¿Qué significa para Bolivia que Fitch Ratings haya bajado la calificación de riesgo a B-?

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Fitch Ratings reservas

La calificadora internacional Fitch Ratings rebajó ayer las calificaciones de incumplimiento de emisor (IDR) de largo plazo en moneda extranjera y moneda local de Bolivia de B a B- y revisó la perspectiva de la calificación de Estable a Negativa.

La causa: el agotamiento de sus reservas de liquidez externa que incrementa la incertidumbre a corto plazo y riesgos macroeconómicos.

“La rebaja de la calificación de Bolivia a ‘B-’ desde ‘B’ refleja el agotamiento de sus reservas de liquidez externa, lo que, a la luz de una vinculación monetaria ha aumentado en gran medida la incertidumbre a corto plazo y los riesgos macroeconómicos. La continua caída de las reservas internacionales a niveles bajos las ha vuelto vulnerables al riesgo de un shock de confianza, que se ha materializado en las últimas semanas. Se ha perdido el acceso al mercado de bonos externos y no hay perspectivas concretas de apoyo a gran escala de los acreedores oficiales”, se lee en el reporte oficial.

¿Qué significa un calificación B-?

Fitch Ratings explica que la calificación de B- “refleja una mayor incertidumbre en torno a la capacidad de las autoridades para gestionar esta situación, así como en torno a su gravedad dado el retraso continuo en la publicación de los datos de reservas internacionales. El servicio comercial externo a corto plazo especialmente bajo de Bolivia sigue siendo su principal fortaleza de calificación, lo que respalda la capacidad de pago de estas obligaciones, pero incluso esto podría cuestionarse en medio de una disponibilidad de divisas decreciente e incierta”.

Además, la calificadora externa señala que la posición externa de Bolivia “se ha deteriorado drásticamente en la última década como resultado de las políticas expansivas y la caída de la producción nacional de hidrocarburos”.

Bolivia de ser productor se ha convertido en importador neto de energía y eso preocupa a la calificadora.

El informe se conoce en medio de cuestionamientos a las políticas económicas del presidente Luis Arce y que se han manifestado en la escasez de dólares en casas de cambio y entidades financieras, aunque el Banco Central de Bolivia afirma que se trata de una desinformación y especulación.

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“La posición externa de Bolivia se ha deteriorado dramáticamente en la última década como resultado de las políticas expansivas y la caída de la producción interna de hidrocarburos, lo que ha convertido al país en un importador neto de energía al reducir las exportaciones y aumentar las necesidades de importación. Fitch estima que la cuenta corriente volvió a un déficit del 0,6% del PIB en 2022 desde un superávit del 2,1% en 2021 y proyecta un mayor deterioro en 2023” señala el informe.

Los grandes “errores y omisiones” (más del 3% del PIB) probablemente provienen de la actividad de contrabando, lo que indica una posición externa aún más débil, destaca la calificadora de riesgo.

“Las entradas de IED bajas y a veces negativas (lo que indica una desinversión neta), otras salidas de capital y la dependencia soberana del financiamiento del Banco Central (BCB) sobre el endeudamiento externo se han sumado a las presiones externas. Estas presiones se han intensificado en 2023, ya que las protestas han complicado algunas exportaciones, y la demanda de divisas se ha disparado en medio de la creciente preocupación por su disponibilidad”, indica.

Reservas agotadas y operaciones con el FMI

Fitch Ratings señala que las presiones externas erosionaron el stock de reservas del BCB, de $us 15,1 mil millones a sólo $us 3,5 mil millones, según el último reporte del 8 de febrero de este año, y observa que el Banco Central no haya transparentado la información.

Los últimos datos sobre el estado de las Reservas Internacionales (RIN) se publicaron el 8 de febrero de 2023. “Este nivel es muy bajo en relación con sus pares con tipos de cambio estabilizados. La no publicación de datos sobre reservas desde entonces y las dudas sobre su usabilidad plantean una mayor incertidumbre sobre la munición del BCB para manejar el shock actual”.

