Las pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll) | Onceava entrega

La temible caballeriza de la Policía Militar. De la fiesta en Santa Teresinha a las oscuras celdas policiales. Buenas y malas compañías. Bolivia el cliché del comercio de cocaína.
Era un ambiente muy liberal el que estaba viviendo Maldox en BH. Había diferentes maneras de introducirse en esta realidad de varias maneras a las que Maldox las llamaba ´pistas´. Cada una a su manera era una forma de ver el mundo. La explosión ya había dado pasos grandes con la obligatoriedad de las dictaduras militares de retirarse a los cuarteles. Era un escenario ideal, pero las cosas seguían siendo duras. Habían formas de ejercer control y las fuerzas del orden no entendían su nuevo rol en el cambio.
En La Paz se jugaba a eso de que agentes de inteligencia estaban tras el consumo de drogas o que uno u otro dealer estaba pasando información a la policía; dar nombres, identificar a los consumidores y ese tipo de cosas que infundían cierto grado de temor, pero en los hechos no resultaban ciertas. La policía se había ganado cierta autoridad que también de alguna manera era carente de respeto; lo de tener que cortarse el pelo para obtener un pasaporte resultaba enchapado en excesos de una cuestión de libertad no resuelto. Atendiendo los principios de transición, tenía uno que estar prevenido ante cualquier exceso.
La salida a BH fue liberadora porque de cierta manera la conexión con Brasil representaba la entrada a otra pista. Desde conocer a nuevas personas, pero siempre había eso de que la introspección acaba siendo fuerte cuando se pisa un nuevo territorio. Es algo parecido a lo que pasa con los animales, algo de antología poética, pero Maldox caía bien.
Las asociaciones tenían que ser de alguna índole y lo eran. Clovis Rossi, era otra de las figuras destacadas en el plantel docente de la FAFICH; notable periodista usaba guías prácticas para formular ensayos del lugar que le cabe al periodista. No pasaba necesariamente por las dos lentes, no ese que suena por el efecto de las campanas (parte y contraparte), no; él decía que había que hacerse siempre la pregunta del porqué de las cosas. “Los porqués están poblados de ejemplos en las comisarías de la policía”. Y eso era preciso y muy cierto. “El periodista no es un manipulador ni un intelectual, es básicamente una luz al final del túnel, un transmisor que escucha”, describía Rossi.
Maldox es detenido por la policía del horror
Maldox había terminado de tomar un capuchino en el Axs House de Lasavasi el barrio elegante de Belo Horizonte que estaba a un par de cuadras de la FAFICH. El mesero que lo atendía (cuando se daba el gusto de tomarse el capuchino cada vez que recibía la remesa del señor Williams) lo entretuvo para contarle que el restaurante estaba elaborando un nuevo menú con una variedad exclusiva de productos orgánicos de la Amazonia que se estaban poniendo de moda con eso de la vida Macrobiótica de los recién llegados del exilio.
Apenas había vencido la puerta pensando en el ensayo que estaba escribiendo para la nota final de Producción Radial, que debía rendir al día siguiente, cuando de pronto apareció Mauricio Alexander. Mauricio no era alumno regular de la FAFICH, pero decía que había estudiado un par de años allí y ciertamente podría ser el caso porque conocía a muchos alumnos y a uno que otro docente. Todos, sin embargo, guardaban reservas de él porque había pasado un periodo de rehabilitación por el consumo de drogas. Cualquiera podría pensar en su fuero interno que Mauricio Alexander no era la compañía perfecta.
Pero también es cierto –por las leyes de la gravedad- lo de las conexiones. Mauricio Alexander no era una mala persona y había hecho un vínculo extraño con Maldox. Tenían de cierta forma vidas paralelas. Vivían lejos de sus familias (se decía de Mauricio que lo separaron de una familia acomodada por su comportamiento en las drogas), vivían en el mismo barrio y eso les permitía encontrarse con alguna frecuencia. Esa tarde Mauricio lo convenció para ir a la casa de Cassio Gomes, el profesor de Técnicas de Comunicación que ese día festejaba su cumpleaños. Maldox conocía a Cassio y acabaron festejando el parabens en la casa del profesor.
