Los aliados europeos de la OTAN y los Estados Unidos han condenado a su turno lo que han llamado el inició de la guerra de Rusia en Ucrania. El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg ha declarado que Rusia ya ha invadido a Ucrania y que continúa planeando una irrupción mayor en el país. “Seguimos invitando a Rusia a dar un paso atrás, nunca es tarde para decidir no atacar”. Por su parte la Casa Blanca ha asegurado que el reconocimiento de la independencia de las regiones ucranias de Donetsk y Lugansk supone “el comienzo de una invasión”, utilizando un término que ha supuesto para Washington la línea roja que desencadenaría sanciones sin precedentes. Ha anunciado el envío de tropas a los países bálticos, “aunque sin intensiones de pelear con Rusia”, reza un comunicado.
Cuadro de situación. Pese a las declaraciones de los aliados de la OTAN el conflicto sigue latente. Varios países aliados durante la Guerra Fría a la exURSS temen por una escalada de guerra. El temor creciente es que el conflicto se descontrole en los siguientes días. Hungría ya ha desplazado equipos militares en las zonas de la frontera con Ucrania.
Lo máximo que se ha logrado es aplicar sanciones a magnates y bancos rusos con presencia en Europa. El primer ministro británico Boris Johnson ha anunciado sanciones contra cinco bancos cuyos activos quedarían congelados en el Reino Unido. Lo mismo contra tres oligarcas a quienes se les ha prohibido entrada en suelo británico. Alemania ha aplicado un paquete de sanciones económicas a Rusia, que no parecen molestar al líder ruso Vladimir Putin que se ha mostrado irresoluto ante los anuncios sancionatorios.
Los precios del petróleo
Entretanto los precios del gas y del petróleo se han disparado llegando a cotizarse en más de 100 dólares por las tensiones en Ucrania. En menos de ocho semanas, las transcurridas desde inicios del año, el encarecimiento del Brent – la principal referencia petrolera en Europa – ronda ya un incremento del 26%, hasta máximos históricos de 8 años.
El negocio de la guerra
Ante la interrogante de lo que podría pasar con la economía global de plasmarse una invasión de Rusia en Ucracia, el portal de The New York Times mencionó “Incluso antes de que el Kremlin enviara soldados rusos a los territorios separatistas de Ucrania el lunes, la tensión ya había causado estragos. La promesa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de aplicar sanciones punitivas como respuesta y la posible venganza de Rusia ya habían provocado una disminución de los rendimientos en el mercado de valores y un aumento de los precios de la gasolina.
Un ataque abierto por parte de las tropas rusas podría provocar repuntes vertiginosos en los precios de los energéticos y de los alimentos, además de impulsar los temores inflacionistas y asustar a los inversionistas, una combinación que amenaza la inversión y el crecimiento de las economías de todo el mundo”.