Luizaga Paz, gurú de los espacios verdes y el medio ambiente

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“La Paz verde es posible si se toman medidas urgentes y no de maquillaje”. El ingeniero agrónomo y paisajista Luizaga Paz se entusiasma cuando habla del cuidado de las áreas verdes. Recurre a la historia y pone cortapisas. Señala que La Paz jamás tuvo un plan de forestación serio y lo poco que todavía es verde fue en realidad producto de la importación del eucalipto de la especie “globulus” que trajeron a La Paz los empleados de la compañía de trenes Bolivian Railway en la década de los 50 del siglo pasado. Explica que en La Paz había pocos árboles y que el plan de sembrar eucaliptos fue pensando utilizar sus troncos como durmientes y leña para sus locomotoras. “Ninguna autoridad edil tuvo la visión de cambiar esos eucaliptus cuya especie erosiona el terreno, además han cumplido hace años su vida útil”.

Al poco conocimiento de las autoridades sobre las necesidades de la ciudad se suma su desordenado crecimiento. Luizaga Paz, estudioso del urbanismo comparativo de varias urbes en el mundo, opina que la calidad de vida de los habitantes de una ciudad es proporcional a sus áreas de recreación. “De acuerdo a regulaciones mundiales por cada ciudadano debería haber 10 metros cuadrados de áreas verdes”. Lejos de cumplirse esta meta el experto opina que la Alcaldía de La Paz no es rigurosa en aplicar la regulación que dispone que el 30% de cualquier edificación debe ser área verde”.

No cree que el Parque Urbano Central sea la gran área verde de la ciudad. Una verdadera área verde, según Luizaga Paz, es donde la gente camina, juega, trota, pasea y respira. El Parque Urbano Central no es funcional porque no cumple esas cualidades. Plantea una alternativa: “arborizar el parque con puntos de acceso; convertirlo en un pulmón que genere microclima y atraiga fauna”. Otra de sus críticas apunta a las jardineras centrales que recorren el eje troncal que cruza La Paz. “Son obras de maquillaje”. Advierte que no hay verdaderos proyectos para arborizar la ciudad.

El municipio ha priorizado la construcción de bloques de cemento. Cita como ejemplo los mercados en pleno centro de la ciudad que deberían ser pulmones verdes. “Este y los anteriores alcaldes no han advertido que La Paz sin áreas verdes y planes de arborización se está volviendo una urbe sin calidad de vida. No se ha priorizado un asunto tan importante. Se están aplanando los cerros dejando pocos espacios que podrían servir para cuidar el medio ambiente”.

¿Es irreversible?

Lo que se puede hacer es mejorar lo poco que hay. Gran parte de los árboles que tenemos en las aceras de La Paz han cumplido su ciclo de vida, el 90% de están enfermos. En la zona sur se puede trabajar con jacarandas que tienen flores hermosas, ceibos y otras especies que se han adaptado muy bien al clima. En las laderas se debería acordar con los vecinos el sembradío de un árbol cada tres o cuatro metros.

¿Qué hacer en las laderas?

Las laderas deberían volverse bosques con determinadas especies arbóreas de mucha raíz para controlar la erosión. No conozco una campaña de arborización seria en La Paz, si bien hay empresas e instituciones que apoyan  estos proyectos a los tres meses 900 de 1.000 arbolitos se han secado por falta de agua. Desde el siglo pasado no se han cambiado los eucaliptos del bosquecillo de Pura Pura y Mallasilla que donaron los de la Bolivian Railway. Esos eucaliptos no sonl inapropiados para La Paz; no anida pájaros, es resinoso y absorbe la humedad.

¿Es posible La Paz verde?

Es posible en la medida que se adquiera conciencia; apropiarse de las laderas, cambiar los eucaliptos que están viejos por variedades arbóreas como pinos azules, amarillos, ceibos, álamos que tienen la particularidad de controlar la erosión, provocar lluvias, controlar vientos, crear microclima y atraer aves. Lo importante es saber arborizar adecuadamente un determinado espacio.

 

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