Messi un convoy que no se traga la historia croata

Una pálida Croacia -que llegó a las semifinales con golpes de suerte y exitismo- cayó derrotada por Argentina que fue de lejos muy superior en equipo e individualidades.

Dos ases del fútbol planetario se encontraron en la primera semifinal del Mundial de Qatar. Lionel Messi y Luka Modric. El argentino atraviesa un momento de gran nivel, el croata anulado, no ensayó la caligrafía que pinta con el lado externo de su botín; desapareció y dejó en abandono un equipo aguado cuyo rendimiento estuvo sobredimensionado desde su primer compromiso en Qatar.

Un mundial atípico que fabricó cientos de millones de dólares sobre una carga de moribundos inmigrantes que fueron falleciendo –se habla de un número de 5000- y a poco de las semifinales llevaron a la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, a su destitución y posible condena -similar a la de la despiadada Elizabeth Holmes- por aceptar una maleta repleta de euros. Kaili, la principal sospechosa de “corrupción, blanqueo de dinero y organización criminal”, negó haber recibido dinero de Qatar. Pero alguien debe tapar los platos sucios. Y Kaili es una de ellas. La rubia y apuesta griega debe comparecer en Bélgica ante el órgano judicial encargado de decidir si se mantiene o se levanta una orden de detención.

A Kaili una de las víctimas de Qatar, poco le estará importando la victoria argentina que purga con el fútbol sus sufrimientos políticos. La Kirchner deberá estar paladeando pura miel con el 3 contra 0 sobre Croacia. Al fin y al cabo, el mundial catarí se ha convertido en un símbolo antropológico con muchos responsables en la tumba y otros evitando movimientos incómodos que los señale como los grandes corruptos del siglo XXI.

Y Messi qué tiene que ver con todo eso

El bobo capitán de la albiceleste que mostró sus largas orejas de burro a Louis Van Gaal se perfila como el mejor del torneo. Una estrella que todos elogian y admiran. Nada para Neymar -exiguo figurón de Bolsonaro- si es que Kylian Mbappé no saca un as debajo de sus veloces piernas y lleva a Francia a la gloria. Por ahora todo el mérito se lleva Argentina. Messi el factor genio de la goleada que ya sueña en la final.

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