Dos de cada tres países fracasan en la reducción de la mortalidad infantil

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Foto: Internet

El mundo no ha logrado su meta de reducir la mortalidad infantil en un tercio. Era una de las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS) que se plantearon para 2015. Aunque tanto en términos absolutos como relativos mueren menos niños menores de cinco años, la cantidad se ha conseguido rebajar en poco más del 50%, no en el 66% que se pretendía. Además, según un informe de Unicef publicado hoy en The Lancet, la gran mayoría de los países se ha quedado a las puertas de conseguir este hito: sólo 62 de los 195 con datos disponibles consiguió la reducción de mortalidad que se perseguía. Recortar el fallecimiento de niños a un tercio era el número cuatro de los ocho objetivos que los líderes mundiales se plantearon en el año 2000. Tomaron como referencia el número de decesos de menores de cinco años del año 1990 en el mundo, que fue de 91 por cada 1.000 nacidos vivos. Con datos de julio recopilados, la estimación es que se ha llegado a 43 muertes por cada millar de alumbramientos. Esto ha supuesto una reducción en cifras absolutas de 12,7 millones a 5,9 millones por año, con lo que se estima que 236,3 millones de niños han muerto en el periodo de 25 años que abarcaban los ODM.

Solo dos regiones alcanzaron el objetivo: Asia Este y Pacífico y América Latina y Caribe. Entre los 62 países que lo lograron, 24 son de renta baja y media, entre los que figuran por ejemplo Etiopía, Eritrea, Bangladesh, Georgia, El Salvador, Bolivia, Egipto, Camboya, Nepal y Yemen.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) -las nuevas metas que la comunidad internacional se ha planteado para cumplir en 2030 y que serán aprobadas a finales de este mes en la sede de Naciones Unidas en Nueva York- se marcan otro ambicioso hito para dentro de 15 años: reducir las muertes infantiles a menos de 25 por 1.000.

Para alcanzar esta meta de los ODS, 47 países tienen que acelerar sus progresos, según los investigadores. Entre ellos, 34 del África Subsahariana. Los autores señalan que incluso con progresos, el número total de muertes corre el riesgo de no bajar, o incluso subir en esta región, ya que la población de niños menores de cinco años se incrementará significativamente.

“Cada muerte infantil representa la pérdida de un ser humano único. Los países y la comunidad internacional tienen que pasar a la acción inmediatamente para acelerar el acceso de los niños a la salud y el desarrollo. Si no se intensifican los esfuerzos para reducir la mortalidad infantil, particularmente en las áreas donde es mayor, los objetivos post 2015 no se alcanzarán. La supervivencia de los niños debe permanecer en la agenda de los ODS”, concluyen los autores del artículo.