Un escándalo sexual lleva a suspender el Nobel de Literatura

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Foto: Jonas Ekstromer/TT News Agency, vía Reuters

El pánel sueco que otorga el Premio Nobel de Literatura anunció una medida inusitada: no nombrará a un galardonado este año. Y no es por que escaseen los escritores que lo merezcan, sino debido a las peleas internas y la indignación pública que han envuelto al grupo debido a un escándalo de abuso sexual.

La Academia Sueca dijo que pospondrá el premio de 2018 hasta el próximo año, cuando designará a dos ganadores. Se trata de la primera ocasión desde la Segunda Guerra Mundial en que el pánel ha decidido no conferir uno de los honores culturales más respetados del mundo. Esta academia solo otorga el Nobel de Literatura, por lo que los otros Premios Nobel no se verán afectados.

Aunque los galardones deben ser otorgados cada año, pueden ser pospuestos u omitidos “cuando en una institución que concede el premio ocurre una situación tan grave que la decisión del premio no sería percibida como creíble”, dijo Carl-Henrik Heldin, presidente de la Fundación Nobel, la cual rige todos los premios, en un comunicado publicado en línea la mañana del 4 de mayo. “La crisis en la Academia Sueca ha afectado negativamente al Premio Nobel. La decisión subraya la seriedad de la situación y contribuirá a salvaguardar la reputación a largo plazo del Premio Nobel”.

El anuncio de que no habrá premio este año es el último en una serie de escándalos de la academia que han captado la atención mundial, en buena medida porque se han desenvuelto de manera simultánea al movimiento #MeToo (#YoTambién).

En noviembre, un periódico sueco reportó que dieciocho mujeres dijeron que habían sido acosadas o abusadas sexualmente por Jean-Claude Arnault, un fotógrafo que está íntimamente vinculado a la Academia Sueca y es acusado de usar su posición en el mundo del arte para intentar persuadir a las mujeres a tener relaciones sexuales con él. Posteriormente se dieron a conocer otras acusaciones contra él, incluido un reporte de que Arnault había tocado de manera inapropiada a la princesa Victoria, la heredera sueca al trono.

Arnault está casado con una integrante de la academia, Katarina Frostenson, y además es amigo cercano de otros miembros. Asimismo, es copropietario, junto con Frostenson, del centro cultural Forum, en Estocolmo, que ha recibido fondos de la academia. Se cree que algunos de los casos denunciados contra Arnault sucedieron en propiedades a nombre de la academia en Estocolmo y en París y las denuncias de por lo menos una mujer hechas directamente a la academia sobre Arnault, hace más de veinte años, fueron ignoradas.

El fotógrafo ha negado todas las acusaciones a través de un abogado.

Algunos de los dieciocho miembros de la academia han renunciado en repudio al que Frostenson siga siendo integrante y otros dejaron su cargo en protesta después de que Sara Danius, quien era secretaria permanente del pánel que otorga el premio, fue rebajada de ese cargo (era la primera mujer en ostentar el principal puesto de la junta) después de que rompió vínculos con Arnault y con Forum.

Esto ha dejado a la academia con diez miembros activos; muy pocos para elegir a nuevos integrantes de acuerdo con sus propias reglas. Además, las designaciones a la academia son vitalicias y, hasta esta semana, las reglas de la organización no contemplaban las renuncias. Las normativas consideraban a aquellos que renuncian como miembros inactivos, pero no preveía que puedan ser remplazados.

Sin embargo, el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, el principal mecenas de la academia, anunció el 2 de mayo que había cambiado las reglas de la academia para permitir a los miembros abandonarla y para permitir al pánel remplazar a cualquier miembro que ha estado inactivo durante dos años. Fue una intervención poco común de parte del monarca, cuyo papel es principalmente ceremonial.

Después de reunirse el jueves, los miembros de la academia habían expresado optimismo de que el premio podría ser concedido en octubre, como se acostumbra.

“Todavía tenemos la capacidad de otorgar el premio”, dijo Kristina Lugn, una integrante del pánel, al diario sueco Dagens Nyheter. “Tenemos una lista corta de nominación con cinco candidatos restantes. Si no podemos hacer esto pienso que todos deberíamos renunciar”.

Tales comentarios elevan la posibilidad de que la Fundación Nobel puede haber presionado a la Academia Sueca a cambiar su postura.

“La Fundación Nobel confía en que la Academia Sueca ahora dirigirá todos sus esfuerzos a la labor de restaurar su credibilidad como una institución que confiere premios y que la academia reportará las acciones concretas que son tomadas”, dijo Heldin, el presidente de la fundación.

 

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