Inyección económica abre una puerta para la continuidad de Messi en el Barcelona

El País
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Messi en Barcelona

Lluvia de millones para el fútbol español en un momento en el que la industria del balón tiene que apretarse el cinturón por los estragos del coronavirus. LaLiga cerró este miércoles un acuerdo con el fondo CVC por el que recibirá 2.667,5 millones a cambio de desprenderse de un 11% de su negocio. Este dinero supone un salvavidas necesario para muchos clubes en una situación financiera crítica. Pero las condiciones a largo plazo pueden no ser tan beneficiosas. Además de deshacerse de una parte del negocio, el dinero llegará a los equipos en forma de préstamo. Con un interés por debajo de mercado, sí, pero que habrá que reembolsar. El Barcelona será el más beneficiado del reparto, si se ratifica la operación en la Asamblea de Clubes el 12 de agosto: le corresponden algo más de 250 millones.

Este chorro de financiación facilitará al Barcelona la renovación de Leo Messi, que podrá incrementar su límite salarial en unos 38 millones de euros (el 15% del montante que recibe). Pero es tal el agujero en las cuentas del conjunto blaugrana que el dinero extra no le bastará para sanear su economía. Por otro lado, los nuevos fondos no servirán al Real Madrid ni al Atlético de Madrid para comprar estrellas como Kylian Mbappé o Erling Haaland, ya que se establece que solo ese mismo 15% de los préstamos pueda destinarse a costear fichajes (o aumentar el tope salarial), lo que resultaría insuficiente para el gasto que requerirían los grandes traspasos.

El acuerdo de la asociación de los clubes de fútbol, presidida por Javier Tebas, deja fuera la gestión y negociación de los derechos televisivos, aunque CVC sí se quedará con la parte correspondiente de lo que genere esa comercialización. De la cantidad que reciba LaLiga, 2.460,3 millones se dedicarán a préstamos participativos a los clubes con un interés variable a 40 años. Este interés mínimo supone, según destacan fuentes de LaLiga, unas condiciones beneficiosas difíciles de conseguir en el mercado de forma individual. Pero la cantidad habrá que devolverla, por lo que el valor que se da a ese 11% del negocio de la competición será mucho menor. El efecto positivo será sobre todo a corto plazo, ya que permitirá rescatar a los clubes que están en una situación límite por la crisis. Según fuentes conocedoras del acuerdo, este supone adelantar un dinero a través de un préstamo que se devolverá, en principio, con una parte de los ingresos de la actividad que generará LaLiga y que recibirá el fondo.

El montante que irá a parar a los clubes se repartirá en función de lo que hayan recibido por derechos televisivos desde la temporada 2016/2017. “Para el reparto se tienen en consideración los ingresos audiovisuales de los clubes en los últimos años, porque es una representación de lo que han aportado cada uno a través del presupuesto de LaLiga para la inversión que se ha venido haciendo por la asociación”, explican fuentes de la asociación de clubes profesionales.

De esta forma, al Barcelona le corresponden casi 254 millones de euros, según los cálculos realizados por EL PAÍS con los datos disponibles en LaLiga, donde solo falta el pago por los derechos audiovisuales correspondiente a la temporada 2020/2021. Puede haber algunas variaciones en el importe final, especialmente entre los equipos que hayan ascendido o descendido en ese periodo, pero serán muy parecidas a las cifras reflejadas en la tabla anterior.

De los más de 250 millones para el conjunto culé, por tanto, solo se podrá dedicar el 15% a aumentar el tope salarial de su plantilla (unos 38 millones), poco menos de lo que le costará por temporada tener a Messi cuando firme su renovación. “Los clubes pueden aplicar o dividir ese 15% en plantilla en el tiempo y plazo que consideren”, explican portavoces del organismo que preside Tebas. El problema para el Barcelona es que tiene un agujero en sus cuentas mayúsculo y con este importe no bastará. Fuentes conocedoras de los números del Barça explican que el club necesita rebajar aún más que esos 38 millones de gasto en salarios antes de poder inscribir al argentino. El anuncio del acuerdo para volver a contratarlo es inminente, según fuentes del club, pero si para inscribirlo confiaran en este acuerdo con CVC tendrían que esperar al menos al 12 de agosto, cuando la Asamblea tendrá que ratificar el pacto. El Real Madrid, que, como el Barça, no ha participado en las negociaciones y que está a la espera de conocer todos los extremos del acuerdo para pronunciarse, ingresaría un importe algo menor, aunque similar.

Clubes en desventaja

Así, esta inyección económica ayudará a cuadrar las cuentas de algunos clubes con problemas financieros, pero para otros se podría entender como un agravio comparativo. Especialmente para los que sí han hecho sus deberes y ajustado los gastos a la nueva realidad de ingresos que ha dejado la covid. Más si cabe para aquellos que incluso se han desprendido de jugadores para aligerar la masa salarial, como el Real Madrid, que ha dejado escapar este verano a dos pilares del equipo en la última década (Sergio Ramos y Raphaël Varane). También el Atlético de Madrid, que no ha podido incorporar a Antoine Griezmann al no poder asumir su ficha y cumplir a su vez con las normas financieras de LaLiga.

De hecho, para recibir el dinero del fondo, los clubes se comprometen a dedicar el montante que les corresponda a inversiones de áreas estratégicas: estrategia deportiva, infraestructura, desarrollo internacional, desarrollo de marca y producto, estrategia de comunicación, plan de innovación, tecnología y datos, y plan de desarrollo de contenidos en plataformas digitales y redes sociales. De esta forma, ,Liga  trata de evitar que se destine toda la cantidad a gasto en fichajes y que se dilapide en meses una financiación que debe servir para desarrollar el negocio internacional de la competición en los próximos años. Es decir, el Real Madrid, por ejemplo, no podrá sacar la chequera gracias a esta entrada de dinero extra para traer caras nuevas al vestuario. El peso entre los conceptos a los que se puede dedicar el dinero se repartiría de la siguiente forma: el 70% se podrá invertir en infraestructuras, un 15% para refinanciar deuda y compensar pérdidas por la crisis del coronavirus y otro 15% para la inscripción de jugadores (podrá ir a aumentar el tope salarial, a traspasos o dividido entre ambas cosas).