Es una de las tasas de crecimiento más bajas en por lo menos dos décadas. El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU dijo que la actual desaceleración económica mundial “afecta tanto a las potencias como a los países en desarrollo y muchos enfrentan riesgos de recesión en 2023”. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional también rebajaron sus pronósticos de crecimiento para este año.
Naciones Unidas se une al grupo de organismos que han reducido su previsión de crecimiento global. Según los economistas, el anterior pronóstico del 3% para 2023 no podrá lograrse debido a varios factores, entre ellos la elevada inflación, crisis energética y alimentaria por la guerra en Ucrania y complicaciones por la pandemia del Covid-19 que ha complicado la reactivación de China, la segunda economía del mundo.
Según la ONU, si la inflación disminuye gradualmente y la situación mejora en la mayoría de los desafíos anteriores, el repunte para 2024 puede llegar al 2,7%.
“Se vislumbra una desaceleración severa y generalizada de la economía global en medio de una alta inflación, un endurecimiento monetario agresivo y una mayor incertidumbre”, con estas palabras describió el secretario general de la ONU, António Guterres la situación económica para el mundo este año en el informe de 178 páginas.
El FMI y el Banco Mundial ven un panorama económico sombrío
A principios de enero, el Banco Mundial (BM), que presta dinero a los países más pobres para proyectos de desarrollo, redujo su previsión de crecimiento casi en un 50%, diciendo que la economía global para este año crecerá un 1,7% y no un 3% como estimó previamente.
Otro de los organismos que había previsto una desaceleración paulatina del crecimiento mundial fue el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en octubre del año pasado dijo que del 6% registrado en 2021, el mundo pasaría a un 3,2% en 2022 y hasta el 2,7% en 2023; sin embargo este último dato puede reducirse mucho más luego de las estimaciones de una recesión global, los masivos recortes de las grandes tecnológicas y las elevadas tasas de interés.
Con AP