Bolivia negocia con 4 países la venta de electricidad

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Foto: El Deber

Bolivia avanza en la política de integración energética con Argentina, Brasil, Perú y Paraguay.  Argentina es la nación que, por ahora, ha mostrado mayor interés de compra de electricidad y que registra mayor avance en las negociaciones bilaterales. Con los otros tres países el proceso está en fase de estudios técnicos para definir la demanda. 
La negociación con Argentina se inició en 2015. En octubre, se suscribió un acuerdo de intercambio de energía eléctrica interrumpible entre Bolivia y Argentina por ENDE y Cammesa en la modalidad de oportunidad, sin devolución de energía y con excedentes del sistema nacional. 

En la presentación de perspectivas del sector eléctrico Bolivia: avanzando en la integración expuesto en el Foro Integración Energética Regional que se realizó el pasado mes en Cochabamba, el Ministerio de Energías informó de que en agosto de 2016 Bolivia presentó a Argentina un modelo de contrato de exportación de disponibilidad de potencia y energía asociada de alrededor de 1.000 magavatios (MW).  

En la actualidad, con Argentina, se trabaja en el proyecto línea de transmisión Juana Azurduy de Padilla que permitirá la interconexión de las subestaciones Yaguacua (Bolivia) y Tartagal (Argentina) para concretar la exportación energía.
En el caso de Perú, se indicó que se viene consensuando el alcance y nivel de estudios a ser desarrollados para la integración eléctrica de ambos sistemas y las gestiones de financiamiento con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en las iniciativas Canrel-Sinea. 

Con Paraguay se trabaja en los Términos de Referencia (TDR) para la consultoría del diseño de una línea de interconexión internacional y se gestiona el financiamiento correspondiente. 

Con Brasil, las comisiones de ENDE y Eletrobras han logrado la coordinación y realización del primer trabajo conjunto a campo (Río Madera) que generó información para la elaboración de los TDR del estudio de prefactibilidad/inventario del proyecto hidroeléctrico binacional Madera. Actualmente, se encuentra en proceso de contratación, etapa de precalificación, con cinco empresas aprobadas.

Perspectivas y proyectos
Con la mirada puesta en la seguridad y confiabilidad en la provisión de electricidad en el mercado interno y la integración energética con países vecinos, según el Ministerio de Energías, hasta 2020, Bolivia tiene planificado generar 2.954 MW. 
En dicho periodo tiene programado construir y operar plantas hidroeléctricas para generar 1.447 MW, implementar plantas termoeléctricas mediante ciclos combinados y turbinas a gas para producir 1.096 MW e implementar plantas de generación mediante energías alternativas: eólica, biomasa, geotermia y solar para generar 411 MW.  

Aparte, tiene programado realizar la construcción de 2.822 km de líneas de interconexión nacional y 1.221 km de líneas de exportación, para la ampliación del Sistema Interconectado Nacional (SIN), llegando a un total de 4.043 km adicionales. 
Al presente, la demanda máxima del mercado eléctrico, a escala nacional, alcanza 1.434 MW y la oferta de generación llega a 1.977 MW. La relación de reserva total del SIN es 543,86 MW. 

Este año, según el Ministerio de Energías, entrarán en operación los proyectos de generación primera fase de la hidroeléctrica Misicuni (40 MW), hidroeléctrica San José I (55 MW), Solar Yunchará (5 MW) y Solar Uyuni Potosí (60 MW) totalizando 160 MW para inyectar al SIN.

Mirada del sector privado
Para el titular de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas, el impulso de la industria de electricidad es fundamental para alcanzar resultados efectivos en la diversificación productiva del país.  

Desde esa perspectiva, mejorar las condiciones para fortalecer e impulsar la generación, transmisión y distribución de energía, no solo es oportuno sino imprescindible. “Creemos que, para ello, se precisa la promulgación de una nueva Ley de Electricidad y la definición de una política pública clara, aplicable y adecuada, donde el sector privado y el cooperativo sean tomados en cuenta como actores protagónicos”, señaló. 

A juicio de Nostas, la búsqueda de mercados en los países vecinos es importante y necesario. Sin embargo, hay una serie de condiciones materiales que deben cumplirse previamente como la implementación de las hidroeléctricas y los sistemas de transporte, que son proyectos que están desarrollándose. Aseguró que las perspectivas son buenas y como sector empresarial nosotros confiamos en que se logrará no solo la producción suficiente sino la exportación.

Para el presidente de la Asociación de Empresas del Parque Industrial de Santa Cruz, Jorge Cwirko, la diversificación de la matriz productiva pretendida por el Gobierno, a partir del sector eléctrico, está en una línea correcta porque Bolivia cuenta con los recursos naturales para desarrollar proyectos de generación pensando, primero, en la seguridad energética del mercado nacional y perfilando la exportación de energía como una nueva fuente de ingreso a la economía nacional para compensar la caída de los precios de los hidrocarburos.  

Desde la perspectiva del director ejecutivo de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), Yussef Akly, los planes del Gobierno deben ser encarados desde una visión técnico-comercial, desarrollando los mercados con estrategias claras y con fuentes de financiamiento flexibles haciéndolos sostenibles y duraderos en la idea de lograr el objetivo de girar de una matriz energética que hoy es 72% termoelectricidad y 25% hidroelectricidad, hacia una generación mayoritaria hidroeléctrica y que incluya energías alternativas como eólica, solar, geotérmica.

El sector industrial azucarero local -genera electricidad a partir de bagazo de caña de azúcar- plantea la adecuación de la normativa vigente para permitir una mayor participación de los privados en el mercado eléctrico.

Oportunidad de negocio
Desde la perspectiva del exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, la microgeneración a través de sistemas de energías renovables-eólico y solar- está revolucionando el sector energético mundial. Ve que esta nueva variable de mercado ofrece ventajas comerciales a Bolivia y que está alineada con la estrategia estatal de convertir al país en el centro energético de la región. 

En ese marco, Ríos cree que se debe acelerar las inversiones en todo lo que sea materia de exportación: gas natural, electricidad, gas licuado de petróleo (GLP) e hidroelectricidad.