Percepción de los Indicadores Macroeconómicos y Condiciones de vida de la Población

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Foto: Ivan Rodriguez Petkovic

Tipo de investigación:  Cualitativa

Técnica empleada: Grupos Focales

Cantidad de grupos: Dos diferenciados por sexo

Ámbito geográfico: La Paz

Participantes por grupo: Cinco participantes

Especificaciones de los grupos: Tipo socioeconómico “B” (Clase media alta), profesionales con Pos Grado / grupo varones; tres economistas y dos financieros/ grupo mujeres; dos administradoras de empresa, una socióloga, una especialista en el área de comunicación).

 

El primer estudio cualitativo de dat0s Investigación reunió un importante grupo de profesionales hombres y mujeres con post grado en diferentes rubros. Escogimos el tema “Percepción de los Indicadores Macroeconómicos y Condiciones de Vida de la Población” porque consideramos que desde el punto de vista ético toda fuente de riqueza es social y por lo tanto implica responsabilidades sociales de quienes manejan los indicadores económicos.

En este primer trabajo se advirtió un enorme interés de los participantes por aportar información respecto a la situación de la economía. Una de las conclusiones a las que arribaron los dos grupos que trabajaron por separado es que el país necesita establecer un punto de equilibrio con información fiable para avanzar sus metas de desarrollo. Todos ponderaron el crecimiento económico innegable que alcanzó Bolivia en los últimos años, pero también expresaron su genuina preocupación de desconfianza por los datos oficiales. En esa línea mencionaron el paulatino decrecimiento de las Reservas Internacionales Netas (RIN) después de haber alcanzado el récord histórico de US$ 15.000 millones en 2014. “Este modelo es vulnerable por su dependencia de la eficiencia gerencial del sector público y por un requerimiento mayor y progresivo de las Reservas Internacionales Netas (RIN); ya sea vía mayores exportaciones y/o aumento de la deuda externa”.

Según las percepciones manifestadas por los participantes llegamos a las siguientes conclusiones generales:

  • PIB / Crecimiento positivo con baja inflación.
  • Nivel de Reservas Internacionales Netas (RIN) suficientes.
  • Presencia reiterada de Déficits en la Balanza de Pagos y Déficit Fiscal (Déficit gemelo).
  • Poca confiabilidad de los datos oficiales de la macroeconomía.
  • Reducción de empleo formal y aumento de la informalidad económica que no se mide.
  • Bajo nivel de inversión privada.
  • Gran disponibilidad de recursos pero la estructura de la economía nacional no ha cambiado.

 

Opinión Mujeres

 

Aunque las proyecciones sobre el crecimiento de la economía del país en 2018 son positivas, las cifras oficiales sobre varios indicadores económicos y sociales del país devela una realidad “preocupante”, pues Bolivia se mantiene como uno de los países más pobres de Sudamérica, con el segundo PIB per cápita más bajo, una deuda externa creciente, un déficit fiscal y comercial muy altos, por lo que el país sigue siendo muy vulnerable a una desaceleración económica.

El problema principal será el continuo incremento del gasto público. Ya se ha visto en 2016 y 2017, que está perdiendo eficiencia para lograr dinamizar la economía y que requerirá del aporte del sector privado para lograr sostener el consumo.

Sin desmerecer los avances alcanzados, hay que mirar la realidad boliviana en todo su contexto y comparativamente con los otros países de la región. Como ejemplo los índices de pobreza, desempleo, informalidad y contrabando de Bolivia, Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay, entre los dentro de los cuales comparativamente Bolivia se ubica entre los peores.

El desempeño del sector exportador es decreciente, contrariamente las importaciones que están en ascenso.  A ello se agrega uno de los mayores flagelos de la economía del país que es el contrabando; es una situación compleja.

Finalmente, es preocupante el bajo nivel de inversión privada, debido a la insuficiente seguridad jurídica.

 

Opinión Hombres

 

Se percibe un deterioro de la credibilidad de la información estadística sospechándose que hay una distorsión política de la realidad y una demora intencional en la publicación de los datos; ambos elementos   generan dudas. Sin embargo, si hablamos de crecimiento económico, efectivamente el país ha crecido.

Presencia reiterada de (Déficit de Balanza de Pagos y Déficit Fiscal (Déficits gemelos) que genera una progresiva caída de RIN. En lo que va del 2018 las RIN se redujeron lo que demuestra que la tendencia no ha cambiado significativamente y que las divisas siguen mermando. Esta situación sumada a la otorgación de créditos a las empresas públicas, generan un panorama preocupante sobre el nivel futuro de las RIN.

Los déficits gemelos son financiados con deuda externa creciente, lo que lleva a suponer que el ritmo de endeudamiento externo seguirá aumentando.

Tipo de cambio muy subvaluado, aun antes del ajuste de tasas de interés de US, la crisis en Argentina y devaluaciones en Brasil y Chile, reduciendo la competitividad de Bolivia en los mercados externos.

El actual modelo económico basa el crecimiento del PIB en la inversión pública, el consumo interno y un tipo de cambio congelado. Este modelo es vulnerable por su dependencia de la eficiencia gerencial del sector público, y por un requerimiento mayor y progresivo de RIN; ya sea vía mayores exportaciones y/o aumento de la deuda externa.

Los salarios reales y las cargas impositivas en el país se han disparado. Los empresarios no quieren invertir/generar empleo por los costos sociales; esto tiene un impacto directo en la creación de la economía informal.

Un indicador preocupante es el decreciente nivel de utilidades de las empresas privadas, aspecto que refleja el deterioro financiero del sector y que conlleva una posible reducción de la inversión privada a corto plazo.

A pesar del importantísimo crecimiento de las exportaciones de Bolivia, las exportaciones tradicionales (minería e hidrocarburos) siguen representando casi el 80% del total de la matriz de exportaciones. Pese a la gran disponibilidad de recursos la estructura de la economía nacional sustancialmente no ha cambiado.

La mayoría de la población intuye lo que pasa con la economía, sabe de inflación. Los comerciantes y el público en general saben que algo está pasando con la moneda e intuyen que esto esta subsidiado.