Cassio, estaba rodeado siempre de lindas mujeres, su risa envolvente y su habilidad para describir las situaciones más complejas con hilaridad resultaba el agravante de esa proximidad, entre movimiento, estilo y porte intelectual. Explicaba magistralmente a los autores de la Escuela de Frankfurt: Adorno, Mathelar, Benjamín. Llegaba a la clase cinco minutos tarde meciéndose de un punto a otro; el bamboleo que les encantaba a las alumnas. Se sostenía en el hombro de Maldox, volcaba la cabeza, sonreía y seguía adelante. En honor a la vanguardia progresista del plantel docente de la FAFICH, Cassio era por decirlo de alguna manera la puesta en escena de la transgresión que comenzó a notarse entre gran parte de la intelectualidad brasileña.
El día se diluyó en las sombras del jardín en la casa de Cassio Gomes. Ya de noche, botellas y más botellas y maconha circulando. La casa ocupaba un espacio en la colina de Santa Teresinha. Sentados todos en el jardín en medio de 51s interminables, el repertorio favorito Lanza Perfumes de Rita Lee y se hizo más tarde. De repente son las dos de la mañana y la gente se divierte bailando. Maldox piensa que es una buena fiesta, pero su voz interior le dice ´tienes que salir de aquí, mañana tu examen final, ´La Guerra de los Mundos´”. Está por ganar la puerta de salida cuando detrás aparece Mauricio Alexander.
Eu vou com voce. Y detrás Cassio incitando a llevar maconha en sus bolsillos. ¡Pega cara pega!
Dos cuadras ganadas ya en las afuera de la casa de Cassio en busca de un taxi y, de pronto, una patrulla montada de la Policía Militar los detiene. En BH y casi como en todo el Brasil se comenzó a extender el consumo de cocaína, aunque este no es el caso, es necesario aclarar las circunstancias de esta detención. El consumo de cocaína condujo a la PM a orientar su estrategia de represión contra el consumo de cocaína. Los periódicos en Rio de Janeiro y Sao Paolo hablaban de decomisos importantes y cada vez que había un descubrimiento de grandes o de pequeñas cantidades de cocaína, de por medio casi siempre había inmiscuido un boliviano. Los PM en Belo Horizonte montados en caballerizas orientaron sus incursiones los fines de semana por los bares más transitados de la ciudad, en busca del sospechoso consumo de cocaína.
Meu Deus do ceu ¿e agora? El momento menos oportuno para ser detenido. Preguntas incómodas. La mala costumbre de los uniformados de escucharse a sí mismos y sacar sus propias conclusiones.
Mummmmmm, boliviano. ¿Onde esconde a cocaína seu filho da puta? Los policías pasando instrucciones por radio. Aquí temos dois ´vagabundos´, um deles é boliviano. Ambos fueron requisados por los federales y encontraron en el interior de los bolsillos de la casaca que vestía Maldox un par de cogollos de maconha.
Voce teim ¡maconha! Así que en menos de un abrir y cerrar de ojos Maldox estaba en la parte posterior de una blindada (blitz) de la Policía Federal. “¡Esperen, dejen que les explique, se trata de un error!”. Maldox había sido detenido portando una pequeña cantidad de maconha.
Maldox y Resende fueron trasladados al comando de operaciones de la PM. Una combinación temeraria por los resabios de la dictadura militar y la represión policial. Es como si estuvieran llevando preso al mismísimo Pablo Escobar. Alguna influencia política a ellos los tiene sin cuidado. Son varios policías ejerciendo presión. Maldox detenido pensando ´mañana examen final…´. El comisario va, viene, vuelve sobre lo mismo. La versión brasileña del Ku Klux Klan.
Cada lunes una nueva entrega de la obra Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´Roll)
Acceda a las anteriores entregas en los siguientes enlaces:
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Primera entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Segunda entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Tercera entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´Roll) | Cuarta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Quinta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Sexta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Séptima entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Octava entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Novena entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Décima entrega