La importancia china para la recuperación del precio de las materias primas de los países emergentes.
Una brisa fresca sopla desde el este. En China, los datos estadísticos muestran que el estímulo económico adoptado por el gobierno parece estar empezando a dar frutos. En agosto, la producción industrial del país aumentó un 4,5% respecto al año pasado, superando la previsión del mercado del 4,1%.
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Las ventas minoristas también sorprendieron y aumentaron un 4,6% en el período, por encima del 3,5% previsto y del 2,5% registrado en julio. La tasa de desempleo, por su parte, se mantuvo prácticamente estable, en el 5,2%.
Son números importantes porque muestran la reacción de una economía que había estado sumergida con resultados secuencialmente pobres. El estímulo del gobierno chino parecía insuficiente a los ojos del mercado para desbloquear la actividad china que repercute inevitablemente en las economías emergentes.
Hablando de estímulo, el banco central chino también anunció otra medida: un recorte de los tipos de interés, esta vez en el tipo de recompra a 14 días, que pasó del 2,15% al 1,95%. Con esto, el gobierno busca estimular aún más el consumo e inyectar liquidez a la economía en dificultades.
La combinación de signos de recuperación + nuevo estímulo hizo que las materias primas se dispararan. El petróleo Brent alcanzó los US$ 94 dólares, el nivel más alto en diez meses, aunque esto tiene que ver con el recorte de producción anunciado por Arabia Saudita y Rusia. El mineral de hierro tuvo una fuerte subida en la Bolsa de Dalian: 2,33% a US$121,05. Las dos materias primas, hay que decirlo, están en una trayectoria ascendente.