Las nuevas tareas de la Cámara Nacional de Comercio

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Foto: dat0s

Es necesario que el Gobierno reconozca el valor del sector privado como generador del aporte al Producto Interno Bruto, aquí, las asociaciones público privadas, (APPs) son un desafío para ambos. Las APPs pueden darse en varios sectores de la economía, como la agroindustria, la agricultura, la minería o la llamada economía naranja que es el desarrollo del talento humano. Ésta debe merecer mayor atención de parte del Gobierno, pues hemos dedicado más esfuerzos a la labor extractivista, sin darnos cuenta que la Economía Naranja genera valor por los bienes y servicios que ofrece. Se fundamenta en la propiedad intelectual. Según el BID esta actividad generó el año 2005 el equivalente al 6% de la economía mundial.

Es innegable que en los últimos años la inversión pública estuvo por encima del 4% del PIB., lo cual es bueno, cuando estos recursos se destinan a la logística adecuada e infraestructura, que coadyuven en el trabajo del sector privado, por ejemplo: caminos, aeropuertos y puertos. Se destaca el adecuado manejo macroeconómico del Gobierno.

Una de las prioridades del nuevo directorio de la CNC en su relacionamiento con el Gobierno; el Estado debe dejar a los privados asumir los riesgos en muchos sectores en los que ahora está incursionando. A la Cámara Nacional de Comercio también le preocupan algunos aspectos macroeconómicos como son el déficit fiscal, la balanza comercial negativa, el doble aguinaldo, la informalidad que actualmente es de más del 70% y el contrabando cuya ilegal actividad alcanza a por lo menos US$ 2.000 millones al año. Todos estos temas deben ser analizados cuidadosamente en negociaciones entre Gobierno y privados.

El sector privado nacional necesita de los esfuerzos estatales para lograr un entorno amigable y adecuado para invertir, pero también la diplomacia empresarial puede abrirnos puertas con nuestros pares de otros países, negociando acceso al comercio internacional, puertos e integración económica, pensemos en el MERCOSUR, la CAN, la Comunidad Económica Europea y otras. La CNC debe acelerar su internacionalización, que no es otra cosa que mirar a economías como la India, Colombia, Brasil, Paraguay o China, donde el sector privado genera crecimiento y desarrollo.

Por otra parte, tiene el objetivo de fomentar la formación de nuevos líderes y empresarios del mañana, para lo cual pretende fortalecer las instituciones académicas de la CNC, como la Universidad Real e Infocal. Se enfocará en crear empresas e instituciones como FUNDEMPRESA que demuestra eficiencia empresarial, INFOCENTER y DIGICERT que tiene certificada la firma digital.

La CNC, institución que logró sobrevivir 129 años gracias a su tradición democrática, impulsa a sus líderes a trabajar por el empresariado, en defensa de los principios que rigen la libre empresa y en beneficio de empresarios grandes, medianos y pequeños. No se debe olvidar que para ser empresario en Bolivia se requiere audacia. Enfrentar a la burocracia y sobrellevar la adversidad, implica arriesgar, perseverar para lograr el triunfo sin una receta mágica.

Las empresas están en un momento de cambio, en el que deben empezar a integrar tecnología digital en todas las áreas, cambiando la forma en que operan y brindan valor a sus clientes. El desarrollo de nuevos sectores y la digitalización de la empresa solo será posible si entran en el tren de las energías renovables. Por eso, se debe impulsar y liderar el desarrollo de soluciones para lograr la producción con energías limpias, contrarrestando el calentamiento global.

Se deben fomentar políticas públicas para el fortalecimiento de la empresa privada, pues los empresarios proporcionan un empleo digno a sus empleados y trabajadores, otorgándoles un seguro médico y proporcionan una jubilación aportando a los fondos de pensiones. Estos fondos en las AFPs, que actualmente suman más de US$ 16.000 millones, otorgan préstamos al Gobierno central; colocan depósitos en la banca; compran títulos en el sistema financiero y bolsa de valores de proyectos del sector privado y público produciéndose un círculo virtuoso.

El Estado debe garantizar la seguridad jurídica necesaria y abrir otras áreas para la inversión privada. De esta forma el Gobierno podrá centrar su atención en inversiones que permitan reforzar un círculo virtuoso facilitando el accionar del sector privado en áreas que le permitan generar las divisas que necesita el país para evitar la permanente reducción de las reservas internacionales.