Acusan a boliviano de manipular datos del BM en perjuicio de Chile
Durante el fin de semana, la presidenta Michelle Bachelet, el canciller Heraldo Muñoz y el ministro de Economía, Jorge Rodríguez, y otras autoridades chilenas se dedicaron a pedir explicaciones al Banco Mundial (BM) por las revelaciones de su economista jefe, Paul Romer, en sentido de que cambios en la metodología del Ranking de competitividad entre países del organismo internacional habían sido “contaminados políticamente” por parte del equipo que realiza el reporte, en perjuicio de Chile.
Entre 2006 y 2017, el país cayó del puesto 26 al 55 en ese ranking, conocido como Doing Business , que en concreto se refiere a la facilidad de hacer negocios en un país.
Lo más preocupante para las autoridades chilenas fue que esa caída se registró con mayor contundencia justamente en las gestiones de gobierno de Bachelet, la primera entre 2005 y 2009 y la segunda que comenzó en 2014; mientras que en la administración de Sebastián Piñera (2010- 2013) se habría tenido suba.
El viernes, Romer reveló al Wall Street Journal que esos cambios en la metodología del ranking podrían ser “particularmente relevantes para Chile, cuya ubicación ha sido especialmente volátil los últimos años”.
Según el diario La Tercera de Chile, en la mira de Romer estaría el economista boliviano Augusto López-Claros, quien dirigió en los últimos años el reporte Doing Business, pero que actualmente se encuentra con licencia.
“Quiero dar una disculpa personal a Chile y a cualquier otro país en el que transmitimos la impresión equivocada (…) por no hacer suficiente, para luego darme cuenta de que no tenía suficiente confianza en la integridad de la información en el reporte”, declaró el personero del BM al Wall Street Journal.
Romer remató asegurando que la caída de Chile en el Ranking de competitividad entre países en los últimos cuatro años sólo obedeció a aspectos metodológicos. “Basado en las mediciones que hacíamos antes, las condiciones para hacer negocios no empeoraron en Chile bajo la administración de Bachelet”, aseguró.
Ante estas aseveraciones, el economista boliviano envió una carta al Wall Street Journal rechazando las críticas al informe de competitividad de países que manejó. Además, citó algunas políticas asumidas por el gobierno de Bachelet que afectaron la posición de su país en el Doing Business, que mide la competitividad de más de 190 países.
El boliviano precisó, por ejemplo, que la facilidad de hacer negocios en Chile “cayó severamente por varias restricciones existentes contra las mujeres”.
Añadió que otros países que son medidos por el Doing Business aplicaron más medidas pronegocios que Chile. Citó como ejemplo a México y Colombia, que aplicaron entre ocho y seis mejoras, mientras que Chile sólo dos. “No es sorprendente que México superara a Chile como el país con mejor ambiente para hacer negocios en América Latina”, afirmó el economista boliviano al periódico El Mercurio.
“Todo el proceso se llevó a cabo en un contexto de transparencia y apertura”, insistió. Según Biobío, se le consultó si conocía a Sebastián Piñera. El boliviano respondió que “no”.
Por su lado, el Banco Mundial emitió un comunicado defendiendo el prestigio del Ranking de competitividad entre países y se comprometió a revisar el informe en lo que se refiere a Chile.
“En sus 15 años de existencia, el índice de Doing Business ha sido una herramienta invaluable para los países que buscan mejorar su clima de negocios, dando seguimiento a miles de reformas (…) Los indicadores y la metodología están diseñados sin tener a ningún país específico en mente, sino que el clima de negocios en general pueda mejorar”, dice parte del comunicado de prensa que emitió el organismo internacional.
El Ranking de competitividad entre países del BM mide la facilidad en las naciones para hacer negocios. Toma en cuenta factores que pasan por la legislación y temas concretos, como las tasas impositivas, la obtención de permisos para la construcción, la eficiencia del proceso de quiebras, etcétera.
Desde pedidos de investigación hasta reclamos
Apenas el Gobierno chileno se enteró de las declaraciones del economista jefe del Banco Mundial (BM), Paul Romer, en sentido de que cambios en la metodología del Ranking de competitividad entre países fueron “contaminados políticamente” en desmedro del país, la presidenta Michelle Bachelet lanzó un tiut pidiendo al BM una investigación.
“Como Gobierno solicitaremos formalmente al BM una completa investigación. Los rankings que administran las instituciones internacionales deben ser confiables, ya que impactan en la inversión y el desarrollo de los países”, escribió.
De acuerdo con el periódico La Tercera, el canciller Heraldo Muñoz aseguró que los cambios en la metodología del ranking afectaron la imagen internacional (de Chile) de manera “irremediable”.
Mientras que el ministro de Economía, Jorge Rodríguez, calificó lo ocurrido como “una inmoralidad pocas veces vista” y que “el daño ya ha sido hecho”. Sin embargo, aclaró que Chile no dejará el organismo internacional y expresó su confianza en que se revisen los índices de su país.
Mientras, el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, inició gestiones para reunirse con representantes del BM para recibir información sobre los ocurrido.
Punto de vista
Carlos Cordero Analista
“Susceptibilidad entre los países”
La denuncia realizada por altos personeros del Gobierno de Chile encontró una respuesta positiva a la sospecha de que los datos macroeconómicos hubieran sido manipulados para perjudicar al gobierno de Michelle Bachelet y favorecer al gobierno de Sebastián Piñera.
Las autoridades chilenas están preocupadas porque esa manipulación habría afectado a sus intereses, provocando una menor inversión.
Es un incidente muy preocupante, porque sugiere que organismos internacionales, a los cuales se exige transparencia, eficiencia e imparcialidad pudieran ser manipulables o albergar en su interior corrupción. Lo que está ocurriendo genera susceptibilidad entre los países. En el caso de Bolivia, por ejemplo, tenemos una propaganda gubernamental en sentido de que el país estaría a un nivel de crecimiento por encima de otros países. Esa información que es positiva, dada esta denuncia, genera la susceptibilidad de que tal vez eso no sea cierto, y que la situación boliviana pueda ser peor o mejor, y eso se puede generar en todos los países.
A esto se suma el hecho de que la persona acusada de haber manipulado los datos de Chile sea boliviana, lo que puede generar un agravante más en las tensas relaciones entre Bolivia y Chile en torno a la demanda marítima. Alguien puede sugerir que se trata de una campaña de Bolivia en contra de Chile. En ese contexto, el papa Francisco llega en estos días a Chile. Se debe recordar que el Papa expresó su apoyo a la demanda boliviana.