INE refuta el estudio sobre 61% de pobreza multidimensional

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Foto: INE

El Instituto Nacional de Estadística rechazó ayer el estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), que establece que el 61% de los bolivianos sufren “pobreza multidimensional”. El director de Estadística e Indicadores Económicos y Sociales del INE, Humberto Arandia, afirmó que esa investigación “adolece de fuertes diferencias respecto a la metodología internacionalmente aceptada”.

Acusó al Cedla de manejar erróneamente el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM). “La verdadera cifra es 20,4%, de acuerdo a un estudio de julio de este año de la Organización de Naciones Unidas (ONU)”, afirmó el funcionario.

“El resultado de Naciones Unidas (y la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de Oxford (OPHI) para el IPM muestra que el 20,4% de las personas tienen pobreza multidimensional, versus el 61% del ejercicio del Cedla”, dijo.

La causa de la amplia diferencia entre ambos es que el Cedla “incorpora dimensiones que no están bajo el estándar internacional, es decir, no analizan educación, salud y calidad de vida como harían los estándares internacionales”, explicó.

Este martes, Página Siete publicó la investigación del Cedla que concluye que seis de cada 10 bolivianos sufren pobreza multidimensional. “La pobreza se produce socialmente y es multidimensional; se puede medir desde distintas perspectivas, dimensiones e interacciones, así como identificar sus causas estructurales”, dice el Cedla.

Es así que el estudio identifica una diferencia sustancial con la forma tradicional de medir la pobreza por ingresos: “En 2017, el 34% de la población  era pobre por ingresos, mientras que los pobres multidimensionales llegaron al 61%”, según el INE y el IPM del Cedla.

El Cedla señala que entre estas dimensiones se encuentra la falta de acceso a recursos monetarios y de bienes durables, que “influyen significativamente en la incidencia de la pobreza multidimensional” en el país.

El INE destacó que el IPM es desarrollado  en colaboración entre la ONU y la Iniciativa sobre Pobreza y OPHI, “siendo esta metodología de carácter muy técnico y riguroso desde su concepción. Estas dos instituciones son las encargadas de validar y monitorear los IPM de los países”.

Arandia explicó que el  IPM desarrollado por la ONU y la OPHI analiza tres dimensiones de pobreza: (1) Educación: años de escolaridad y asistencia a centros educativos; (2) Salud: mortalidad infantil y nutrición, y (3) Calidad de vida: servicios básicos y tenencia de activos fijos. “Estas dimensiones, al momento del cálculo, pesan lo mismo para evitar apreciaciones distintas y evitan contar con indicadores basados en percepciones”, dijo.

 

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