El gobierno dijo que los legisladores tenían una “deuda moral” con todas las mujeres.
En un movimiento histórico, este lunes 4, Francia se convirtió en el primer país del mundo en consagrar el derecho al aborto en su Constitución. La nueva legislación obtuvo 780 votos a favor y sólo 72 en contra, alcanzando la mayoría necesaria de tres quintos de la Asamblea Nacional y el Senado.
En medio de retrocesos en el derecho al aborto, como en Estados Unidos, garantizar la interrupción del embarazo, se ha convertido en una prioridad para el gobierno francés. El primer ministro francés, Gabriel Attal, dijo que los legisladores tenían una “deuda moral” con todas las mujeres que habían sido obligadas a soportar abortos ilegales en el pasado.
“Sobre todo, estamos enviando un mensaje a todas las mujeres: su cuerpo les pertenece”, añadió Attal. La votación marca la 25ª vez que el gobierno francés modifica su Constitución desde la fundación de la Quinta República en 1958.
Activistas por el derecho al aborto reunidos en el centro de París aplaudieron mientras la Torre Eiffel brillaba de fondo y mostraba el mensaje “MyBodyMyChoice” (“MiCuerpoMiElección, en traducción libre), mientras el resultado de la votación se anunciaba en una pantalla gigante.
El presidente Emmanuel Macron, también celebró la aprobación del proyecto, afirmando que realizará una ceremonia para celebrar la enmienda de la Constitución el viernes 8, Día Internacional de la Mujer.
El aborto no es un delito en el país desde 1975, pero no era un derecho garantizado por la Constitución francesa. Las encuestas indican que alrededor del 80% de los franceses apoyan que el aborto sea legal. Muchos de los legisladores que votaron en contra de la enmienda no lo hicieron porque se opusieran al aborto, sino porque consideraron que la medida era innecesaria dado el amplio apoyo a los derechos reproductivos.
La aprobación es una clara victoria para la izquierda francesa, que lleva años presionando al gobierno para que garantice constitucionalmente este derecho. Hasta 2022, el presidente francés argumentó que el cambio era innecesario.
Pero la medida no estuvo exenta de críticas. La líder de extrema derecha Marine Le Pen dijo que Macron estaba usando esto para ganar puntos políticos, dado el fuerte apoyo del país al derecho al aborto.
“Votaremos para incluir el aborto en la Constitución porque no tenemos ningún problema con ello”, dijo Le Pen a los periodistas antes de la votación de Versalles, añadiendo que era una exageración llamar a la medida un paso histórico porque, dijo, “nadie está poniendo en riesgo el derecho al aborto en Francia”.