EEUU acusa a militares chinos de espionaje

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Aumentó la tensión entre las dos superpotencias luego de que Washington anunciara que presentará cargos contra militares chinos, acusados de tratar de robar datos secretos de seis empresas. China lo desmintió.

En una acción sin precedentes, Estados Unidos ayer presentó cargos penales contra cinco militares chinos, acusados de ser los autores intelectuales dirigidos por el gobierno de piratería cibernética para robar secretos comerciales de seis empresas estadounidenses, que operan en la industria clave de energía y metales.

De acuerdo con el fiscal general Eric Holder, los objetivos eran la estación de energía nuclear Westinghouse Electric, US Steel, Allegheny Technologies y Alcoa, así como filiales de SolarWorld, el grupo de energía solar estadounidense. Los hackers chinos también irrumpieron en las redes informáticas de United Steel Workers y otros sindicatos.

Estados Unidos “no va a tolerar los esfuerzos de gobiernos extranjeros para sabotear a las empresas estadounidenses”, declaró Holder. Los secretos robados eran “significativos” y exigen una respuesta agresiva. Ellos ponen en peligro la seguridad económica de Estados Unidos, “la que está directamente relacionada con nuestra seguridad nacional”. De acuerdo con las actas de acusación emitidas por un gran jurado en Pennsylvania -donde están establecidas la mayoría de las presuntas víctimas-, los cinco acusados son oficiales en el Ejército de Liberación del Pueblo Chino, que dirigió una conspiración para robar información. La piratería parecería “haberse realizado sin otra razón que la de favorecer las empresas de propiedad estatal y otros intereses en China, a expensas de las empresas aquí en los Estados Unidos”, dijo Holder.

Los cargos, el primero de su tipo llevado en Estados Unidos en contra de los representantes directos de un gobierno extranjero, son la culminación de años de quejas de Estados Unidos por desenfrenado espionaje cibernético del equipo chino, tanto industrial como militar, que se puso de manifiesto en un informe del Pentágono de 2013 que acusaba a Beijing de hacer de la guerra cibernética una parte clave de su estrategia, mientras lucha con Estados Unidos por el dominio en el sudeste de Asia.

China dijo que, en protesta, suspendería las actividades del grupo de trabajo de Internet entre China y Estados Unidos. El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado ayer, diciendo que el gran jurado investigador de cinco oficiales militares chinos era inventado y dañaría la cooperación china-estadounidense y la confianza mutua. “La postura del gobierno chino sobre la seguridad en Internet es consistente y clara”, dijo el comunicado de la portavoz Qin Gang, que instó a la inmediata rectificación. “China es un firme defensor de la seguridad de la red, y el gobierno, los militares y el personal asociado nunca han participado en el robo en línea de los secretos comerciales.”

Un foco especial es una rama del Ejército de Liberación del Pueblo, Unidad 61398 del EPL, que opera desde una torre de oficinas en una base militar en las afueras de Shanghai. El año pasado, los consultores de seguridad informática con sede en Virginia Mandiant emitieron un informe por separado alegando que la unidad había realizado 140 ataques cibernéticos desde 2006.

Es poco probable que los acusados aparezcan en un tribunal de Estados Unidos. Pero por lo menos no podrán ir a ese país. Más importante aún, los cargos aumentarán las tensiones entre los dos países, cuando el rápido crecimiento militar y sus pretensiones territoriales en el Mar de China Meridional están causando mayor fricción con aliados clave de Estados Unidos, incluyendo Filipinas, Japón y Vietnam.

China, sin embargo, proclama su inocencia y sostiene que el verdadero culpable es Estados Unidos. Como prueba, apunta a las filtraciones hechas por el ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden. Las revelaciones de Snowden, de espionaje a escala mundial llevado a cabo por la NSA, llegaron casi en el mismo momento en que Obama estaba presionando al líder de China, Xi Jinping, para frenar el espionaje cibernético en junio de 2013. Por lo menos una de las firmas le quitó importancia a la piratería. “Por lo que sabemos, ningún material informativo estuvo comprometido durante este incidente, que ocurrió hace varios años”, dijo Mónica Orbe de Alcoa.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.