Es un tema de precios y oportunidades. Así justificó Armin Dorgathen, presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la decisión de recortar en un 30% el envío y venta de gas natural al mercado brasileño y aseguró que a pesar de las penalidades que aplique el vecino país, Bolivia, en este invierno, tendrá un ingreso extra de $us 100 millones, por haber destinado ese recorte y venderlo a Argentina que paga más por el energético.
En diálogo con EL DEBER, Dorgathen, en tono firme, indicó que la ‘jugada’ obedece a una estrategia comercial y no a una falta de producción, por lo que consideró que la multa que busque aplicar Brasil, por el envío menor en 7 millones de metros cúbicos día (MMm3/d), de gas natural, será menor a la impuesta en 2018, cuando Bolivia tuvo que pagar $us 100 millones.
“Lo de 2018 fueron penalidades por falta de producción. La situación de hoy es diferente, pues existe producción y lo que se está haciendo es aprovechar la oportunidad que ofrece el mercado y optamos por vender al que mejor nos paga. Por ello, se calculó que una vez pagada la penalidad todavía le quedarán $us 100 millones extra al país”, destacó Dorgathen.
Más temprano, en la misma línea, Franklin Molina, ministro de Hidrocarburos, justificó que el reajuste de precios es la política que se está llevando adelante con el objetivo de lograr mayores ingresos para el país. “En esta coyuntura el precio internacional de los hidrocarburos está en aumento y Bolivia no puede estar al margen de esta realidad”, sostuvo la autoridad.
El gobierno boliviano también dejó trascender que no se trata de una maniobra para perjudicar al presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, quien sugirió que puede haber un “negocio orquestado”.
El analista y exministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, ante la respuesta de Yacimientos indicó que, por una ganancia de corto plazo con la venta de gas natural a mayor precio con Argentina, no se puede dañar una relación comercial con Brasil que tiene más de 20 años y si se valora el ducto está en 40 años. “El problema que surge con Brasil es por la incapacidad boliviana para producir más gas natural y abastecer ambos mercados que tiene nuestro país. La enfermedad es más grande que simplemente este hecho puntual”, mencionó.
Posturas
Ante la merma de los volúmenes de venta, Petrobras recordó que la adenda de 2020 fijó una reducción considerable en los volúmenes de gas exportados a Brasil. El contrato original de compraventa de 1995 era por 30 MMm3/d. Con la adenda de 2020 los volúmenes fueron reducidos a 20 MMm3/d.
De acuerdo con el portal econojournal.com, Petrobras argumentó que debía reducir las compras, en cumplimiento de las directrices del Consejo Nacional de Política Energética estableció para poder avanzar hacia un modelo de libre competencia en el mercado del gas.
Según la petrolera brasileña, YPFB le informó en abril que reduciría desde partir de mayo y “de forma unilateral” los volúmenes de gas enviados a Brasil. El contrato prevé consecuencias para el proveedor en caso de falta de suministro, que serán aplicadas por Petrobras a YPFB. La empresa está tomando las medidas adecuadas para cumplir con el contrato, advirtió la compañía.
El economista Napoleón Pacheco, observó que entre la firma del primer acuerdo en 1974 y el comienzo de las exportaciones en 1999, se demoró 25 años de negociaciones duras con Brasil, para penetrar en el mayor mercado de gas en Sudamérica. “Banzer, Siles, Paz, Paz Zamora y Goni, negociaron por el futuro de Bolivia”, señaló.
Mientras el diplomático Jaime Aparicio dijo que la reducción de volúmenes enviados a Brasil aleja la inversión extranjera en Bolivia por falta de seguridad jurídica.
En medio de este cruce entre Bolivia y Brasil aparece Argentina como tercer jugador. En abril, Bolivia se comprometió a exportar 14 MMm3/d en condición firme y otros 4 millones adicionales si hay volúmenes extra disponibles. Argentina pagará entre $us 7 y $us 9 por millón de BTU por un primer volumen de entre 8 y 10 MMm3/d. Por el resto del gas pagará $us 19,5 por millón de BTU.