Rolling Stones | “Charlie había sido tocado por la gracia de Dios”

Redacción dat0s y Agencias
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Charlie Watts, baterista Rolling Stones

Keith Richards recuerda a Charlie Watts en su libro “Vida” en los orígenes de los Rolling Stones.

El baterista Charlie Watts, de los Rolling Stones, falleció este martes 24, a los 80 años, por causas todavía por confirmarse. De acuerdo al publicista Bernard Doherty, Charlie murió rodeado de su familia en un hospital de Londres, Inglaterra. En 2004, Watts había sido diagnosticado con cáncer de garganta, pero supero la enfermedad después de un periodo de quimioterapia intensiva. A principios de este mes el mismo Doherty había anunciado que el baterista no participaría de la gira de la banda programada para noviembre en los Estados Unidos. “Charlie ha sido operado con éxito, pero sus médicos creen que necesita descansar”, explicó entonces el publicista sin más detalles.

Watts, que cumplió 80 años en junio, llevaba en los Stones desde 1963. Junto con el cantante Mick Jagger y el guitarrista Keith Richards, era uno de los miembros más antiguos de la famosa banda de rock, en la que también han participado Mick Taylor, Ronnie Wood y Bill Wyman. Si algo se recordará de Watts era su estilo taciturno y sereno, alejado de los reflectores en los que sí lucía a plenitud Mick Jagger.

 

En su libro “Vida”, Keith Richard recuerda que en los inicios los músicos se juntaban en el Ealing Jazz Club lugar para los freaks del blues. “En ese lugar se aglutinaba el mundillo del blues. La gente que veía los avisos de los conciertos de los jueves bajaba incluso de Manchester y Escocia para reunirse y otros devotos para oír a la Blues Incorporated de Alexis Corner que tenía al joven Charlie Watts en la batería y a veces a Ian Steward al piano. Fue en ese lugar donde me enamoré de esos dos tipos. Prácticamente ningún pub incluía música así en su programación”, rememora Richard.

“No sé muy bien cómo fue, pero todos esos músicos de blues desaparecieron del mapa y quedamos Brian, Mick, Stu y yo, y Dick Taylor en el bajo. Al principio ese era el esqueleto del grupo y estábamos buscado un baterista. Decíamos: “Dios nos encanta ese Charlie Watts, si pudiéramos pagarle” –porque todos pensábamos que Charlie había sido tocado por la gracia de Dios. Así que Stu lanzó la red. Y Charlie dijo: “me encanta tocar todo lo que pueda, pero necesito dinero para cargar la batería en el subte. Si me garantizan un par de shows por semana, estoy adentro”, relata Richards en “Vida” sobre la incorporación de Watts a la banda.

 

Quién era Charlie Watts

Nacido el 2 de junio de 1941 en Londres, Charlies Watts llegó a la música a través del jazz animado a los 13 años por su vecino Dave Green con quien después formaría el cuarteto “The A, B, C & D of Boogie-Woogie”.  Totalmente autodidacta, aprendió a tocar de oído, observando a los músicos de los clubes de jazz de Londres.

“Nunca fui a una escuela para aprender a tocar jazz. Eso no es lo que me gusta. Lo que me gusta del jazz es la emoción”, explicaba el músico que durante su carrera con los Rolling Stones, siguió tocando jazz en paralelo y grabó varios discos con el Charlie Watts Quintet y con el grupo Charlie and the Tentet Watts.

Pero primero estudió arte y trabajó como diseñador gráfico en una gran agencia de publicidad. Cuando se unió a los Rolling Stones en 1963, no eran más que una banda pequeña e incipiente. “Fue una bendición”, decía Keith Richards. “El primer batería con quien empecé hace 40 años es uno de los mejores del mundo. Con un buen batería, eres libre de hacer lo que quieras”, agregaba. Watts fue designado como el duodécimo mejor baterista de todos los tiempos por la revista Rolling Stones.

El tranquilo y elegantemente vestido Watts fue a menudo clasificado con Keith Moon, Ginger Baker y un puñado de otros como un baterista de rock de primera claserespetado en todo el mundo por su estilo musculoso y oscilante cuando la banda se elevó desde sus desaliñados comienzos hasta el superestrellato internacional. Se unió a los Stones a principios de 1963 y permaneció durante los siguientes 60 años, situándose justo detrás de Mick Jagger y Keith Richards como el miembro más duradero y esencial del grupo.

Con su rostro impasible y su talento unánimemente reconocido para el ritmo binario, ofrecía el contrapunto perfecto en el escenario a los frenéticos contoneos de Mick Jagger y las payasadas eléctricas de los guitarristas Keith Richards y Ronnie Wood.

Y mientras sus amigos pasaban por “divorcios, adicciones, arrestos y peleas locas”, según un inventario recopilado por el diario británico Mirror, el tranquilo Charlie Watts vivía una vida serena con Shirley Shepherd, su esposa desde hacía 50 años, y su hija Seraphina, en su granja de cría de purasangres árabes en Devon, Inglaterra. “Durante cincuenta años de caos, el batería Charlie Watts representó la calma en medio de la tormenta de los Rolling Stones, tanto dentro como fuera del escenario”, escribió el Mirror en 2012.

Sin embargo, el músico no era totalmente impermeable a las adicciones de la banda: en la década de 1980, se sometió a rehabilitación por heroína y alcohol.  Pero “fue un tiempo muy corto para mí”, explicó él mismo. “Simplemente lo dejé, no era algo para mí”, confiesa el taciturno músico.