
La moneda pierde terreno y abre la puerta a alternativas.
La revista Veja en su última edición ha publicado un Reportaje de tapa sobre la inestabilidad de la moneda norteamericana que está llevando a los bancos centrales del mundo y a inversionistas a buscar refugios en el oro y el euro. La nota hace referencia a declaraciones de expertos que hablan del tema. Por ejemplo, recoge la impresión del recientemente jubilado Warren Buffett cuyo mantra de que “nunca apuestes contra EEUU” parece derretirse, tras un dominio de casi un siglo.
Todos conocen a Buffett, nacido en 1930, durante la Gran Depresión, Buffett sobrevivió a una Guerra Mundial y varias crisis, pero siempre se mantuvo optimista. Es simbólico que, el día que anunció su retiro, el 3 de mayo, el financista revelara sus temores sobre el futuro del dólar, la moneda de la mayor potencia económica del mundo. El dólar está perdiendo valor frente a sus contrapartes extranjeras, lo que lleva a los bancos centrales de todo el mundo a buscar otras formas de garantizar sus reservas, como el oro y el euro. Los economistas debaten abiertamente si la era del dólar como referencia para almacenar valor e intercambiar valores entre países y empresas está llegando a su fin, tras ochenta años de dominio absoluto. “Tengo mucho miedo de cuál será el futuro de la moneda”, declaró Buffett.
Esta no es la primera vez que el dólar se deprecia frente a otras monedas. Recientemente, durante la pandemia de Covid-19, su caída fue aún mayor. Pero esta vez, se produce simultáneamente con otro fenómeno menos frecuente: las tasas de interés de los títulos de deuda estadounidense están subiendo. En tiempos de incertidumbre, los inversores tienden a buscar dólares y bonos del Tesoro estadounidense para proteger su capital, precisamente porque se consideran inversiones seguras. Cuando existe una discrepancia entre las trayectorias del dólar y la prima de la deuda estadounidense —como ocurre ahora, con una bajando y la otra subiendo—, es señal de un exceso de oferta, es decir, una fuga de capitales hacia activos considerados menos riesgosos.
Inicialmente, la teoría predominante era que China y, en menor medida, Japón e India estaban vendiendo sus bonos del gobierno estadounidense, invirtiendo sus reservas en el mercado para presionar a Estados Unidos a reducir los aranceles de importación. Sin embargo, cada vez es más evidente que incluso los grandes fondos de pensiones estadounidenses buscan diversificar sus carteras, preocupados por el futuro de la economía del país. “Hay indicios de un cambio de ciclo económico, en el que la percepción de los inversores sobre Estados Unidos ha cambiado”, afirman expertos en finanzas. Ellos afirman que la caída de su valor, las erráticas políticas económicas estadounidenses y el aumento de la deuda estadounidense ponen en jaque el dominio de la moneda estadounidense.