
Por lo general se subestima el carácter de modernidad de Rusia ligada a una tradición del pasado, negando su poder económico, militar y las alianzas de la potencia.
Los antecedentes pueden verse en los mapas de la rusa zarista y la de la URSS fragmentada tras la Perestroika que el Kremlin apunta como punto de partida en su capacidad de influencia y por la reconquista de sus exterritorios. Los drones que el Kremlin dirigió sobre Polonia cargados de material bélico hace apenas una semana en zonas que alguna vez fueron parte del territorio ruso, ha provocado el estado de alerta entre los aliados de la OTAN. Como si fuera poco, este último fin de semana estos aparatos modernos de guerra han sobrevolado sin provocar daños sobre el espacio aéreo de Rumania. Dichos factores son tangencialmente subestimados por los aliados europeos dando a entender que Rusia es un país quebrado por la guerra sin capacidad de influencia real, que requiere de ayuda china o incluso norcoreana para resistir la guerra declarada a Ucrania, sin sopesar la dependencia de las potencias europeas que han adquirido enormes deudas con el gigante ruso y lo siguen haciendo para rencausar su poderío militar justamente para contrarrestar la avalancha rusa.
Del mismo modo se desvaloriza la síntesis de sus reformas haciendo notar que son pasadas de época. En ese sentido el pasado 11 de julio, en las instalaciones de la agencia de noticias TASS, el politólogo ruso Serguéi Karaganov presentó un informe titulado La idea-sueño viva de Rusia en el que desarrolla un boceto que le interesa desde hace años: la necesidad de elaborar e imponer, en la Rusia actual, una verdadera ideología de Estado. Eso según las agencias internacionales que menoscaban la forma en la que Rusia se maneja en la nueva composición e fuerzas planetarias.
El informe de Karaganov se preparó en el marco del proyecto «La idea-sueño rusa y el Código del hombre ruso en el siglo XXI», bajo los auspicios del Consejo de Política Exterior y Defensa y de la Facultad de Economía y Política Mundial de la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Económicas. Serguéi Karaganov sintetiza en él una serie de conceptos de Política Exterior y Defensa, al tiempo que abre perspectivas para una futura profundización de alianzas con países del bloque para hacer frente a la amenaza externa.