La valijagate ya carga un muerto

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Los lectores no debieron haberse olvidado del caso que se conoció con el nombre “valijagate”. Un maletín cargado con 800.000 dólares que un empresario venezolano ligado a Pdvsa, la poderosa estatal del petróleo venezolana, pretendía introducir en un vuelo alquilado que partió de Caracas con destino a Buenos Aires. Eran los tiempos de la campaña electoral en la República Argentina y el dinero estaba destinado a potenciar a los esposos Kirchner, o mejor dicho a la candidata peronista a la presidencia, en este caso la esposa del ex presidente Néstor Kirchner, la señora Cristina Fernández. Nadie fue detenido en ese episodio pero quedaron comprometidas varias personalidades públicas, las que trasladaban la ayuda económica, Claudio Uberti un funcionario de la administración de los Kirchner fue destituido el cargo al conocerse el hecho. El caso también generó otras repercusiones. María del Luján Telpuk, la empleada de las oficinas de aduana que exigió ver el contenido del maletín renunció poco después a su puesto y decidió convertirse en una celebridad posando desnuda para algunas revistas calientes. Pero el nombre que más sonó y suscitó todo tipo de comentarios fue el del empresario venezolano Guillermo Antonini Wilson supuesto propietario de los 800.000 dólares que al día siguiente desapareció de los ojos de la prensa porteña y salió del país encubierto por el Gobierno argentino. Más tarde se supo que Antonini era más que una simple ficha en el intricado escenario de los dólares que riega Chávez entre sus amigos. Antonini era un excéntrico tripulante de ferraris y de placeres exóticos. Fue detenido después del incidente por la orden de un juez federal en Miami y sometido a cientos de interrogatorios. Las movidas en la justicia pretendían más que aclarar el hecho señalar las malas prácticas del mandatario venezolano Hugo Chávez, el de comprar voluntades con los dólares negros de Pdvsa.

El caso volvió a repercutir en los medios hace unas pocas semanas cuando se supo que el  sargento del ejército venezolano, José Antonio Canchica, falleció tras caer de la altura de una vivienda, según informó en Twitter el periodista Javier Mayorca, del diario caraqueño El Nacional. Canchica fue enviado por el gobierno de Hugo Chávez a Miami para ofrecerle dos millones de dólares al “valijero” Guillermo Antonini Wilson a cambio de su silencio. El entonces funcionario fue grabado por el FBI en una cafetería Starbucks en Plantation junto al “valijero”, en los alrededores de Miami. Fue en septiembre de 2007, cuando Antonini voló a Miami luego que explotara el escándalo de la valija con los 800.000 dólares que la Policía Aeroportuaria le incautara en Aeroparque.

El 4 de agosto de 2007, el empresario viajaba en un vuelo oficial con directivos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Claudio Uberti y su secretaria Victoria Bereziuk. Según la Justicia norteamericana, esa y otras valijas estaban destinadas a la campaña presidencial de la entonces candidata Cristina Fernández de Kirchner de 2007.

Hablemos de dinero

El diario El Nacional dio cuenta sobre aquel encuentro del 28 de septiembre de 2007 entre Antonini Wilson y el fallecido militar venezolano. “Por un lado, Antonini hace saber su cansancio y desesperación porque no se han cumplido sus requerimientos”, informó el medio. “Esperaba que el Gobierno venezolano le pagara dos millones de dólares por mantener en silencio el origen y destino de los 800.000 dólares que les fueron incautados en Argentina, el 4 de agosto de 2007”, agregó.

De acuerdo con el periódico, Wilson temía regresar a Venezuela luego que se destapara la trama entre los gobiernos de Argentina y Venezuela. Canchica, quien supuestamente era un enviado de la Disip, intentaba obtener una respuesta de su interlocutor. Según le prometía, sin saber que estaba siendo secretamente grabado por los servicios de inteligencia estadounidenses, “se te va a ayudar, pero hay que hacerlo con mucho tino”.

Esto fue lo que explicó el “valijero” Antonini en el Starbucks aquel 28 de septiembre de 2007: “Yo tengo un negocio con Pdvsa que está andando -decía Antonini en esa charla de café-  que está corriendo y que yo soy el que está quedando bien y Pdvsa no me está pagando. Y yo no lo he puesto aquí porque quiero esperar que ustedes me cumplan algo, porque yo no quiero que me destruyan ese negocio, brother… ¿Tú crees que voy a hacer negocios con Venezuela otra vez?”. La única respuesta de Canchica a ese interrogante es “no”.

Luego, el hombre de la maleta continúa: “Por más que Venezuela me quiera ayudar, por más que Chávez me quiera ayudar si voy allá ¿viste que esto es verdad? Que esto es una vaina de corrupción, que esto es una vaina del Gobierno, que esto es una cagada”, siguió la crónica del diario El Nacional.

Antonini nunca regresó a Venezuela. Sin embargo, el año pasado confesó que tras el “valijagate”, quedó “en bancarrota”.