Con base en datos del Banco Central de Bolivia (BCB), las captaciones de bonos del Tesoro General de la Nación (TGN) en el mercado interno (deuda interna) hasta el 13 de agosto alcanzaron los 7.030 millones de bolivianos, una cifra superior en 1.711 millones de bolivianos a lo registrado en todo el año pasado, cuando alcanzaron los 5.319 millones de bolivianos. Analistas advierten un perjuicio para el sector privado.
De acuerdo con José Gabriel Espinoza, economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), este nivel de captaciones es llamativo porque muestra que el TGN no cuenta con liquidez, por lo que debe captar recursos mediante la emisión de valores y es muy probable que éstos se estén destinando a gasto corriente.
“Esto es llamativo porque nos muestra que el TGN está con una liquidez muy escasa, no tiene recursos para llevar a cabo ese programa de inversión pública que ha planteado el Gobierno y evidentemente están fondeando no solamente inversión pública sino también gasto corriente. Lamentablemente, en el caso del endeudamiento interno, el TGN no necesita señalar en qué está gastando los recursos que recauda”.
Espinoza agregó que la mayor parte de los recursos que ha captado el TGN provienen de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que son las principales fuentes de liquidez en el mercado de valores.
Por su parte, el analista financiero Jaime Dunn indicó que el nivel de captaciones refleja los problemas del Estado para obtener recursos en los mercados externos.
“La deuda interna ya ha superado el endeudamiento del año 2020; entonces, el Gobierno, que está hambriento por recursos y no los está consiguiendo afuera, está absorbiendo la liquidez del mercado interno”, explicó Dunn.
Perjuicios para los privados
Espinoza señaló que el gran problema con este endeudamiento es que la mayor fuente de liquidez para el TGN son las AFP, que invierten en valores que pone en el mercado el Estado, compitiendo contra las empresas privadas y la banca, además generando una subida en las tasas de interés.
“Al absorber el TGN casi la totalidad de la liquidez de las AFP, lo que está sucediendo es que hay cada vez menos fuentes de liquidez para el sistema financiero, lo que quiere decir que el crédito es cada vez más escaso. Esto obliga a las entidades financieras y empresas a competir entre ellas por las fuentes de liquidez y, por lo tanto, empiezan a subir las tasas de interés para atraer las captaciones. Obviamente si las entidades financieras se fondean y captan recursos con tasas de interés más altas, pues también deberán transferir esas tasas más altas a los productos que ofrecen en el sistema financiero”.
Al respecto, Dunn indicó que esta situación ya se está viendo desde mediados del año pasado, pero que se agudizará con la devolución de aportes de las AFP por realizarse en los próximos meses.
“La liquidez de las AFP, que ya es limitada y que se reparte entre el Estado y los privados se hará aún más escasa, porque una buena parte de ésta será destinada a devolver a los asegurados parte de sus aportes, agudizando la competencia y subiendo aún más las tasas de interés”, agregó.
Efecto en créditos
- Tasas De acuerdo con los expertos José Gabriel Espinoza y Jaime Dunn, los efectos de la competencia por la liquidez ya se empezaron a notar con las tasas de interés de los créditos de consumo y de inversión.
- Reactivación Según la visión de los expertos, el encarecimiento de los créditos y la falta de liquidez retrasan la reactivación económica de sectores que requieren financiamiento para adaptarse a la nueva normalidad.