La producción de los principales alimentos en Bolivia, como la soya, el sorgo, el maíz, el trigo, el girasol y la chía, disminuyó en 5 por ciento en la gestión 2022, debido a la sequía que mermó los rendimientos. El sector productivo manifestó su preocupación, porque la caída de la producción se da por segundo año consecutivo.
El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fidel Flores, informó que la producción de mencionados alimentos alcanzó un volumen de 4.523.978 toneladas, es decir, un 5 por ciento menos que la producción de 2021, cuando se alcanzó las 4.784.317 toneladas.
Flores explicó que la reducción de la producción se debe a la disminución de los rendimientos a causa de la sequía, que afectó a la campaña de verano y la de invierno. La falta de agua derivó en una reducción de 966.000 toneladas en comparación con el 2020, considerada una gestión normal, es decir, sin afectación por sequía.
A pesar de la disminución en los volúmenes de producción, la cadena productiva de alimentos generó un movimiento económico de al menos 1.800 millones de dólares, monto que implica un aumento del 12 por ciento en comparación con 2021.
El presidente de Anapo hizo notar que, en cuanto a la superficie sembrada en 2022, se reportó un incremento de solamente el 4 por ciento, por lo que consideró que los agricultores requieren mejorar sus condiciones a través de la seguridad jurídica de sus tierras.
“Esperamos retomar la agenda productiva planteada al Gobierno lo antes posible, porque es apremiante realizar un esfuerzo público-privado conjuntamente para generar esas condiciones que nos permiten aumentar la producción de alimentos”, dijo Flores.
En este sentido, dijo que se planteó al Gobierno avanzar en medidas como el acceso a la biotecnología, la seguridad jurídica de las tierras productivas y el fortalecimiento de la lucha contra el contrabando.
Según las estimaciones de Anapo, el sector dejó de producir casi un millón de toneladas de alimentos en 2022 por no acceder a la biotecnología, puesto que el uso de semillas genéticamente modificadas permite contar con cultivos resistentes a la sequía, plagas y enfermedades, lo cual deriva en un aumento de los rendimientos.
Escasez de maíz
La producción de maíz en 2022 alcanzó un volumen de 453.000 toneladas, que implica una disminución del 28 por ciento en relación con 2021, según datos de Anapo.
En este contexto, el sector avicultor manifestó su preocupación por la escasez de maíz, el principal insumo en la producción de carne de pollo.
El presidente de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz (ADA), Omar Castro, afirmó que la oferta de maíz no está garantizada para 2023, por lo que consideró urgente aprobar un decreto para importar este grano.
Gobierno cuestiona alza del precio
El viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, afirmó que los empresarios de Santa Cruz subieron el precio del kilo de carne de pollo a 15 y 15,50 bolivianos, para “recuperar de alguna manera las millonarias pérdidas económicas” durante los 36 días de paro cívico.
“Lo irónico es que son los propios empresarios que de alguna manera han estado financiando, aportando e incentivando el paro, afectando la economía de todo el departamento, que le han encontrado la manera de meterle la mano al bolsillo del consumidor y recuperar alguito de lo que han perdido en el paro”, afirmó la autoridad.
Por lo general, el precio del kilo de pollo en Santa Cruz está entre 10, 10,50 y 13 bolivianos.