La caída del precio del petróleo y la crisis en Venezuela

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Los venezolanos tiemblan cada vez que caen los precios del petróleo. Así que, a la vista de la actual tedencia del crudo y del agravamiento de la crisis que se avecina, el presidente, Nicolás Maduro, ya anda pregonando que la culpa es del contrabando, del mercado negro… y de Estados Unidos, país al que acusó de «inundar el mercado del petróleo para bajar los precios y perjudicar a Rusia y a Venezuela».

El crudo venezolano ha rozado estos días los 76 dólares el barril, su valor más bajo desde 2010. La agencia Bloomberg estima que los ingresos de Venezuela podrían disminuir este año en unos 10.000 millones de dólares. Muy grave sería entonces el impacto de la caída de los precios en las cuentas fiscales. Según el Bank of America Merril Lynch, si continúa el declive en la cotización del crudo, el Estado necesitará una «financiación adicional» de 12.000 millones de dólares, lo que requería aplicar duros ajustes en 2015. En ese sentido, el estudio del Banco advierte de que «por cada dólar de caída en los precios del petróleo, el sector público pierde 770 millones de dólares en ingresos netos». El escenario «más pesimista» apunta que el precio podría oscilar en torno a los 80 dólares el barril, lo que desequilibrará gravemente las cuentas del país.

El economista Francisco Chirinos aseguró que el impacto de esta caída se sentirá especialmente a finales de año. Chirinos sostiene que es «imposible» que no cause efectos negativos, como asegura Maduro, porque el gobierno mantiene un «gasto excesivo» que, a su vez, presionará sobre una inflación disparada en el 60%.

Los ingresos de Venezuela depende en un 96% del petróleo. ¿Qué hacer en la época de las vacas flacas? Las recetas recomendadas son la devaluación y aumentos de precios, medidas que el gobierno intenta retrasar cuanto puede.

La oposición ha puesto el grito en el cielo cuando ha sabido que Venezuela ha importado petróleo, tras la llegada el sábado de un cargamento de crudo procedente de Argelia. Petróleos de Venezuela (Pdvsa) justificó la importación afirmando que se trata de «crudo liviano para diluir el petróleo extra pesado extraído en la Faja Petrolífera Hugo Chávez» (antes Faja del Orinoco). Pero la oposición insiste en que la decisión pone al descubierto cómo Venezuela carece de la tecnología con la que tratar el crudo que mana de sus fértiles yacimientos.

Políticas populistas

Muy crítico se mostró José Toro Hardy, ex director de Pdvsa: «Todo esto ocurre por la política populista sin precedentes aplicada en la industria petrolera que se ha convertido en el brazo político de la revolución bolivariana», declaró al diario El Carabobeño.

Las consecuencias de la merma de ingresos del petróleo serán una creciente falta de divisas para adquirir alimentos y bienes de equipo y el aumento de una inflación que ya está fuera de control. «Vamos a pasar por una grave situación económica. El gobierno se verá obligado a devaluar la moneda, a aumentar el precio de la gasolina y a disminuir o interrumpir las dádivas que se le vienen dando a Cuba y otros países a través de Petrocaribe», señala Toro.

Por su lado el director de la consultora Datanálisis, Luis Vicente León, señaló que hay tres fórmulas «para enfrentar el creciente déficit: ajustar la economía, endeudarse con muy altos intereses o destruir lo que queda». Señaló en este sentido que «seguir financiando el déficit de Pdvsa (hoy alrededor de 8% del PIB) con dinero inorgánico del BCV es suicida. La inflación será atómica». Tras lo que apuntó que «ni los rusos ni los chinos son pendejos. También ellos exigirán racionalidad económica para seguir prestando».