Lula levantó dos banderas, la paz para Ucrania y Mercosur

France 24
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Lula, gestiones de paz
Foto: AP

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, puso de manifiesto este miércoles en Madrid sus discrepancias con la Unión Europea (UE) sobre cómo acabar con la guerra en Ucrania, pero mostró sintonía con Pedro Sánchez para concluir el acuerdo con Mercosur.

Lula, quien ha recibido críticas de occidentales por considerar tibia su posición hacia Moscú, insistió este miércoles en Madrid en que Rusia y Ucrania tienen que negociar la paz y que no “sirve de nada decir quién tiene razón” en la guerra que libran.

“Nadie puede tener duda de que los brasileños condenamos la violación territorial de Rusia contra Ucrania. El error sucedió, la guerra empezó”, dijo Lula, quien recientemente visitó Portugal.

La declaración se dio en una conferencia de prensa, junto al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, durante su visita de dos días a España.

Además afirmó que “no hay nadie que diga paz, salvo yo, que grito paz como si estuviera solo en el desierto”.

También, cuando le preguntaron a quién pertenecen las regiones anexionadas por Rusia de Crimea y el Donbás, Lula respondió que no le tocaba a él decidirlo.

“No me corresponde a mí decidir de quién es Crimea (…) Quienes va a discutir eso son los rusos y los ucranianos”, afirmó Lula, que había sugerido recientemente que Kiev renunciara a este territorio para facilitar la paz, irritando a los ucranianos.

Sánchez, por su parte, pidió tener presente que el conflicto arrancó con la invasión rusa, en febrero de 2022.

“En esta guerra, hay un agresor y hay un agredido: el agresor es [el presidente ruso, Vladimir] Putin y el agredido, en este caso, es un pueblo que lo único que hace es luchar por la integridad territorial, por su soberanía nacional y por su libertad”, afirmó Sánchez.

Lula, quien pretende devolverle el protagonismo internacional a Brasil luego del gobierno de Bolsonaro, tiene como foco estratégico ser mediador de la paz en Ucrania, sobre todo luego de mantener hace diez días una reunión con el presidente chino, Xi Jinping.

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Previamente había declarado que las responsabilidades de la guerra desencadenada por la invasión rusa de Ucrania eran compartidas. Por lo que Estados Unidos no tardó en acusarle de “hacerse eco de la propaganda rusa y china”, al tiempo que Ucrania le animó a visitar el país para comprender “las causas reales y la esencia” de la guerra.

Oportunidad para el acuerdo UE-Mercosur

Madrid y Brasilia esperan aprovechar que ostentarán en 2023 las presidencias de la UE y el Mercosur, respectivamente, para cerrar de una vez el acuerdo comercial entre ambos bloques, paralizado desde 2019 por resistencias de algunos países europeos.

“Como saben, Brasil va a presidir el Mercosur en el segundo semestre de este año, coincidiendo con la presidencia española del Consejo de la Unión Europea”, recordó Sánchez.

“Esta coincidencia de ambas presidencias creo que supone una extraordinaria oportunidad para tratar de materializar nuestro acercamiento”, añadió el líder español, recordando que España “mantiene una apuesta firme para avanzar en la ratificación de este importante acuerdo comercial”.

Con la presidencia española de la UE, que arranca el 1 de julio, “podemos tener la posibilidad de cerrar este acuerdo”, añadió.

“Alguien tiene que cerrarlo”, sentenció Lula, a quien el rey Felipe VI ofreció un almuerzo de honor en el palacio de la Zarzuela.

Los antecedentes y las dudas 

En 2019 se alcanzó un acuerdo entre la UE y Mercosur tras más de 20 años de difíciles negociaciones. Sin embargo, no se ratificó, en parte debido a la preocupación en Europa por las políticas medioambientales del expresidente brasileño ultraderechista Jair Bolsonaro.

El tono ha cambiado con la vuelta al poder del izquierdista de Lula y, a principios de este año, el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, dijo que la UE esperaba firmar el acuerdo durante 2023.

Sin embargo, varios países europeos, principalmente Francia, siguen siendo reacios, y el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió a finales de febrero que el acuerdo “no sería posible” si los países del Mercosur no respetaban las mismas limitaciones medioambientales que los europeos.

Los agricultores europeos temen que entren en el mercado más productos agrícolas sudamericanos, y alegan que tienen normas de producción menos estrictas. Por ejemplo, a diferencia de la UE, Brasil no ha prohibido los antibióticos promotores del crecimiento en las raciones animales.