Desde hace tres temporadas Altamira, Galería de Arte, realiza una exposición anual dedicada al erotismo, al desnudo. Iniciada en 2016 bajo el título “Por el ojo de la cerradura”, la galería convoca a los artistas que trabajan con ella a presentar una muestra de sus trabajos unidos por este tema tan cercano a las artes plásticas desde que el mundo es mundo.
En todas las técnicas, pintores y escultores se presentan a esta muestra con obras que van del hiperrealismo a lo fantástico, la mayoría de ellas realizadas de manera exclusiva para esta exposición.
Es que desde la Galería notamos -mirando el arte en retrospectiva- que con el paso del tiempo y las convenciones sociales el arte empieza a crear una suerte de autocensura. Si desde la antigüedad las manifestaciones artísticas mostraban explícitas escenas sexuales, ya aparecidas en las primeras formas de arte de los habitantes de la tierra, no se quedaba lejos lo que se rescata de las culturas occidentales y prehispánicas. Sin embargo, con el paso de los siglos se va notando la presencia de censores que van dictando qué se puede y qué no se puede mostrar -marcando que la gran obra era siempre la que se apartaba de esos márgenes-, lo cierto es que de a poco y hasta llegar a la modernidad el arte erótico se reemplaza con las nuevas tecnologías audiovisuales, y si bien el desnudo femenino se mantiene en el arte, va decayendo la presencia del desnudo masculino, y ni que decir de las imágenes de relaciones sexuales.
A medida que pasa el tiempo, hombres y mujeres “se visten”, y ante este fenómeno -fruto de la observación casual y de ninguna manera de un estudio a fondo- es que buscamos resaltar el arte del desnudo, una de las mas maravillosas expresiones artísticas.