Desarrollo de La Paz se empantana entre obras prometedoras
El crecimiento que alguna vez caracterizó al departamento de La Paz, que este julio celebra 208 años de su grito libertario, se vio estancado en, al menos, los últimos 10 años. Esa es la conclusión a la que llegaron analistas y autoridades quienes ven con preocupación que las grandes obras implementadas o comprometidas por el Gobierno Central, para este departamento, no dialogan con sus necesidades reales.
“La Paz ha perdido competitividad, protagonismo y peso económico”, asegura el analista Iván Arias, quien desde su perspectiva considera que esto se debe “a las políticas económicas implementadas por el Gobierno como la no depreciación del dólar, la elevación de salarios y el doble aguinaldo que lo que han hecho es anular la iniciativa privada. Hoy La Paz y El Alto son grandes centros de comercio”, asegura.
Según los expertos y autoridades consultadas, este estancamiento se debe también a la reducción de presupuestos tanto para el municipio como para la gobernación, ya que se retrasan las obras; a los conflictos sociales que han debilitado al sector servicios, en el que hace dos décadas la ciudad era punta de lanza; y a las políticas económicas que han hecho que las fábricas e industrias migren al exterior o al oriente del país. El gobernador de La Paz, Felix Patzi, explica que desde 1994 el departamento se vio afectado por la implementación de la Ley de Participación Popular que le quitó a las entonces prefecturas el ingreso por coparticipación tributaria. “Se ha perdido el ingreso de siete impuestos, más el aduanero”, explica. “Desde entonces el departamento ha subsistido con recursos reducidos. Cuando se implementó las autonomías se devolvió protagonismo a las hoy gobernaciones, pero no se devolvieron los recursos perdidos”.
Sumado a ello, el analista Julio Alvarado considera que las convulsiones sociales de 2003 son otro factor que han mermado cualquier posibilidad de desarrollo del departamento. “Desde octubre de 2003, la convulsión social que vivió principalmente La Paz fue el factor que ahuyentó la inversión privada en el departamento. Todo se ha ido a Santa Cruz”.
Este estancamiento se acentuó más ya que las grandes obras comprometidas por el Gobierno, no responden necesariamente a las necesidades del departamento, pues a decir de Arias, “no son obras que impulsen un desarrollo”, agrega. Regalos monumentales
El teleférico, el ingenio azucarero San Buenaventura y las comprometidas represas de El Bala y el Chepete, además, de la planta nuclear son algunos de los grandes regalos que el Gobierno ejecutó o que tiene comprometido desarrollar para La Paz.
Para Arias estas megaobras más que regalos son castigos. “No se necesita una planta nuclear en El Alto. Esa ciudad necesita antes hospitales de tercer nivel. La idea del teleférico que era buena, hoy se ha convertido en un gran negociado ¿cuál es la justificación de hacer un teleférico en la paralela a la avenida Busch?”.
En el caso de las represas de El Bala y el Chepete, tanto Arias como Alvarado coinciden en que se corre el riesgo de dejar un daño severo al ecosistema que a la larga será mucho más caro. Sumado a las megaobras, el año pasado, la administración central firmó contratos para la construcción de “10 unidades educativas, un coliseo multifuncional en el ayllu Hampaturi y el sistema de electrificación del Club The Strongest, Rafael Mendoza”, se lee en un informe de ABI.
Mientras que en la última década, el Gobierno desarrolló en el departamento 579 proyectos de saneamiento básico, 392 de educación, 287 agropecuarios, cinco de urbanismo y vivienda, 105 de transporte, 164 de salud, 48 de recursos hídricos, 365 de generación de empleo, cinco de prevención, uno de justicia, uno de fortalecimiento institucional, seis de energía y cuatro de industria y turismo, detalla ABI.
Para Patzi, estas obras -en su mayoría- no dialogan con las necesidades de La Paz. “Solo algunas ayudan como es el caso de las carreteras pero esto el Gobierno lo hace desde su competencia nacional y quitando recursos a los municipios porque les obligan a dar contrapartes”.
