Un día como hoy en 1882, nació James Joyce, el genio que escribió Ulises, una de las grandes obras de la literatura universal. El libro fue catalogado como obsceno e indecente en la época y muchos editores se negaron a publicarlo durante largos años.
James Augustine Joyce nació el 2 de febrero de 1882 en Rathgar, una localidad del sur de Dublín. Fue el creador de Ulises, su obra maestra que fue publicada también un 2 de febrero de 1922.
Miembro de una familia numerosa, James Joyce, se inclinó por el retraimiento desde pequeño. A sus 38 años fue atraído a París por Ezra Pound, que lo tentó con la posibilidad de que se tradujesen al francés Retrato de un artista adolescente y Dublineses. Joyce iba para una semana, pero al final se quedó veinte años.
1921 fue un año de intenso trabajo para rematar Ulises. Durante el mismo, mantuvo una estrecha relación con el escritor norteamericano Robert McAlmon, quien le prestó dinero y le sirvió accidentalmente de mecanógrafo para el último capítulo de Ulises, “Penélope”. En ese año tuvo también mucho contacto con Valery Larbaud y con Wyndham Lewis, y conoció a Ernest Hemingway, que llegó a París recomendado por Sherwood Anderson.
Joyce tuvo su único encuentro con Marcel Proust en mayo de 1922, ya publicado Ulises. Al salir de una cena en París, a la que también estaban invitados Picasso y Stravinsky, ambos escritores tomaron el mismo taxi de regreso, junto a otras personas. Según el biógrafo de Proust, George D. Painter, se habló “de trufas y duquesas”, y Joyce, que iba algo bebido, se quejaba de su vista, mientras Proust lo hacía del estómago. Alguien preguntó a Proust si conocía la obra de Joyce, y el francés aseguró no conocerla, a lo que repuso Joyce que tampoco conocía la de Proust. Joyce quiso fumar y abrió una ventanilla del taxi, que fue cerrada de inmediato, en atención a la mala salud de Proust. El vehículo dejó a cada cual en su casa, y eso fue todo. Joyce aludió a Proust y a su obra en Finnegans Wake.
Ulises
Así como el relato de la Odisea versa sobre los avatares del guerrero por volver a casa -tras enfrentar durante años innumerables batallas- a los brazos de su amada Penélope, la historia de Ulises (Ulysses, en inglés) -de Joyce- relata la trama de un día de Leopold Bloom (personaje central de la obra) de retorno a casa, un 16 de junio, en la vida de tres dublineses de la clase media baja: el judío Leopold Bloom, que vaga por las calles de Dublín para evitar volver a casa, en la que sabe que su mujer, Molly (segundo personaje), le está siendo infiel y el joven poeta, Stephen Dedalus, que presenta un perfil ya más maduro que el del protagonista de su obra anterior, Retrato de un artista adolescente.
Ese día, conocido como Bloomsday, empieza a las ocho de la mañana en Dublín, cuando Stephen Dedalus desayuna mientras su compañero, el orondo Buck Mulligan, se afeita.
Entre otras cosas, Bloom desayunará riñones de cerdo fritos, saldrá de su casa en el 7 de Eccles Street, asistirá a un funeral en el cementerio de Glasnevin (donde está enterrado el padre de Joyce), atravesará el puente O’ Connell, verá un barco que transporta cerveza Guinness y una bala de humo; mirará el reloj en el edificio de enfrente, pensará en su mujer (la cantante Molly), que a estas horas del mediodía seguirá encerrada con su amante (su road manager Hugh “Blazes” Boylan), verá policías bien alimentados, al sentirse tan obstruido por el peso de la historia, se meterá una patata en el bolsillo esperando que le de buena suerte, al no poder entrar en el Burton, lo hará en el Dave Byrnes y pedirá un sándwich de gorgonzola y un vino de Borgoña sin poder arrancarse del pensamiento a Molly, y comerá recordando cómo le propuso matrimonio.
Luego, de camino a la National Library, logrará evitar un choque con el amante de Molly y comprará para ella (claro, ¡ay!) una pastilla de jabón de limón en la farmacia Sweney e irá al periódico donde trabaja como agente de publicidad y a la hora de cenar se encontrará a Stephen Dedalus y le acompañará a un burdel antes de dar un paseo solitario hacia la eternidad.
Antes de la obra que se ha convertido en uno de los clásicos de la literatura, James Joyce escribió Dublinenses (1914) y Retrato de un artista adolescente (1916), obras que, igualmente, han pasado a ocupar lugar en la historia de las letras universales.
La publicación de Ulises, considerada su obra maestra, representó su consagración literaria definitiva. La obra fue publicada por la estadounidense afincada en París Sylvia Beach, propietaria de la famosa librería Shakespeare & Co. Se trata de una novela experimental, cada uno de cuyos episodios o aventuras, en palabras del propio Joyce, pretendía no sólo condicionar, sino también generar su propia técnica literaria. Junto al flujo de conciencia o monólogo interior (técnica que había usado ya en su novela anterior) se encuentran capítulos escritos al modo periodístico, teatral, de ensayo científico.
Ulises, es una novela llena de simbología, en la que el autor experimenta además continuamente con el lenguaje. Sus ataques a las instituciones, principalmente la Iglesia católica y el Estado, son continuos, y muchos de sus pasajes fueron juzgados intolerablemente obscenos por sus contemporáneos.
Ulises es a grandes rasgos, un retrato psicológico de nuestro tiempo y desde su publicación, numerosos críticos han tratado de rastrear en él las conexiones con la literatura inmediatamente anterior (Zola, Mallarmé), y con la clásica (Homero, Shakespeare), en un intento de interpretar sus múltiples facetas.
Este artículo fue publicado el 11 de marzo de 2022 y actualizado el 2 de febrero de 2024
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