El informe revela un dato que no se conocía hasta ahora: “El oro representa la mayor parte de las reservas ($us 2.6 mil millones), pero no es libremente utilizable bajo la ley actual, y aún no se ha aprobado una reforma para cambiar esto (la “ley del oro”). Solo $us 911 millones eran moneda fuerte o DEG que se pueden vender por moneda fuerte (lo que Bolivia hizo recientemente por $us 300 millones, según datos del FMI)”.

Gobierno reivindica su modelo económico

El Ministerio de Economía respondió mediante un comunicado al informe de Fitch Ratings y afirmó que éste no consideró las fortalezas de la economía boliviana como la estabilidad económica que se logró después de la pandemia del Covid-19 y la actual incertidumbre de la economía a nivel global.

“La inflación más baja de la región y estabilidad de precios, el récord de exportaciones, altas recaudaciones tributarias, crecimiento del PIB del 4,3% al tercer trimestre de 2022, entre otros, son los indicadores de la estabilidad de la economía boliviana. La variación de la calificación menciona el movimiento de las RIN, no obstante, de acuerdo con Programa Fiscal Financiero 2023, las RIN presentarán una variación positiva respecto a 2022”, señala en una parte del comunicado.

Además, indica que el “incremento de las exportaciones de productos como la urea, carbonato de litio, hierro, la sustitución de importaciones y la exportación de productos no tradicionales, además de la potencial exportación de energía eléctrica para el segundo semestre de 2023” hacen posible esa variación positiva.

Luego destacó las exportaciones de Bolivia que se incrementaron en los últimos años hasta llegar a $us 13.363 millones en 2022 junto con el envío de remesas equivalentes a $us 1.437 millones “cifras que representan la generación de divisas que ofrecen liquidez en dólares a la economía boliviana”.

También hace mención de los desembolsos de préstamos para fortalecer la reactivación económica y el proyecto de ley de compra de oro para fortalecer las reservas internacionales.

Además, refiere que la calificadora no tomó en cuenta los elevados niveles de “bolivianización” o uso de la moneda nacional en el sistema financiero.

“El Gobierno nacional se encuentra en constante monitoreo y evaluación de la economía boliviana para la adecuada toma de decisiones para preservar la estabilidad económica en beneficio de la población, aplicando medidas para cuidar el bolsillo de los bolivianos” cierra la respuesta del Gobierno boliviano.

“Dejemos de buscarle medidas curita a la hemorragia”

Economistas expresaron que la baja calificación con tendencia negativa es una llamada de atención severa para el gobierno de Luis Arce.

“Fitch Ratings baja calificación de riesgo de #Bolivia a “B-” tendencia Negativa. Categoría “B” no significa bueno, bonito y barato. Es nivel de bono basura” tuiteó el economista Jaime Dunn.

El expresidente del BCB y economista, Gabriel Espinoza, consideró que “la Perspectiva Negativa se da por la incertidumbre del mercado sobre la capacidad de las autoridades para manejar esta situación” y que “la perspectiva es negativa también por la demora continua en la publicación de datos de reservas internacionales. Fue también la falta de transparencia”.

“La disminución de la producción de hidrocarburos ha convertido al país en un importador neto de energía al reducir las exportaciones y aumentar las necesidades de importación. Eso es insostenible y tenemos que hablar sobre eso” opinó en su cuenta de Twitter y finalmente advirtió de que “existen serios riesgos a la baja por las crecientes presiones en la balanza de pagos y las incertidumbres de política (la mala gestión política de Arce con Santa Cruz por ejemplo). O sea: el problema es de balanza de pagos, dejemos de buscarle medidas curita a la hemorragia”.

El economista Gonzalo Chávez destacó un dato no menor del informe: “El gobierno habría usado los derechos especiales de giro (DEG) de la participación que Bolivia tiene en el FMI. Habría hecho un cambio de monedas de 229.9 millones de DEG a 310 millones de dólares para reforzar las reservas internacionales del BCB. Se lo tenían bien guardadito”.

El expresidente Jorge Tuto Quiroga también concentró su análisis en ese punto: “Lapidario informe de @FitchRatings, confirma debacle económica del MAS en #Bolivia: se farrearon gas, dilapidaron reservas BCB, subieron déficit fiscal y esconden cifras desde 8-Feb. Fitch denuncia operaciones con FMI de $ 300M, por esto enjuiciaron a Añez”.