La invasión de Rusia en Ucrania plantea un gran desafío para China en muchos frentes

BBC Mundo
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China y Rusia
Foto: Getty Images

En los Juegos Olímpicos de Invierno se pudo ver la estrecha relación diplomática entre el país asiático y el gobierno ruso, luego de la asistencia del presidente Vladimir Putin a la inauguración en Pekín del evento deportivo.

El mandatario de Rusia esperó hasta justo después de que terminaran los Juegos para reconocer las dos regiones separatistas del este de Ucrania, Donetsk y Luhansk, y enviar tropas para invadir el territorio ucraniano.

En sus pronunciamientos públicos, el gobierno chino ha instado a todas las partes a reducir las tensiones en Ucrania.

Más recientemente, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, discutió la situación con el secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, y reconoció que las cosas estaban “empeorando” y reiteró los llamados a “todas las partes para que ejerzan moderación”.

Pero ahora que Rusia ha prescindido de toda esa moderación, ¿dónde deja eso la posición oficial de China a medida que aumentan los enfrentamientos?

Posición ambivalente

El gobierno chino considera que no puede percibirse que apoye la guerra en Europa, pero también quiere fortalecer los lazos militares y estratégicos con Moscú.

El socio comercial número uno de Ucrania es China e, idealmente, a Pekín le gustaría mantener buenas relaciones con Kiev, pero esto podría ser difícil cuando está claramente alineado con el gobierno que está enviando sus tropas al territorio ucraniano.

También existe la posibilidad de un retroceso comercial de China en Europa Occidental si se considera que está respaldando la agresión de Rusia.

Además, una frase común de los líderes de China es que no interfieren en los asuntos internos de los demás y que otros países no deben interferir en los suyos.

Pero como el exfuncionario de inteligencia estadounidense, John Culver, publicó en Twitter: “La anexión rusa de partes de Ucrania, o la invasión y toma de Kiev, violan la posición de China de que la soberanía es sacrosanta”.

Los efectos en su población

Lo que más preocupa al Partido Comunista chino es cómo la intervención puede afectar a su propia gente y su visión del mundo.

Por esta razón, está manipulando y controlando las conversaciones sobre la situación en Ucrania en la prensa y las redes sociales.

Y no iba a pasar mucho tiempo antes de que Taiwán fuera arrastrado a esta situación.

El Partido considera que la isla autónoma es esencialmente una provincia rebelde que debe unificarse con el continente.

En Weibo, la versión china de Twitter, los nacionalistas del país han utilizado la invasión rusa de Ucrania para llamar a su propia nación a hacer lo mismo con comentarios como: “¡Ahora es la mejor oportunidad para recuperar Taiwán!”.

Mapa mostrando las regiones de Luhansk y Donetsk

Cuando el gobierno chino rechazó la imposición de sanciones a Rusia en los últimos días, sabía que podría enfrentar un trato similar si toma medidas para apoderarse de Taiwán por la fuerza, en lo que sería un ejercicio sangriento y costoso.

Quizás por esta razón la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, dijo en una conferencia de prensa en Pekín que China no considera las sanciones como la mejor manera de resolver los problemas.

Las fronteras

Si los ciudadanos chinos comienzan a vincular la justificación de Rusia para invadir Ucrania y aplicarla a su propio país, esto podría cambiar por completo la explicación que ofrece el gobierno chino sobre sus fronteras actuales.

Vladimir Putin dice que está liberando a los rusoparlantes dentro de Ucrania. ¿Qué pasa con los mongoles, coreanos, kirguises y grupos similares que ahora son parte de China? Aún más potencialmente explosivo para Pekín, ¿qué pasa si los tibetanos o los uigures renuevan los llamados a una mayor autonomía o incluso a la independencia?

Que esto no suceda es más importante para la administración de Xi Jinping que cualquier otra cosa.

Dado eso, solo hay que mirar los comentarios en las redes sociales chinas para ver la dirección en la que los medios del Partido están conduciendo a la población en términos de la forma en la que debería ver los movimientos de Putin en Europa del Este.

La prensa estatal tiene sus propias cuentas en Weibo y controla las respuestas en sus publicaciones sobre Rusia y Ucrania.

Aquí hay una muestra de los comentarios:

-“¡Putin es increíble!”

-“Apoyo a Rusia, me opongo a EE.UU. Eso es todo lo que quiero decir”

-“¡Estados Unidos siempre quiere crear desorden en el mundo!”

Si bien también hay muchas personas que piden la paz, las publicaciones que atacan a EE.UU. reciben mucha promoción.

El campo minado que Pekín quiere evitar

En cuanto a los chinos que realmente cuestionan las ambiciones de Rusia en Ucrania, hay que buscar cuentas individuales de Weibo que no estén conectadas con los hilos de los medios del Partido Comunista.

Uno escribe: “No entiendo por qué tanta gente apoya a Rusia y Putin. ¡Deberíamos oponernos a cualquier forma de guerra!”.

Según otro: “Putin reconoce la independencia de las regiones separatistas de Ucrania, lo que obviamente está interfiriendo en los asuntos internos de otro país”.

Esa última publicación expresa precisamente la conclusión a la que Pekín no quiere que llegue su gente.

Es la esencia del campo minado por el que atraviesa el gobierno chino.

Dentro de Ucrania, la embajada de China ha enviado un mensaje a sus ciudadanos que viven en el país.

Ha recomendado que las personas coloquen una bandera china en su automóvil y “se ayuden unos a otros” mientras muestran “la fuerza de China”.

Consultada sobre si lo que está ocurriendo ahora mismo en Ucrania equivale a una invasión, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, dijo en una rueda de prensa que el “contexto histórico es complicado” y que la situación actual es “causada por todo tipo de factores”.

Se está produciendo una gran conmoción en Europa.

Xi Jinping tiene que tomar algunas decisiones importantes en términos de cómo su país la enfrentará.