El fiscal especial Jack Smith que investiga al expresidente podría estar tendiendo una trampa legal al expresidente que lo obligue a tomar decisiones rápidas.
Los asesores legales del expresidente Donald Trump tienen un largo historial de meterse en todo tipo de problemas, desde procedimientos inapropiados hasta penas de prisión. Ahora, están en la cúspide de un nuevo lio en el juicio penal contra Trump en Washington DC por los supuestos intentos de subvertir las elecciones de 2020.
El fiscal especial Jack Smith intenta obligar a Trump a tomar una decisión difícil entre preservar su defensa en el juicio o proteger las comunicaciones con sus abogados. Smith pidió al juez que ordene a Trump que declare sí confió en el consejo de sus abogados al intentar revertir su derrota electoral, lo cual en defensa legal es conocida como “consejo de abogado”.
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Si Trump dice “sí”, conservará esa defensa para protegerse en el juicio, pero también se verá obligado a entregar las comunicaciones con sus abogados, que normalmente se mantienen bajo el secreto de confidencialidad. Si dice “no”, entonces conservará ese privilegio, pero tendrá menos margen de maniobra en el juicio.
Algunos fiscales comentaron la estrategia de Smith. “Es una hermosa jugada de ajedrez”, dijo Gene Rossi, exfiscal federal de Virginia. “Jack Smith está a la ofensiva. Él está diciendo: ‘¿Estás invocando el privilegio abogado-cliente? ¿O vas a confiar en el consejo de tu abogado defensor? Esas dos posiciones son mutuamente excluyentes’”.
En pocas palabras, si Trump planea argumentar que sus abogados dijeron que sus acciones estuvieron bien, entonces debería tener que compartir lo que le dijeron, para que el jurado pueda evaluar si su afirmación es cierta. Hasta ahora, el equipo de Trump ha aprovechado ambas posiciones a la vez: argumenta en público que las acciones de Trump fueron legales porque sus abogados las aprobaron, y al mismo tiempo restringiendo sus comunicaciones al hacer valer el escudo del privilegio abogado-cliente.
Si Trump dice que planea confiar en el consejo de su abogado defensor, entonces probablemente tendrá que entregar a los fiscales todos sus correos electrónicos, mensajes de texto y la correspondencia que sostuvo con sus asesores legales en conflicto, incluidos Rudy Giuliani, Sidney Powell y John Eastman, entre otros.
“Lo que Trump decida tendrá consecuencias inmediatas en el futuro. La divulgación de esos materiales entre Trump y sus abogados podría ser explosiva porque no sólo desacreditará el consejo de la defensa, sino que podría contener otras confesiones que Smith utilizaría en el juicio”, escribió la exfiscal federal Barbara McQuade.
“En este caso, la exención pondrá compuertas al descubrimiento, ya que no menos de 25 testigos se han negado a responder preguntas o entregar documentos. El gran volumen es una de las razones por las que Smith pide al tribunal que obligue a Trump a decidir ahora”, escribió McQuade.