El Gobierno está listo para aprobar Ley de Servicios Financieros

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Foto: datos 155

Las relaciones entre el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas con el sector de la banca privada no atraviesa su mejor momento. Los bancos se han quejado que el titular de esa cartera ha sido descortés en las reuniones que sostuvieron para tratar la Ley de Servicios Financieros. Uno de los temores del empresariado es que la norma pueda dar curso la estatización de la banca, aunque ambos sectores saben que una medida de esta naturaleza generaría confusión y no sería favorable a la imagen del Gobierno.

Autoridades del Ejecutivo han señalado que no retrocederán en el avance de la ley, por ejemplo, en la regulación de tasas para la actividad productiva y la vivienda social. Esta última que favorece incluso a la clase media con hasta US $120.000 de créditos.

Analistas especializados en asuntos económicos dicen que la medida gozará sin duda de popularidad. Sin embargo, hacen notar que si se fijan topes demasiado bajos a las tasas de interés activas, las primeras entidades en verse afectadas serán las de micro finanzas que conceden créditos pequeños, por plazos cortos y generalmente sin garantías hipotecarias.  Advierten, que si las tasas son forzadas artificialmente hacia abajo, la certidumbre de operar a pérdida hará que se restrinja el crédito, exactamente al contrario de lo que dice buscar el Gobierno.

El Gobierno tiene su propia respuesta. Dice que si con esta medida la banca restringe el crédito el prestatario podrá acudir a las entidades bancarias del Estado.

Controversia

Los analistas de la banca señalan que el proyecto de ley no toma en cuenta que el sistema financiero no es el responsable de que el sector productivo nacional sea reducido y represente menos del 15% del universo empresarial. En su descargo dicen que invirtieron sus ganancias de los últimos tres años en servicios. El Gobierno les recuerda: “Poner más cajeros no significa ningún aporte al desarrollo”. Y pregunta: “¿Acaso el sector de la banca privada debe ser un actor de palco frente a los desafíos que supone la inversión?”

Los empresarios señalan que el principal problema del proyecto de Ley de Servicios Financieros es que asume que las entidades financieras deben transformarse en instrumentos de la política de Gobierno, incluyendo el curioso concepto del “vivir bien”. El Gobierno responde que la banca debe impulsar el desarrollo del sector productivo y de vivienda social en virtud de la confianza depositada por la gente en el sistema.

La pulseta

Los bancos dicen: “sería más importante liberar a las empresas industriales de obligaciones como el aporte solidario a las AFP, vincular los incrementos salariales anuales a la productividad y promover la calificación de la mano de obra. Si el Gobierno no es presa de una confusión de conceptos, querría decir que tiene la voluntad de reducir las dimensiones del sistema financiero privado o ir sustituyéndolo paulatinamente por bancos estatales; un proceso más lento pero idéntico al planteado en la amenaza del Ministro de Economía: la nacionalización”.

El Gobierno aclara: “el Estado tendrá mayor presencia en la regulación de las tasas de interés. Ahora la tiene, sólo que lo hace por ley, también podrá hacerlo por decreto. Somos garantes y valoramos la estabilidad del sistema financiero, la tasa de crecimiento y la queremos mantener”. En la discusión interviene vicepresidente: “Yo les dije a los banqueros tenemos tres buenas noticias cuando presentamos la ley. Primero, no vamos a nacionalizarlos. La ley les dará seguridad de por vida. Segundo, no se tocará un solo centavo de los ahorristas porque el Estado tiene sus propios recursos para hacer inversiones. Y la tercera buena noticia es que no vamos a subir en más del 50% las ganancias del Estado. Creo que están contentos”.

Datos

Las ganancias del sistema bancario crecieron hasta llegar a un 312 % en los últimos seis años.  “Ha sido en nuestro gobierno y bajo nuestro modelo económico que el sector financiero ha tenido esta rentabilidad y estas ganancias en las cifras, mucho más que en tiempos de los gobiernos neoliberales”, según manifestó el ministro Luis Arce Catacora. 

En 2006 las ganancias del sistema bancario llegaron a 59,7 millones de dólares, monto que se multiplicó por más de tres en 2012, hasta llegar a 186 millones de dólares en utilidades. Las cifras aumentan cuando se trata de las ganancias de todo el sistema financiero compuesto, además de bancos, por fondos financieros, mutuales y cooperativas. 

En 2006, el sistema financiero registró utilidades por 80,3 millones de dólares, y esta cantidad aumenta significativamente hasta 2012 con ganancias de hasta 221,8 millones de dólares; un incremento de 276%. 

Por este motivo el gobierno planteó incorporar en el Proyecto de Ley de Servicios Financieros la regulación de las tasas de interés para créditos productivos y de vivienda, así como también las tasas de interés para los ahorros del público, que “en algunos casos llegan a ser negativas”. 

En la región, Bolivia cuenta con una de las tasas de interés promedio de 6 por ciento, después de Brasil (7,25%), Ecuador (8,17%) y Uruguay (9,25%). Países con porcentajes menores son Colombia (4%), Perú (4,25%), México (4,5%), Chile (5%) y Paraguay (5,5%).