Soyeros piden exportación libre por caída millonaria de ingresos

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Foto: El Deber

Los productores de soya piden al Gobierno la liberación total de la exportación de ese producto, luego de haber sufrido una reducción en sus ingresos de 300 millones de dólares por la campaña de verano 2018/2019, a causa de la sequía y los bajos precios, declaró ayer a Página Siete el titular en ejercicio de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fidel Flores.

“Hemos tenido una disminución en nuestros ingresos de 300 millones de dólares y con los precios que nos están ofertando las industrias nos será difícil cumplir nuestras obligaciones. No queremos correr con la misma suerte en la próxima campaña; para eso pedimos la liberación total a las exportaciones de soya y la regulación del mercado interno de las harinas de soya”, manifestó Flores.

El representante del sector apuntó que la situación de los soyeros  se complicó por los bajos precios que la industria ofrece y por el sistema que funciona en el país. Al inicio de la campaña, la soya tenía un mejor precio en el mercado internacional, sin embargo, Flores denunció que la industria esperó a que éstos caigan para recién hacer su oferta.

De acuerdo con la información de Anapo, la reducción de los ingresos se debe principalmente a la sequía que se presentó durante la campaña, que significó una reducción de al menos 500 mil  toneladas en la producción.

“Hemos sembrado 1.028.000 hectáreas y apenas hemos logrado levantar 1.900.000 toneladas, esto debido a las condiciones climáticas adversas que hemos atravesado por la sequía que se ha presentado durante esa campaña. Por las condiciones climáticas hemos tenido una pérdida de unas 500 mil  toneladas de soya”, mencionó Flores.

El titular de la Anapo agregó que esta reducción en la producción sumada a los bajos precios ofertados por las agroindustrias locales produjeron la pérdida de ingresos que está calculada en al menos 300 millones de dólares para los productores.

Añadió que como consecuencia a las cuantiosas pérdidas, unos 14.000 productores están en una situación crítica, que terminará por afectar a toda la cadena productiva, como transporte, proveedores de insumos, financistas y exportadores.

No descartan medidas

Flores señaló que en una reunión con los productores del  Norte Integrado de Santa Cruz se determinó iniciar movilizaciones si es que el Gobierno no aprueba la liberación plena a la exportación de soya.

“A sugerencia de los agricultores, no descartamos realizar marchas, un tractorazo o bloquear carreteras en el norte y en el este del departamento, donde se encuentra la fuerza productiva. Nuestras movilizaciones no cesarán hasta conseguir la liberación a las exportaciones, esto nos permitirá tener más mercado para poder comercializar nuestros granos”, señaló Flores.

Para mañana está previsto que la dirigencia de Anapo se reúna  con el ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico. En la cita, los productores presentarán sus planteamientos y aguardan recibir una respuesta positiva.

El mercado interno demanda 20% de la producción

De acuerdo con el gerente general de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Jaime Hernández, el mercado interno tan sólo demanda el 20% de la producción de soya, por lo que las restricciones a la exportación carecen de sentido.

“Las restricciones  a la exportación de soya son medidas políticas. Se nos ha impuesto con el pretexto de que se debe cubrir el mercado interno, que necesita 20% de lo que producimos”.

Hernández también señaló a este medio que los productores son víctimas de un “sistema perverso” , en el cual la agroindustria nacional fija los precios según su conveniencia.

“Ellos (la industria) ha esperado que los precios en el mercado internacional bajen y recién nos ofertaron, cosa que al agricultor no le beneficia, Lo que nosotros necesitamos es salir del sistema perverso de precios que maneja la agroindustria y dar a los productores la posibilidad de buscar mejores precios para su grano en el extranjero”, explicó.

El gerente de Anapo acotó que en otros países como Brasil, Paraguay o Argentina, se fijan los precios antes del inicio de la siembra, para que de esta manera, los productores sepan cuánto podrán ganar al momento de proceder con la cosecha.

“Si bien los precios internacionales son bajos ahora, necesitamos tener condiciones normales de comercialización para el futuro. En el resto de los países productores hay un precio al momento del inicio de la cosecha; en el caso de Bolivia no lo hay y eso genera esta situación desfavorable para los productores”, agregó el gerente de la Anapo.