En un artículo de Roberto Bissio, Agenda Global ha publicado los nuevos Objetivos de Desarrollo del Milenio, ahora Objetivos de Desarrollo Sostenible, que serán propuestos por el Grupo de Trabajo Abierto para los Objetivos de Desarrollo Sostenible a la Asamblea General de las Naciones Unidas que se realizará el próximo año en Nueva York.
Son objetivos generales y radicales. Por ejemplo, se plantea eliminar la pobreza en todas sus formas y en todas partes. (Objetivo 1.) Nada menos. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y una mejor nutrición y promover la agricultura sostenible. (Objetivo 2.)
Los diecisiete Objetivos se concretan en ciento cincuenta metas al 2020 y 2030.
La extrema pobreza es definida como la de aquellos que viven con menos de 1.25 dólares al día.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible unifican dos secuencias: la que condujo desde el Club de Roma en los años setenta a la Cumbre de la Tierra, la aprobación del concepto de desarrollo sostenible y a la firma del Protocolo de Kioto, en Río de Janeiro en 1992. Y la que llevó desde la Cumbre Social de Copenhague en 1995 a la Cumbre del Milenio en el 2000. A partir de 2015, ambas secuencias se unificarán para emprender la hoja de ruta que la humanidad deberá seguir en el resto del siglo teniendo como primeros hitos el 2020 y el 2030.
El año pasado, un grupo de expertos de la antigua revista científica internacionalNature (www.nature.com) que se publica en el Reino Unido, liderados por David Griggs, planteó la necesidad de vincular la erradicación de la pobreza con la protección de la biósfera puesto que erradicar la pobreza dejaría de tener sentido en un planeta destruido.
Los autores identifican los límites planetarios: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la interferencia con el nitrógeno y los ciclos de fosfato, la disminución del ozono estratosférico, la acidificación de los océanos, el uso del agua dulce global, los cambios en el uso del suelo, la contaminación química y la carga atmosférica de aerosol. Si se traspasa estos límites cualquier cambio económico o social, cualquier objetivo o meta, deja de tener sentido.
La acción de los humanos está produciendo un cambio ambiental de tal magnitud que nos ha empujado hacia una nueva era geológica: el antroproceso.
A partir de esta observación, los autores proponen el paradigma de los tres pilares del desarrollo sostenible (económico, social y ambiental) sobre el que se fundaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio y reemplazarlo por el concepto de Sistema Tierra.
El desarrollo sustentable debe ser definido no solo como el que satisface las necesidades del presente sin comprometer los recursos que necesitarán las generaciones futuras, sino como aquél que satisface las necesidades del presente a la vez que salvaguarda el sistema Tierra.
Las organizaciones de la sociedad civil lideradas por los ambientalistas, las feministas, las organizaciones sindicalistas y las que promueven los derechos de los niños y adolescentes, cuestionan el sistema de la globalización neoliberal.
Los organismos financieros internacionales sostienen que la libertad de comercio creará las condiciones para la superación de la pobreza. Promueven los programas neoliberales que afirman la desigualdad y causan la pobreza, mientras critican la desigualdad. Es la posición de los Estados Unidos y los países capitalistas de Europa.
La República Popular China y el Grupo de los 77, donde está la mayoría de los países pobres, enfatiza los temas económicos y los problemas que causa el pago de la deuda externa, los fondos buitre y las acciones negativas de las corporaciones empresariales, a la vez que critican la desigualdad e injusticia en los intercambios que promueve la Organización Mundial del Comercio.
No aparece posibilidad de que la sustitución del Protocolo de Kioto por un nuevo compromiso mundial salga de su impasse. Si la Conferencia de París no logra reemplazar el Protocolo de Kioto, la de Nueva York perderá sentido práctico y quedará solo como un ejercicio de retórica.