La puñalada de Sean Penn a Kate del Castillo

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El escritor boliviano Juan Recacoechea sabe muy bien quien es Kate del Castillo. Ella actuó como protagonista principal en la película de la novela American Visa que el autor escribió en la década de los 90 cuando estaba muy de moda para los bolivianos irse a los Estados Unidos para cumplir parte de una tendencia mundial que se conoció como “el sueño americano”.

Juan Recacoechea sabe también que Kate, actriz secundaria de reparto en México, obtuvo un decoroso éxito con la película boliviana y cuando le consultamos si mantenía alguna relación con ella eludió la pregunta y prefirió responder con una afirmación: “Kate fue el personaje central de la telenovela ´La Reina del Sur´” que la catapultó en su éxito como actriz de telenovelas. “La Reina del Sur”, una historia sórdida del narco, llegó a ser una de las telenovelas de mayor rating en la historia de Telemundo, el canal de la televisión norteamericana que produce otras series fulgurantes con éxito entre sus seguidores.

Lo cierto es que después de brillar en la telenovela, la osada Kate del Castillo que interpreta en American Visa a una “stripper” llegada a La Paz que se prende apasionadamente de Mario, interpretado por el actor también de origen mexicano Adrian Bichir; no se quedó con cortas y conquistó la escena con una sensualidad a prueba de fuego.

Hoy, la actriz mexicana se encuentra en medio de una polémica de telenovela pero en la vida real, una pelea nada inusual entre el actor norteamericano Sean Penn y el poderoso narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzman, detenido en enero luego de haber permanecido prófugo durante al menos cinco meses tras una espectacular fuga de la prisión de máxima seguridad Altiplano.

Ni la historia de Kate ni la de Sean Penn tienen el sello de terminar muy bien.

En sus encantamientos periódicos con directores y actores de cine famosos, el presidente Evo Morales estableció una estrecha amistad con el artista norteamericano Sean Penn que se deterioro por la detención del ciudadano de origen judío Jacob Ostreicher que vino a Bolivia para realizar importantes inversiones en el sector de la agroindustria y poco tiempo después fue detenido acusado por sus presuntos nexos con el narcotráfico. Sean Penn que hasta entonces defendía causas bolivianas -nombrado por Morales una suerte de “embajador boliviano”- se convirtió en un defensor a ultranza de Ostreicher impulsando su libertad y apuntando al Gobierno de Bolivia de corrupto en un país donde se vulneran las leyes. La amistad entre el presidente y el actor se deterioro de manera casi inmediata.

 

Lo que se juega el Gobierno

Kate del Castillo tiene en su contra al Gobierno mexicano por levantar sospechas de que Angélica Rivera, esposa del presidente Peña Nieto, adquirió de manera irregular una  mansión valuada en US $7 millones. A manera de descargo, la primera dama dice que compró esa residencia -conocida por los mexicanos como la “Casa Blanca”- con el esfuerzo de su trabajo como actriz de la cadena Televisa. Del Castillo salió a decir que ninguna actriz mexicana puede darse el lujo de comprar una casa en ese precio por haber trabajado en Televisa.

Desde la recaptura del narcotraficante “El Chapo” Guzmán, el pasado mes de enero, no han parado las especulaciones que apuntan a Del Castillo por sus relaciones con el narcotraficante. Los investigadores asignados al caso están apurando pruebas para acusar a la actriz por lavado de dinero y encubrimiento. En su entorno se niegan esos cargos. Indican que fue utilizada como chivo expiatorio por las autoridades y que fue traicionada por el Sean Penn. El papel del actor como periodista de una conocida revista ha quedado en duda, así como quedó en duda el papel que desempeñó como “embajador de Bolivia”, a encargo del presidente boliviano. Sean Penn encarna situaciones en la vida real tan similares como en el cine, rompiendo la berrera de la realidad y la ficción.

Kate del Castillo, que también posee la nacionalidad estadounidense y vive en Los Ángeles, se encuentra actualmente bajo investigación en México. Los detalles de los posibles cargos no han sido oficializados por la justicia mexicana, aunque se ha informado que deberá responder por blanqueo de dinero, ya sea en relación con su intención de hacer una película sobre la vida de “El Chapo” o la evidencia más providencial de que estaba promocionando su marca de tequila Honor TCC. “Hablar de lavado de dinero, es absurdo, no hay lavado de dinero”, dijo su abogado, el jurista estadounidense Harland Braun. “Nunca hubo ningún acuerdo financiero o transacción comercial entre ambos”.

De acuerdo a la investigación se conoce que la comunicación entre Del Castillo y “El Chapo” comenzó antes de su espectacular fuga de la cárcel Altiplano y continuó durante el período de seis meses antes de su recaptura, el 8 de enero.

 

El reportaje en la RS

Se reveló, que en el artículo escrito en la revista Rolling Stone por el actor de Hollywood, acerca de su encuentro en octubre con el rey de la droga en su escondite de una montaña, publicado al día siguiente de su arresto, Penn afirmó que Del Castillo auspició la reunión y que parecía cercana al narcotraficante.

Sin embargo, Braun dijo que Del Castillo no tenía idea del artículo hasta que “fue demasiado tarde”; en realidad -afirmó- habiéndose enterado del proyecto de la película, “fue Penn quien insistió en reunirse con el rey de la droga y sólo reveló su intención de escribir un artículo cuando estaba en presencia de “El Chapo”, junto a dos productores asociados a Oliver Stone a quienes les informó de sus acuerdos con Rolling Stone y que también viajaron para conocer al narcotraficante”

“Él (Penn), al igual que los otros dos que eran productores, le ocultaron totalmente de que la habían traído para su proyecto”, dijo Braun; “La apuñalaron por la espalda. No sabía nada al respecto”, añadió.

“Kate, obviamente, se siente con mucho miedo. Ella no puede entender por qué el Gobierno está poniendo en marcha este tipo de ataques violentos contra ella”, dijo de la actriz. Se especula que el Gobierno, con la ayuda de los medios de comunicación, está llevando promoviendo la relación de Del Castillo con “El Chapo” con el fin de desviar la atención de las preguntas sin respuesta que todavía se cierne sobre la detención del capo de la droga, como la posibilidad de que las autoridades se encontraron con él por suerte y no a través de un sofisticado operativo de inteligencia. Se especula también que el Gobierno teme que la actriz pueda revelar información comprometedora sobre la corrupción que habría tomado varios sectores del poder en México.

Mientras tanto, Del Castillo obtuvo una orden judicial preliminar de una corte mexicana que requiere la oficina del fiscal general para asegurar que la información sobre la actriz no llega al dominio público. La orden judicial sostiene que esto pondría en peligro su capacidad de defenderse a sí misma. La actriz también recibió muestras de apoyo a partir de uno de los abogados de “El Chapo”; José Refugio Rodríguez dijo a Radio Fórmula que “estaba seguro” de que el capo daría testimonio de que nunca había dado dinero a Del Castillo en ninguna instancia.

Dijo que durante una reciente reunión con “El Chapo” en la cárcel, habían hablado de que la actriz está “en el ojo del huracán” y el capo había comentado: “Es una mentira, ella nunca recibió un peso, yo nunca le di a ella un solo peso”.

En todos estos casos que denotan la delgada línea que separa la realidad de la ficción, han vuelto a intrincarse  convirtiendo a sus actores en protagonistas centrales de las noticias que atraen a la opinión pública. Falta saber donde se rompe esa línea para saber quién miente y quien dice la verdad para dejar de ser una especulación y pasar a ser historia de cine. De eso sí todos conocen muy bien y están dispuestos a jugárselas al todo por el todo.