El Gobernador explica que las obras de la administración central no están diseñadas en función de la planificación departamental o del municipio donde se hallan las verdaderas necesidades de cada zona. “En este caso, como no se respeta los planes, el Gobierno ha optado por obras que pueden llegar a mayor cantidad de gente pero que no son relevantes para su desarrollo es el caso de los bonos, las escuelas o las canchas”.
Bajos recursos retrasan las obras
Para el alcalde Luis Revilla el desarrollo de La Paz no se ha estancado, sino que se ha retrasado a causa de la reducción de recursos de los últimos dos años (ver infografías). “Debido a ello hemos tenido que postergar algunos proyectos nuevos o establecer una nueva ejecución mucho más lenta. Si hubiéramos contado con los recursos de hace años, así como hemos construido el hospital La Portada y de Cotahuma ya hubiéramos construido el hospital de San Antonio. Las cosas se hacen más lentas”, expresa.
Para Patzi la situación es mucho más complicada en el caso del departamento. Debido a la reducción de recursos, “ni los prefectos ni los gobernadores de La Paz han podido solucionar problemas, ni hacer proyectos de gran envergadura que potencien al departamento”. Explica que lograr mejores recursos para el departamento pasa por el debate del pacto fiscal.
De polo industrial a mercado
“El Alto, que estaba emergiendo como el Shanghái paceño, hoy es un simple mercado. De la misma forma, La Paz que era punta de lanza en tema de servicios hoy es una ciudad de comercio”, afirma Arias, quien señala que en la actualidad el departamento no tiene producción agropecuaria sostenible. “Tomates, papas y otras verduras nos entran del Perú”.
En el caso de El Alto explica que hace 10 años este era el municipio donde estaban asentadas grandes fábricas e industrias. “Los grandes productores de muebles del país estaban en El Alto. También tenía grandes productores de orfebrería. De igual forma se tenía importante presencia de metal mecánicos y textileros. Estos hoy se fueron al norte de Chile o al Sur del Perú o al oriente del país”.
Coincide con él Alvarado quien complementa que el último golpe que se dio al sector productivo de La Paz se dio recientemente con la Ley de la Coca que permite que la coca del Chapare compita con la coca legal de Los Yungas en el mercado nacional. El sector servicios se debilitó
En el caso de la ciudad, otro de los sectores que quedó estancado, explica Arias, es el de los servicios. “La Paz ha perdido competitividad en cuanto a hotelería y realización de eventos. Todo eso se ha ido a Santa Cruz, donde en la actualidad se tiene una inversión comprometida y en ejecución de más de 300 millones de dólares, solo en construcción de hoteles y esto se debe a la inestabilidad política de los últimos años”.
En poco tiempo La Paz tendrá “el mejor” sistema de transporte y de salud del país
Pese al panorama adverso que vive el departamento, el municipio de La Paz presentó importantes avances en materia de transporte y salud, explicó el alcalde Luis Revilla.
En estos años, “se priorizó en temas de transporte. La Paz va a terminar teniendo el mejor sistema de transporte del país, con la ampliación de las rutas del Pumakatari y con su articulación y vinculación con el Teleférico”, indicó la autoridad. La idea, aseguró, es construir un sistema integrado de transporte.
Sumado a ello, se han tomado otras medidas que acompañan este desarrollo con la construcción de nuevas vías y de nueva infraestructura vial. “Hemos construido el puente Ferrobeni, el puente San Antonio y más adelante vamos a entregar el puente gemelo del de Las Américas. Todo eso hace al sistema de transporte”.
Por otro lado, otro sector que se priorizó desde la Alcaldía tiene que ver con el área de salud, “Se ha construido hospitales enormes que son verdaderamente un lujo. Siendo hospitales públicos no tienen nada que envidiar a algunas clínicas privadas de la ciudad”, detalló Revilla quien señaló que recientemente se entregó el hospital municipal de segundo nivel La Portada, que cubre cinco especialidades médicas.
De igual forma, se concluyó el Hospital Cotahuma, que tiene cinco niveles, 100 camas, consultorios, áreas de diagnóstico, laboratorios, quirófanos, salas de parto, área de maternidad, neonatología y servicios de radiografías.
Queda pendiente la construcción del Hospital San Antonio, con el cual se plantea implementar un sistema de salud más eficiente.