El desarrollo de Santa Cruz

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Esta tierra de Ñuflo de Chávez, se transformó en la capital económica y el motor productivo de la Bolivia del Siglo XXI.

Este año la fi esta libertaria cruceña se vio empañada por una tragedia nacional: el incendio que arrasó millones de hectáreas, afectando la fl ora y fauna de toda la región.

Las estadísticas nos muestran que Santa Cruz toma la delantera en el desarrollo, no solo como avance aislado sino como la locomotora del crecimiento nacional.

Los datos recientes proporcionados por el IBCE nos muestran esta realidad: Santa Cruz es el departamento más poblado de Bolivia, con algo más de 3 millones de habitantes. Durante la gestión pasada fue el que más aportó al PIB, con el 29% del total nacional. Se estima que la economía cruceña bordea los US$ 12 mil millones y su crecimiento anual es mayor al promedio nacional. Entre el 2010 y el 2018, su crecimiento pasó del 3,7% al 5,8%.

En 2010 Santa Cruz tenía 30.446 empresas y en julio de este año llegó a 93.667 empresas inscritas, muchas de ellas no vigentes. De este total, algo más de 10.000 son de la industria manufacturera. El incremento de la producción agrícola paso de 9 millones a 12,7 millones de toneladas y la ganadería de 2,7 a 4 millones de cabezas. Santa Cruz produce el 73% de la producción agrícola del país.

Las mayores exportaciones cruceñas el 2018 fueron el gas natural, con un valor de US$ 999 millones, torta de soya y aceite crudo de soya por US$ 529 y 214 millones, respectivamente. Los principales países de destino de las exportaciones cruceñas fueron Argentina (24%), Brasil (21%), Colombia (19%) y Perú (14%).

La preocupación del Gobierno nacional debe seguir siendo el mejorar las condiciones de vida de los bolivianos y garantizar la infraestructura necesaria para el desarrollo económico. La inversión productiva debería ser responsabilidad de los empresarios privados, especialmente las actividades no extractivas.

Debemos centrar nuestra preocupación -como lo hemos dicho en otras oportunidades y lo recomiendan técnicos nacionales y especialistas de organismos internacionales- en diversifi car la economía, privilegiando las capacidades productivas regionales que tenemos.

Los empresarios privados estamos dispuestos a trabajar en forma conjunta con el gobierno, fortaleciendo la infraestructura y promoviendo el talento y las capacidades existentes para garantizar un desarrollo sostenible y duradero en el tiempo.

Se tienen áreas productivas que pueden ser desarrolladas en el país, especialmente en Santa Cruz, como la economía naranja, la economía 4.0, la nueva revolución del talento; desarrollo del software; turismo; culinaria y servicios, la industrialización de la producción agropecuaria, la manufactura entre otros.

Si bien son loables los éxitos económicos cruceños, no podemos dejar de mencionar algunos de sus problemas, como los temas de salud, educación y los emergentes de la migración, que deben ser encarados junto al gobierno central.

Para cumplir las metas del milenio, el país en general y Santa Cruz en particular deben crecer mínimamente al 6,0% anual en forma sostenida. De esta forma se garantizará la reducción de la pobreza, asimilar a los sectores informales de la economía ampliando de esta forma los empleos estables y formales, y reducir las desigualdades sociales.

Santa Cruz y el país tienen como desafío mejorar los índices de competitividad, fortalecer las instituciones impulsoras del crecimiento; avanzar en un proyecto compartido de desarrollo para aprovechar las fortalezas del departamento. Trabajar en redefi nir y transformar la estructura económica cruceña hacia las nuevas expresiones económicas.

Es necesario remarcar la necesidad de tener políticas públicas coordinadas con el sector privado, para que tengamos una economía más productiva y competitiva, desarrollando una logística de exportación del sector agroindustrial.

El desarrollo de Puerto Busch, la Hidrovía Paraguay- Paraná; el Mutún coadyuvaron en generar un polo de desarrollo del oriente.

 

 

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Rolando Kempff  es Economista, empresario y ahora Presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Ph.D. miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas