La naranja satánica: cuando Mick Jagger iba a ser Malcolm McDowell

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Muchos han podido disfrutar de la extravagante fantasía acerca de la violencia en una sociedad futurista concebida por Anthony Burgess en su novela La naranja mecánica, que fue llevada al cine por Stanley Kubrick en 1971, con Malcolm McDowell en el papel principal… aunque la idea del productor inicial, Si Litvinoff, no era precisamente esa. No se imaginaba a un casi desconocido McDowell interpretando al protagonista, Alex DeLarge, cantando Singin´ in the Rain en una escena o teniendo una orgía a ritmo del William Tell de Rossini. Lo que Litvinoff soñaba era tener una película que fuera un boom en cuanto a imagen, vocabulario y música, que tuviera un soundtrack elaborado por los Beatles -tuvo los derechos del libro en 1965, cuando los ‘Fab Four´ aun reinaban- y fuera protagonizada por Mick Jagger. Y a Mick le fascinaba la idea. Y a Andrew Loog-Oldham, su entonces manager y productor, le fascinaba más. Hasta sonaba la caja registradora mientras lo imaginaba.

Tras dos fracasos comerciales como Ned Kelly y Performance, el líder de los Stones necesitaba una nueva catapulta para su desmedido ego. ¿Qué mejor que una catapulta mecánica? Así que la maquinaria se echó a andar. Según IMDB, Litvinoff esperó un buen tiempo la respuesta de Kubrick y fue buscando financiamiento. Cuando, finalmente, parecía que Nicholas Roeg dirigiría con un guion de Terry Southern, Kubrick aceptó dirigirla: su proyecto de un biopic de Napoleón no hallaba forma y necesitaba algo fresco. El director de Midnight Cowboy, John Schlesinger, también había estado involucrado en el proyecto, pero desistió porque no le interesaba involucrarse con ese tipo de violencia. “En cuanto leas el guion y la novela estoy convencido de que verás el increíble potencial que todos vemos en este proyecto”, le escribía Litvinoff a Schlesinger. “Esta película debería romper los moldes con su lenguaje, su estilo cinematográfico y su música”, proseguía el productor, en su intención de convencer al solvente director. Pero no lo logró.

Aunque la idea inicial era ver a Mick Jagger convertirse en Alex DeLarge -el despiadado pero carismático delincuente juvenil que, una vez atrapado, es sometido a un tratamiento que lo obliga a reaccionar negativamente ante la violencia-, y a Charlie, Bill y Keith convertirse en sus compañeros de correrías -los “drugos”-, finalmente no prosperó.

 

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