Eagles: Satanás se aloja en el Hotel California

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El Hotel  California existe. Se encuentra en un pueblo mexicano llamado Todos Santos, situado en la península de Baja California. Se desconoce si los Eagles se alojaron en algún momento en este hotel, así que la única relación que mantiene con la canción es el título. También se conocía como Hotel California al Hospital Estatal de Camarillo, un psiquiátrico situado entre Los Ángeles y Santa Bárbara que fue cerrado el 1997. Otra interpretación dice que el Hotel California es una clínica de rehabilitación para drogadictos.

Hay versiones para todos los gustos, desde luego, pero ninguna como la que dice  que el Hotel California es una invitación al satanismo y que tanto la cubierta del álbum como la letra de la canción esconden varias referencias al diablo y a sus seguidores. ¿Y qué tiene de demoníaco el álbum más exitosos de los Eagles? Para empezar, el título podía estar inspirado en la dirección donde se encontraba ubicada la Iglesia de Satán; la avenida de California, en San Francisco. También se comentó que el edificio de la portada era el lugar de reunión de los satánicos, aunque en la realidad la fachada era la del Hotel Beverly Hills, situado en el 9641 de la Sunset Boulevard.

La fotografía del interior del álbum tampoco se queda atrás a la hora de ofrecer pistas satánicas. El vestíbulo de otro hotel, el Lido de Hollywood, parece una página de ¿Dónde está Wally?, pero en lugar de buscar al personaje del saco a rayas, el juego diabólico consiste en encontrar figuras tan dispares como un murciélago o un hombre completamente calvo y con una perilla afilada que sería el mismísimo Anton LaVey, el fundador de la Iglesia de Satán, también conocido como el “Papa Negro”.

Pero el quid de este misterio está escondido en la letra del tema que da título al álbum. En esta canción, el protagonista llega al misterioso Hotel California. Un lugar que “podría ser el Cielo o podría ser el infierno”. Allí es recibido por una mujer que podría ser una sacerdotisa dispuesta a iniciar al nuevo adepto en la Iglesia de Satán. No es el primero en llegar allí, ya que escucha unas voces en el pasillo que le dan la bienvenida; este grupo son los fieles que forman la congregación. Más adelante, las voces le despiertan por la noche para tentarle.

El protagonista pide un vino a un capitán, a lo que éste responde: “No hemos tenido ese licor desde 1969” ¿Por qué no tienen esta bebida? ¿Será porque el vino representa la sangre de Cristo? Además, 1969 fue el año en que Anton LaVey publicó la Biblia Satánica. Entonces, ¿quién es este capitán? ¿Anton LaVey? ¿El Diablo?

A continuación, el protagonista contempla el ritual de un sacrificio con “cuchillos acerados”, aunque “no se puede matar a la bestia”. Ante esta situación, se apresura y echa a correr hasta la puerta para intentar escapar de ese maldito lugar. Sin embargo “El hombre de la noche” enuncia unas cripticas palabras: “Puedes inscribirte cuando quieras, pero nunca podrás marcharte”. Al final, el protagonista no tiene escapatoria y acaba atrapado en los brazos del Maligno.

Pero aquí no acaba la cosa. La canción también tiene un mensaje oculto que solo puede escucharse reproduciendo el disco al revés. La frase This could be Heaven or this could be Hell invertida parece decir: Yeah, Satán. How he organized his owb religión / Yeah, well he knows he should, How nice! (Si, Satán. Cómo organizó su propia religión. /Si, él sabe bien que lo haría. ¡Qué maravilla!). Escalofriante, ¿verdad?

Sin embargo, El Hotel California no está regentado por Satanás, sino que, en palabras de Don Denleyn, baterista de los Eagles, “es una canción dedicada al lado oscuro del sueño americano”. En 1976, el año en que se publicó el disco, los Eagles habían dejado atrás las historias de vaqueros y habían sustituido la furgoneta por los aviones privados. Hollywood y California ya no eran lo mismo que en aquellos años dorados. Todo era decadente. Para Henley, la canción “capturaba el espíritu de la época, un tiempo de grandes excesos en este país y en el negocio de la música en particular”. Una época en que los músicos quedaban atrapados en las redes de la corrupta industria discográfica donde todo se movía por dinero, sexo y drogas. De hecho, la droga es la verdadera protagonista de la canción.

Todas las metáforas hacen mención a la cocaína. La cocaína es la cadena que ata a las voces del pasillo y que no permite huir del Hotel California. Una vez que se entra en este hotel, es imposible escapar. Así lo reconoció el guitarrista Glenn Frey: “La canción Hotel California habla en contra de los excesos en el consumo de la cocaína. Nosotros no siempre hemos hecho las cosas con moderación, pero nos estábamos imaginando cómo te quemas lentamente, el largo plazo”. Así que la sacerdotisa que esperaba al protagonismo sería el polvo blanco, la congregación de fieles serían los adictos y el capitán no era un carnero sino un camello. Lo que sí sucede entre ambas interpretaciones es que el protagonista finalmente acaba sucumbiendo entre dos mundos sin retorno. En conclusión, la moraleja que parece ofrecer Hotel California a los oyentes es que uno no debe dejarse llevar por los malos hábitos, ya que a veces no hay vuelta atrás…

Pero ¿qué sucede con el mensaje oculto que se escucha cuando el disco se reproduce al revés? El segundo bajista de los Eagles, Timothy B. Schmit, tiene la última palabra: “Lo único que pasa si pones el disco al revés… es que se raya”.

Ahora a escuchar con detenimiento la letra de la canción…