investigaciones de estos conservadores del museo han concluido que “el dibujo es al menos en parte” obra de Da Vinci. Además, se han centrado en averiguar si el carboncillo se pintó antes o después de la ‘Mona Lisa’, que fue realizado después de 1503.
“El dibujo es de calidad por la forma en que se han efectuado el rostro y las manos, que es verdaderamente notable. No es una copia insulsa”, explicó el conservador Mathieu Deldicque, que añadió que esta obra fue realizada “en paralelo a la ‘Mona Lisa’, al final de la vida de Leonardo”. Refiriéndose a la técnica, comentó: “Es casi seguro que se trata de un trabajo preparatorio para una pintura al óleo”.
Es decir, que este dibujo pudo ser utilizado por el artista como boceto de su obra maestra. De hecho, unos pequeños agujeros que hay en torno al cuerpo revelan que podría haber sido utilizado para dibujar esa silueta de la Mona Lisa en el lienzo, como han explicado los expertos.
Según los conservadores, ambas pinturas son casi idénticas, incluso son del mismo tamaño. Sin embargo, el experto en restauración del Louvre Bruno Motti advirtió: “Debemos ser prudentes”. Por ejemplo, porque el trazo de la parte de arriba del dibujo, cerca de la cabeza, “fue realizado por una persona diestra”, por lo que no pudo ser efectuado por Da Vinci, que era zurdo.
“Es un trabajo que tomará tiempo”, comentó Motti, añadiendo que se trata de “un dibujo sobre el que es muy difícil trabajar, porque es especialmente frágil”. Sin embargo, ha declarado que “esperaban esclarecer la identidad del artista en un plazo de dos años”, a tiempo para una exposición en Chantilly con motivo del 500 aniversario de la muerte de Leonardo da Vinci.
En un principio, el dibujo del desnudo había sido atribuido al maestro toscano cuando fue comprado por el Duc d’Aumale en 1862 por 7.000 francos, una suma importante en aquel entonces. Pero, años después, los especialistas dudaron sobre su autenticidad y dedujeron que el dibujo podría haber estado ejecutado por algún miembro del estudio del artista. Hasta que ahora está ya casi clara su autoría.