Ecuador y Bolivia llaman a consultas a sus embajadores en Brasil

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Foto: EFE

Los países del eje bolivariano condenan en la OEA lo que consideraron un “golpe de Estado” contra Dilma Rousseff

Ecuador y Bolivia han sido los primeros países de la región en reaccionar ante lo que consideraron un “golpe de Estado” en Brasil. El presidente ecuatoriano,Rafael Correa, ha criticado con dureza proceso de juicio político que terminó en forma anticipada con la presidencia de Dilma Rousseff y desde su cuenta en Twitter confirmó el retiro de su representante en la embajada de Ecuador en Brasilia. Bolivia ha tomado la misma decisión, anticipada por el presidente Evo Morales incluso antes de terminada la votación en el Senado brasileño. “Condenamos el golpe parlamentario contra la democracia brasileña. Estamos convocando a nuestro embajador en Brasil para asumir las medidas que en este momento se aconsejan”, escribió Morales en Twitter.

Correa consideró la consumación del juicio político “una apología al abuso y la traición” y el regreso a “las horas más oscuras de nuestra América”. “Retiramos a nuestro encargado en la embajada”, escribió Correa. Antes enun comunicado subido a la página oficial de la Cancillería, el gobierno rechazó lo que consideró una “flagrante subversión del orden democrático en Brasil, un golpe de Estado solapado”. “Políticos adversarios y otras fuerzas de oposición se confabularon contra la democracia para desestabilizar al Gobierno y remover de su cargo de forma ilegítima a la Presidenta Dilma Rousseff”, agregó el texto oficial.

Ecuador ha sido el primer país sudamericano en tomar posición ante los acontecimientos políticos en Brasil y ya ha tomado medidas concretas al respecto. “Ante estos hechos excepcionales, el Gobierno del Ecuador ha decidido llamar a consultas al encargado de negocios ante la República Federativa de Brasil”, anunció la Cancillería.

Correa ya había atacado el proceso parlamentario contra Rousseff, a la que consideró una aliada regional, el mismo estatus que siempre otorgó a su antecesor en el cargo, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Ecuador ha advertido que considera la destitución de Rousseff es “un serio riesgo para la estabilidad” de la región y “un grave retroceso en la consolidación de la democracia”.