El gobierno estadounidense separó a más niños migrantes de sus familias de los que reportó

0
216
Foto: John Moore/Getty Images

El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, probablemente separó a más miles de niños de sus padres en la frontera sur de lo que se creía, de acuerdo con un informe de inspectores gubernamentales difundido el 17 de enero.

Antes se había informado que casi tres mil niños fueron separados a la fuerza de sus padres el año pasado debido a la política migratoria de tolerancia cero que fue utilizada para procesar judicialmente a casi todos los adultos que ingresaron de manera ilegal a Estados Unidos y con la que cualquier menor de edad que los acompañaba fue enviado a refugios o casas de acogida.

Incluso antes de que el gobierno revelara de manera oficial la política de tolerancia cero en el segundo trimestre de 2018, personal del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, la agencia que supervisa el cuidado de los niños en custodia federal, ya había notado un “incremento repentino” en el número de niños separados de uno de sus padres o guardianes, de acuerdo con el informe del inspector general de la agencia.

Hasta diciembre, el departamento había identificado a 2737 niños que fueron separados de sus padres debido a esa política y en junio de 2018 se requirió reunirlos de nuevo por una orden de una corte federal.

Sin embargo, ese número no representa el panorama completo de las separaciones familiares. Miles de niños habrían sido separados durante una llegada de inmigrantes que comenzó en 2017, antes del conteo solicitado por la corte, indica el informe.

Por ello, el número total de niños separados de un padre o guardián por autoridades migratorias es “desconocido”, debido a la falta de un sistema de rastreo formal y coordinado entre la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, la dependencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos que recibe a los niños, y el Departamento de Seguridad Interna, que los separó de sus padres.

El 26 de junio de 2018, un juez federal en San Diego ordenó al gobierno federal a frenar la separación de padres e hijos en la frontera y a reunificarlos con sus padres. El presidente Trump revocó la política ese mismo mes.