US$ 100 millones para la sostenibilidad de las operaciones aéreas

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Las líneas aéreas nacionales mediante documento firmado por el representante de la línea Amaszonas, solicitan al Gobierno medidas urgentes para salvar al sector de una inminente quiebra si es que no se atiende un plan de emergencia.

Piso 12 Hotel Ritz. La cadena cuida los procedimientos. Atraviesas el portón del edificio después de haber pasado consecutivamente un par de frenazos recomendados por los protocolos de seguridad en plena pandemia de la Covid-19. Es agradable, aunque pueda parecer bastante mecánico que el bell boy te observe llegar por el portón entreabierto y te apunte una pistola a la cabeza para medir la temperatura corporal que no debe sobrepasar los 37,5°, luego proceda a la desinfección arrojando el rocío de un líquido incoloro sobre tu cuerpo y cuide de apretar los botones del elevador para evitar cualquier riesgo de contagio. El sector de la hotelería vive un infierno. Desde marzo ha permanecido resignado ante la cancelación de reservas programadas y debe buscar formas imaginativas para generar ingresos al paro impuesto. Hotelería, turismo, aviación y las actividades conexas que de acuerdo a un estudio de la línea aérea Amaszonas afectará a un millón de trabajadores ha encendido las luces rojas de alerta. En el piso 12 una y otra vez los ocupantes de la suite se desinfectan las manos. En la mesa central del living de recepción unas golosinas de pastelería, tasas desordenadas; un folder con la insignia de la línea llega a mis manos.

Los ejecutivos de las aerolíneas comerciales, o casi todos los que he conocido, tienen mentes brillantes, son ágiles en las respuestas e inconfundiblemente inquietos. El tipo de personas que no se resignan fácilmente. Tienen la capacidad de llenar aviones en operaciones complejas de sus mentes; volarlos, aterrizarlos imaginariamente, pero, sobre todo, prevenir los riesgos de lo que está pasando adentro y tener respuestas para todo. Luis Vera Alvarez Plata, vicepresidente ejecutivo de Amaszonas, aparece por una de las puertas de la suite y en seguida sonríe escuchando el audio de una voz para una propaganda de la compañía. El virus se ha entrometido y ha hecho cambiar todos los planes de vuelo.

Luis Vera no se parece en nada al relato pesimista de otros ejecutivos en otros rubros que prefieren iniciar cualquier conversación indicando quejas y apuntando dificultades que llenan el horizonte de más plagas. La temida recesión económica es otra palabra en boga. Desde que el Estado manifestó su disposición para asistir con ayuda a algunas empresas, los pedidos no dejaron de llegar a los escritorios de las autoridades de Estado. El caso de Amaszonas sin ser similar se parece. Los operadores aéreos saben que si el paro se prolonga por más tiempo se van a ver obligados a despedir empleados y cerrar operaciones en algunas rutas.

Aun ante el pesimismo expuesto, Luis Vera Alvarez Plata cruza las piernas en un sofá de la suite del Ritz y dice que se ha reunido con el ministro de Obras Públicas pero que no atendió las demandas de las aerolíneas. Vera Alvarez Plata habla a nombre de la línea bandera BoA, EcoJet y, claro de Amaszonas. Su visita a La Paz transcurre de reunión en reunión, entrevistas con la prensa para hacer conocer la situación de riesgo que se viene si no hay una reacción inmediata. “Mañana será muy tarde”, dice. Ese criterio es el común denominador en medio de una cuarentena que no parece haber bajado el ritmo de contagios. El ejecutivo de la compañía aérea sostiene que en un par de oportunidades sostuvo reuniones con las máximas autoridades del Ejecutivo para transmitirles algo que ya entonces para él parecía inminente: la quiebra de los operadores de la aviación comercial en caso de no aplicarse un plan rápido de salvataje, oneroso sí, pero fundamental para evitar que Bolivia, que ya tiene la desventaja de ser un país mediterráneo, pierda presencia en los mercados atrayendo además de turismo, comercio, inversiones y mejorando la imagen del país en la dinámica de difundir nuestros valores culturales.

“Todas las metas están a punto de perderse si no tenemos la capacidad de reaccionar rápidamente”, dice. El tiempo para el sector de la aviación guarda una relación muy próxima con la rapidez de las respuestas. En 2019 la aerolínea desarrolló un plan de expansión muy agresivo, incorporó modernas naves y amplió su itinerario. Nunca antes se había visto algo parecido. Amaszonas además de ser una línea nacional tiene alianzas en Uruguay, Argentina, Paraguay, Brasil, Chile y Perú. Sus inversiones bordearon los US$ 200 millones. En sus manos tiene una carpeta que contiene una carta considera clave.

Está dirigida a la presidenta de transición, Jeanine Añez. En ella expone los motivos que llevaron a varios Estados del mundo a inyectar capital para que no paren las operaciones aéreas consideradas de importancia estratégica, tanto social y económica para sus países. En la nota expone un plan de salvataje. “El Gobierno, está obligado a consensuar y ejecutar un plan para la sostenibilidad y recuperación del sector aéreo”, dice.

En otro parte de la misma carta solicita que el Gobierno asegure medidas inmediatas para salvar al sector. “Para garantizar el reinicio de operaciones de las líneas aéreas, requerimos de servicios, condiciones económicas favorables para hacer sostenibles las operaciones de corto, mediano y largo plazo”. Tras justificar el pedido las líneas áreas solicitan una línea de financiamiento de US$ 100 millones para capital de operaciones en favor de las empresas del sector. “Se trata de préstamos de liquidez que serán pagado y no de fondos a cuenta perdida”. Además, en la misma nota se solicita la rebaja de un 50% del precio de combustible para aviación para las operaciones domésticas e internacionales. El mismo porcentaje de descuento sobre el pago de servicios a SABSA – AASANA. Y, finalmente, las líneas aéreas solicitan a la presidenta del Gobierno transitorio que interponga sus buenos oficios ante el Servicio de Impuestos Nacionales y la Aduana “para que amplíen por 84 meses el plazo de sus facilidades de pago, sin la presentación de nuevas garantías y sin mantenimiento de valor, intereses y sanciones”.

Un día antes en una rueda de prensa Luis Vera Alvarez Plata señaló que están en riesgo de perder sus fuentes de trabajo alrededor de un millón de trabajadores relacionados al aérea de turismo, hotelería y operadores aéreos.