Cristiano conservador será acompañante de Trump
Donald Trump escogió al gobernador de Indiana, Mike Pence, como su compañero de campaña, un conservador tradicional que cuenta con experiencia gobernando, de acuerdo a un mensaje que publicó el candidato republicano en Twitter la mañana del viernes.
Al escoger a Pence, de 57 años, quien tuvo un programa de radio y cuyo talante conservador fue bien conocido durante su tiempo en el congreso, Trump podría tranquilizar a los votantes de derecha que dudan de las posturas de Trump sobre ciertos asuntos sociales.
Trump también gana un aliado que conoce bien cómo funciona Washington, lo que complementa el perfil de outsider del candidato republicano. Antes de su elección como gobernador, en 2012, Pence cumplió seis periodos como congresista y logró ser el tercer republicano más importante en la cámara de representantes.
Con la elección de Pence -tres días antes de que inicie la Convención Republicana en Cleveland- se acaba la búsqueda impredecible del compañero de fórmula de Trump, cuya campaña ha desafiado las normas políticas.
La búsqueda se complicó por la reticencia de muchos líderes republicanos a asociarse con Trump, cuyos comentarios incendiarios han ahuyentado a muchos votantes.
Es por esto que ir como compañero de fórmula de Trump es una apuesta riesgosa para Pence, quien ha competido en dos ocasiones por la candidatura presidencial de su partido (en 2012 y 2016). El gobernador de Indiana dio su respaldo al senador Ted Cruz antes de las primarias de Indiana, aunque no dejó de mostrar su admiración por Trump.
Pence tiene credibilidad como conservador, lo que debería mejorar las posibilidades de Trump entre los simpatizantes de derecha. Pence, quien es abogado, se ha descrito a sí mismo como “un cristiano, conservador y republicano, en ese orden”.
Pence planeaba reelegirse este año, pero no podrá continuar con ese proyecto mientras haga campaña con Trump.
El año pasado, el gobernador estuvo en el centro del debate nacional sobre las leyes de libertad de credo, cuyos críticos decían que representaban una discriminación en contra de las parejas del mismo sexo. En el congreso, apoyó el recorte a los fondos federales de Planned Parenthood.