Contrabando afecta a productores de vino y su industria
Los productores de vino de Tarija se sumarán a las batidas de control en la frontera con Argentina para evitar el ingreso de contrabando que pone en riesgo a la industria vitivinícola. Producto de la crisis económica en ese país, el litro de vino boliviano alcanza un promedio de hasta 15 bolivianos, mientras que el argentino se comercializa hasta en 2,50 bolivianos.
Según el presidente de la Asociación Nacional de Viticultores de Tarija (Anvit), José Sánchez, la preocupación de los productores de vino se acentuó desde hace al menos un mes, cuando la moneda argentina experimentó una nueva devaluación.
En una reunión efectuada el pasado lunes con representantes de la Aduana Nacional, los productores de vino manifestaron su preocupación y exigieron a esta entidad hacer cumplir las leyes en relación al tributo que deben pagar los productos importados. “Nosotros, como control social, vamos a contribuir a estar en las batidas en las rutas para que se cumpla lo que establece la norma”, afirmó Sánchez.
El dirigente mencionó que, en Tarija, aproximadamente 7.500 familias se dedican a la producción de uva y de vino, las cuales actualmente sufren el impacto negativo que genera el contrabando de productos argentinos. En este departamento, según Sánchez, se cultivan alrededor de 3.600 hectáreas de uva para producir 15 millones de litros de vino por año.
Por su parte, el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT), Víctor Fernández, pidió al Gobierno dictar medidas de protección a la industria tarijeña y boliviana en general, puesto que los productos de contrabando que ingresan por Tarija no se quedan solamente en este departamento, sino que son distribuidos a Potosí, Santa Cruz y Beni.
“Yo creo que deben hacer como Uruguay, que ha cerrado la frontera con Argentina, ha restringido el ingreso de toda clase de productos. Eso es protegerse a ellos mismos, y eso es lo que estamos pidiendo”, dijo Fernández.
El representante del empresariado privado tarijeño agregó que existen normativas relacionadas con la nacionalización de productos que no se están cumpliendo a cabalidad, puesto que, con el pago del tributo correspondiente, los productos importados subirán de precio cuando estén en el mercado boliviano y no representarán una competencia desleal para los productos nacionales.
Sin embargo, en las conclusiones del documento que surgió de la reunión del sector privado con la Aduana Nacional, el pasado lunes, se menciona que esta entidad se compromete a “realizar de manera inmediata un control exhaustivo de las fronteras con el vecino país de la Argentina, implementando puntos de control patrullero en las áreas de Guayabillas, Zaire, Canaletas, Padcaya, Tojo, San Simón, la cuesta de Cóndor y varias otras zonas por donde está entrando el contrabando hormiga”.
Además, el documento establece el compromiso de la Aduana de convocar a los municipios fronterizos para trabajar de manera conjunta en contra del contrabando, puesto que existen sectores, como el gremial, de estas regiones fronterizas, que protegen el contrabando.
“La Aduana Nacional se comprometió a convocar a una próxima reunión al Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, siendo uno los actores que debe coadyuvar en los operativos y hacer cumplir la ley”, establece la última conclusión de mencionada reunión.
Aproximadamente 7.500 familias se dedican a la producción de uva y de vino en Tarija
CAE LA EXPORTACIÓN DE VINO EN 8,4%
A julio de 2018, la exportación de vino alcanzó un valor de 70.631 dólares frente a los 77.118 exportados en el mismo periodo de 2017, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
En tanto, en los primeros siete meses, Bolivia importó un valor de 1,4 millones de dólares de países como Argentina y Chile principalmente.
Los principales mercados del vino boliviano son Estados Unidos, China y Francia.
CÍVICOS PIDEN AL GOBIERNO MÁS INVERSIÓN EN TARIJA
El presidente del Comité Cívico de Tarija, Juan Carlos Ramos, sostiene que las autoridades de Gobierno deben incentivar a la producción del empresariado privado de Tarija con la finalidad de movilizar la economía de este departamento.
Agregó que la caída de los ingresos por regalías hidrocarburíferas en este departamento es otro factor de preocupación, puesto que limita las inversiones y la actividad de las empresas prestadoras de servicios.
La caída del peso argentino no solamente redujo la actividad comercial en Yacuiba, puesto que, ante la crisis económica por la falta de empleo, también provocó una proliferación de contrabando de GLP y combustibles líquidos hacia el país vecino.
Según el concejal de Yacuiba, Mario Cavero, hace falta un mayor control por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).