Las quejas latinoamericanas en la ONU

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Este martes comenzó la sesión plenaria de la Asamblea General de Naciones Unidas y varios mandatarios latinoamericanos utilizaron ese estrado privilegiado para alertar sobre algunos de los problemas que más les afectan.

 

En primer plano está la crítica de Brasil al espionaje estadounidense, que ya generó un choque diplomático entre los dos países, pero no es el único asunto que interesa a la región.

Repase con BBC Mundo el mensaje que están llevando a Nueva York algunos de los presidentes latinoamericanos.

Brasil

La presidenta de Brasil Dilma Rousseff utilizó el foro privilegiado de Naciones Unidas para reiterar una queja que ya la llevó incluso a cancelar una cita bilateral con su homólogo estadounidense, Barack Obama.

La protesta de la mandataria sudamericana se refiere al espionaje realizado por Estados Unidos contra Brasil, que fue revelado por Edward Snowden, exempleado de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés).

La mandataria brasileña abrió el debate general de jefes de Estado de la organización, como corresponde por tradición a Brasil, y dijo que el espionaje atribuido a Estados Unidos representa una violación de los derechos humanos y un irrespeto a la soberanía nacional.

Rousseff dijo que “los gobiernos y las sociedades amigas, que buscan consolidar una asociación efectivamente estratégica, como es nuestro caso, no pueden permitir que acciones ilegales, recurrentes, ocurran como si fueran normales”.

Aunque el tema del espionaje ocupó el lugar central de su intervención, Rousseff también dedicó unos minutos a hablar de otra queja, una de vieja data: la necesidad de una reforma a los organismos internacionales para que se les dé más peso a los países emergentes, como el suyo.

En particular, Rousseff se refirió al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Consejo de Seguridad de la ONU.

Sobre este último caso, la mandataria dijo que habrá “una derrota colectiva” si no se produce una reforma para 2015, ya que el organismo mantiene una “limitada representación” que no sirve para afrontar los retos del siglo XXI, como la guerra en Siria o el conflicto palestino-israelí.


Colombia

Sorpresivamente, el mandatario colombiano Juan Manuel Santos no centró su discurso en el diferendo limítrofe con Nicaragua, como habían previsto varios medios de comunicación. En cambio, su intervención ante la Asamblea General se enfocó en el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, que se ha convertido en un proyecto vital de su gobierno.

“Es hora de las decisiones”, dijo el colombiano. “Si salimos con las manos vacías, condenaremos a nuestro país a muchos años de sangre y dolor”.

Santos agradeció el apoyo internacional al proceso de paz, dijo que la guerra contra el narcotráfico no se ha ganado y revindicó, en sus palabras, el derecho del país a alcanzar la paz.

En ese sentido, el presidente defendió la idea de que su país necesita soberanía jurídica para poner fin al conflicto. Esto fue analizado por medios colombianos como una petición del mandatario para que la Corte Penal Internacional se mantenga al margen del proceso.

En la antesala de la sesión general, Santos se reunió con su homólogo de Uruguay, José Mujica, quien ofreció el territorio de su país para una eventual negociación de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda mayor guerrilla de Colombia. Santos respondió que discutirá el tema con el ELN.

La prensa colombiana había anticipado que Santos usaría el foro de la ONU para defender la posición de su país frente a Nicaragua.

Santos ha acusado a ese país de ejercer una política expansionista en el Caribe y se quejó de lo que describió como las intenciones de Managua de ampliar su plataforma continental extendida, en detrimento de tratados limítrofes suscritos por Colombia con Costa Rica, Honduras, Jamaica y Panamá.

De hecho, se informó que Colombia, Panamá y Costa Rica firmaron una carta conjunta contra Nicaragua, un país que consideran tiene una actitud expansionista en el Caribe.

Costa Rica

A diferencia de Juan Manuel Santos, la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, sí destacó en su discurso los diferendos con Nicaragua.

Chinchilla dijo que Costa Rica cree en todas las dimensiones del derecho internacional y las practica, pero señaló que esa actitud contrasta con lo que describió como el “irrespeto absoluto del gobierno de Nicaragua a las normas más elementales de la conducta y convivencia entre los Estados”.

La mandataria criticó, entre otras acciones, que Nicaragua “pretende ampliar los límites de su plataforma continental” y “ha amenazado con reclamar como propia una provincia de Costa Rica”.

La agencia de noticias EFE recoge unas declaraciones de Chinchilla posteriores a su discurso, en las que reforzó su argumento y dijo que comparte con Colombia y Panamá “la preocupación por la actitud de Nicaragua, metido más en una carrera armamentística que el mensaje de paz y armonía que necesita nuestra región”.

Argentina

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, hizo una crítica al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como mecanismo que funciona sobre la base de contextos ya superados como el de la Guerra Fría, por lo que pidió su reforma.

“Soy una firme defensora del multilateralismo”, dijo Fernández y solicitó que sea eliminado el derecho de veto y que las decisiones se tomen por consenso.

Puso como ejemplo la falta de una diplomacia efectiva para resolver el conflicto en Siria, donde recordó que 150.000 personas han muerto en más de dos años de guerra civil.

Lamentó a las víctimas de ataques recientes como los de Kenia y Pakistán y dijo que Argentina sabe muy bien del dolor de quienes lo sufren al recordar que su país junto a EE.UU. han sido las únicas dos naciones del continente que han sido blanco de ataques terrorristas.

También criticó a Reino Unido por su poca disposición a dialogar sobre las islas Falklands o Malvinas, país con quien mantiene una disputa territorial en torno al archipiélago del Atlántico Sur.

Venezuela

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, debutará en la Asamblea General de Naciones Unidas pocos días después de que su misión permanente ante la ONU se quejara de que Estados Unidos está, en su opinión, creando barreras logísticas para impedir la visita del mandatario.

El 20 de septiembre, la misión publicó un comunicado en el que asegura que el gobierno de Estados Unidos les negó la visa de entrada a varios miembros de la delegación que participarán en la Asamblea General.

El mismo Maduro había denunciado que EE.UU. negó el paso por el espacio aéreo de Puerto Rico al avión en el que tenía previsto viajar a China en una visita oficial.

La denuncia generó una reacción del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien anunció que propondría a los presidentes del ALBA no acudir a la Asamblea General.

Como reacción, la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Marie Harf, aseguró que Washington había autorizado el paso del avión en el que viajaba Maduro.