Los datos no son menores tras la intensa batalla de los bancos centrales para contener la inflación.
La expectativa es un aumento del 0,2% mensual de las tasas de interés, según las previsiones de los economistas, y que el núcleo del índice -que excluye componentes volátiles como los alimentos y la energía- caiga al 3,9% en la comparación anual, es la medición más baja en dos años, que debería animar al Banco Central de los Estados Unidos a recortar las tasas.
Los datos de hoy son especialmente importantes porque la Reserva Federal ha adoptado una actitud agresiva en las últimas semanas –“tasas de interés más altas durante más tiempo”–, lo que ha provocado cierto caos en los mercados. Si el Índice de Precio del Consumo Personal (PCE por sus siglas en inglés) es mayor de lo esperado, podría exacerbar aún más la posición radical de la Reserva Federal.
Por ahora, los futuros estadounidenses han amanecido azul. Más temprano, otro dato de inflación animó a los inversores europeos. En la Zona Euro, la inflación al consumo fue del 4,3% interanual, por debajo del 4,5% previsto por los economistas. Se trata de la medición más baja en casi dos años en el viejo continente, que también sufre una inusual ola de aumentos de precios pospandemia. Las bolsas de valores europeas reaccionan de manera positiva, también.
Hablando de datos, la semana termina con la publicación de los medidores de actividad chinos, (después del final de las operaciones). A las 22:30 horas, China publicará el Índice de Gestora de Compra (PMI) industriales y de servicios. Se trata de datos especialmente importantes para medir la fortaleza de la segunda economía del mundo, que, en los últimos meses, viene mostrando signos de debilidad.
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