El Gobierno percibe riesgos en la desaceleración de países vecinos

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El Gobierno advierte riesgos  en la desaceleración   de Argentina, Brasil y Perú, entre otros países vecinos, pero  asegura que el próximo año, pese al contexto externo desfavorable, Bolivia continuará como la mejor economía de la región.

“Es una gestión positiva para la economía nacional, tomando en cuenta todo lo que sucede alrededor de nosotros. Hay que seguir trabajando porque esto no acaba, hay riesgos que vienen de afuera que hay que estar observando permanentemente y tomar las medidas más adecuadas para contrarrestar esos efectos en la economía nacional”, afirmó ayer el ministro de Economía Luis Arce, durante su evaluación de 2015. 

Por ejemplo, dijo  que se debe analizar lo que sucederá en  Argentina no sólo por las políticas económicas, sino por las consecuencias sociales de la aplicación de medidas económicas.

El caso de Brasil, según Arce,  también   preocupa al Gobierno, al igual que el de   Perú, cuya economía ingresó en un proceso de desaceleración. 

Según Arce,  en ese difícil contexto   Bolivia crece en niveles superiores que el  resto de  la región, donde se evidencia una tendencia a la baja.  

Dijo que   no es la primera vez que Bolivia sufre la baja de los precios de las materias primas y que tampoco será la última, aunque ahora  la demanda interna es el motor de la expansión.

“Nosotros hoy tenemos una economía muy sólida, que muestra la verdadera musculatura de haber trabajado durante muchos años; hoy Bolivia cuenta con esta estabilidad económica, social y política, que es la envidia de muchos países”, aseguró.

Las reservas internacionales

Arce afirmó que varias corrientes de opinión sugerían el uso  las Reservas Internacionales Netas (RIN) y cuestionaban la deuda externa que contraía el país, pero no llegaron a entender lo que buscaba el Gobierno.

“(Con estas medidas) lo que estábamos haciendo  era acumular Reservas para estos momentos  en el que no va a entrar la cantidad de dólares que quisiéramos para impulsar la inversión pública.  Para ello, se requiere importar maquinarias, equipos y herramientas, pero  requerimos dólares”, explicó.

Era necesario recurrir al endeudamiento externo para captar dólares y usarlos en la importación de bienes de capital, agregó.

Afirmó que este  año, pese a   la fuerte desaceleración en los países de América Latina, Bolivia está en la misma situación que en 2014, cuando creció más del 5%.

Proyección

La perspectiva para 2016, según el ministro Arce, es que será un año mucho más “tranquilo”  que el que concluye.

En su opinión, los precios internacionales de los minerales ya se han estabilizado porque terminaron de caer.
Se espera un mínimo descenso el próximo año, aunque no como el de 2011, cuando las cotizaciones registraron niveles mínimos en los mercados internacionales.

“Si cae, será en un porcentaje menor. La inversión pública será el dinamizador y si juntamos la inversión de las  empresas nacionalizadas llegará a 8.200 millones de dólares.  Vamos a seguir creciendo, pese a los  indicadores no tendremos sorpresas, pero que pueden venir de los países vecinos; eso es lo que sí hay que cuidar, que no depende de nosotros: ¡cuidado digan que si mañana se cae Argentina y nos contagia es por culpa del Gobierno!”, señaló la autoridad.

Según Arce, este año la crisis internacional   tenía que haber golpeado  más a la economía boliviana, pero no se registró un impacto mayor. 

Las exportaciones a octubre descendieron en 31,7%.

Para afrontar la caída de ingresos, el Gobierno creó un fideicomiso de 450 millones de dólares a favor de las regiones con mayor reducción de recursos.

Las  proyecciones

Expansión El Gobierno proyecta un crecimiento económico de 5,01% en 2016, pese a los menores ingresos por hidrocarburos, además de un  presupuesto consolidado de 217.139 millones de bolivianos, inferior en 1,8% al de  este año.

Índices El proyecto de PGE 2016 también prevé una tasa de inflación de 5,3% y un déficit fiscal de 4,5%.
Ingresos Los ingresos del presupuesto  para el siguiente año fueron calculados  a  base de un barril de petróleo de 45,16 dólares y con un volumen de envío de  58,36 MMmcd de gas natural.