La detención más sonada y el temblor de Lula

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La detención, el viernes 19, de Marcelo Odebrecht y dentro de un grupo de 21 altos ejecutivos -casi todos de las empresas lideradas por aquellos- fue un hecho sin precedentes, por su calibre y consecuencias, dentro de gobiernos democráticos con sistemas legales independientes. Marcelo Odebrecht encabeza desde 2009 la más grande empresa brasileña y la mayor de ingeniería en América Latina. Marques de Azevedo dirige Andrade Gutierrez, que, como suele suceder con los ingenieros y los teólogos, se define a sí misma por sus obras: 900 proyectos de ingeniería que emplean a 250 mil personas en más de 40 países. Después de Odebrecht, es la segunda constructora de Brasil.

Los fiscales e investigadores de la Policía Federal que transformaron una investigación rutinaria de lavado de dinero y tráfico de divisas en la más grande investigación sobre corrupción en la historia de Brasil (y de América Latina), no creen, sin embargo, que haya nadie, como dicen los gringos, “too big to jail”, demasiado grande para ser juzgado o sancionado por la ley. La ola de detenciones marcó una nueva fase de una investigación que se inició en julio de 2013, con apenas tres policías, siguiendo a traficantes de divisas por un presunto lavado de dinero en Brasilia.

El seguimiento llevó a descubrir el gigantesco caso de corrupción en Petrobras, que supuso un robo directo a la empresa calculado en unos 4 mil millones de dólares. Las pérdidas indirectas podrían ser mucho mayores. El caso se hizo público el 17 de marzo de 2014, cuando la Policía Federal detuvo a 24 personas que se convirtieron en la carnada de los polizontes. Se sabe que dos de ellos optaron por llegar a acuerdos de delación premiada con las autoridades fiscales y judiciales. Lo que confesaron, corroborado y ampliado por otros delatores, llevó a que la investigación identificara complicidades y delitos cometidos en los niveles más altos del ámbito político y del empresarial.

Cuando Dalton Avancini, presidente de otra gran constructora, Camargo Corrêa, se acogió a la delación premiada, describió, con conocimiento privilegiado, el funcionamiento de un cártel de 13 compañías, constructoras casi todas, que acordaban los sobrecostos a cargar a Petrobras por las obras públicas contratadas por la petrolera. Tanto Avancini, como otros delatores implicaron en ese cártel a Odebrecht y Andrade Gutierrez. Ambas negaron todos los cargos. ¿Será como ellos sostienen?

CRONOLOGÍA POLÍTICO EMPRESARIAL DE CORRUPCIÓN

  • Uno de los detenidos más importantes el viernes 19 pasado fue Alexandrino de Alencar, el director de relaciones institucionales de Odebrecht y antes alto ejecutivo de Braskem, la gigante petroquímica cuyo principal accionista es Odebrecht. Alencar es muy cercano al expresidente Lula: le organizó un vuelo secreto, pagado por Odebrecht a la República Dominicana, Cuba y Estados Unidos en enero de 2013. Y lo acompañó en el viaje. Antes, en 2011, fue con Lula a un viaje oficial a Guinea Ecuatorial. Itamaraty no parece haber estado muy feliz de tener a Alencar como integrante de la comitiva, pero Lula lo impuso. El 21 de mayo pasado, la fiscalía abrió una investigación preliminar sobre un posible tráfico de influencias de Lula a favor de Odebrecht.

Cuando menos tres delatores calificados sostienen que Alencar era el responsable de los sobornos de Odebrecht en el extranjero. Uno de ellos, Rafael Angulo López, afirma haber visitado varias veces a Alencar en las oficinas de Odebrecht en Sao Paulo, para darle números de cuentas a las que había que hacer transferencias en el extranjero. En una declaración ante la Policía Federal el 12 de mayo pasado, Alencar admitió haberse reunido varias veces con Angulo, pero negó que se haya tratado el pago de sobornos. Este lunes 22, el ya detenido Alencar comunicó su alejamiento de Odebrecht, para poder dedicarse a su defensa legal. Es difícil saber todavía qué significa eso, pero pronto quedará claro.

  • Según el delegado de la Policía Federal, Igor Romário de Paula, los detenidos presidentes de Odebrecht y Andrade Gutierrez tenían “dominio de todo lo que acontecía”. El fiscal Carlos Fernando Lima coincide indicando que Odebrecht y Andrade Gutierrez “capitaneaban el esquema de cártel” con un sistema “más sofisticado” que el de las otras compañías, puesto que, según Lima, pagaban las coimas en el exterior a través de empresas offshore. Varios delatores han suministrado información detallada sobre esos movimientos bancarios.
  • El Ministerio Público brasileño solicitó el lunes 22 la colaboración de Panamá para identificar los dueños de las offshore registradas en ese país, desde las cuales se habría pagado coimas a funcionarios de Petrobras.
  • Por su lado, Odebrecht sostiene tajantemente la inocencia de la empresa en todos los cargos contra ella; afirma que la detención de Marcelo Odebrecht es innecesaria, arbitraria e ilegal; se prepara para una encarnizada batalla legal y busca movilizar a quienes, desde el poder judicial y otras instituciones, se oponen al grupo de investigadores de Lava Jato.

La iniciativa decidida de los fiscales y policías de Lava Jato enfrenta ahora una contraofensiva terca y bien estructurada de Odebrecht y Andrade Gutierrez. En un escenario tan complejo, ningún resultado es inevitable o claramente predecible. Tanto así que ni el propio Lula estaría fuera de la mira.

 

 

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