Más de 40.000 migrantes han desaparecido en el mundo desde 2014

El País
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Crisis migratoria

Más de 40.000 personas han muerto o desaparecido desde 2014 en las distintas rutas migratorias alrededor del mundo, recordó este lunes el proyecto Missing Migrants (Migrantes Desaparecidos), gestionado a través de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). Solo en los meses transcurridos de 2021, la organización lleva documentadas 2.727 muertes de migrantes, de las que casi la mitad, 1.311, sucedieron en el Mediterráneo. Le sigue por número de víctimas la ruta migratoria que atraviesa la frontera de México con Estados Unidos, con 298 fallecidos.

En un comunicado difundido en redes sociales con motivo del Día internacional de las personas desaparecidas, este programa dependiente de la ONU advirtió de que las preguntas de miles de familias han quedado sin respuesta y sin medios para conocer el destino de sus seres queridos, a los que les ha sido arrebatado hasta el derecho a una tumba.

“Familias que se han quedado sin noticias, luchando por hallar unas respuestas que quizás no lleguen a recibir”, destacó el programa.

Miles de esos migrantes murieron al naufragar botes precarios fletados por mafias transregionales dedicadas al lucrativo contrabando de personas cuyo rastro pudo ser trazado hasta que se hundieron en las aguas, pero otros miles más de estos fallecidos perdieron la vida en “embarcaciones fantasma” imposibles de seguir, según el programa.

El pasado viernes, una mujer y cuatro hombres murieron ahogados al naufragar frente a la costa de Libia el bote neumático precario fletado por mafias locales con el que pretendían alcanzar la isla italiana de Lampedusa, en el último naufragio mortal del que se tiene noticia en la llamada ruta del Mediterráneo Central, considerada una de las más mortíferas del mundo.

Según la controvertida Guardia Costera libia, cuya financiación y supuestos vínculos con las mafias locales denuncian organizaciones internacionales no gubernamentales, otros 30 migrantes fueron interceptados y retornados a puerto pese a que Libia está considerada “un país no seguro”.

Una semana antes, al menos 17 personas murieron ahogadas al hundirse otro bote neumático frente a la ciudad costera de Zawara, próxima a la frontera con Túnez y uno de los principales centros de operaciones de las milicias armadas locales dedicadas al contrabando, principalmente de personas, pero también de armas, alimentos, combustibles y otros productos.

Más de 22.000 personas han sido interceptadas este año en la ruta migratoria del Mediterráneo Central cuando trataban de viajar de forma irregular a Europa en embarcaciones precarias fletadas por mafias que se lucran en Túnez y el oeste de Libia.

Alrededor de un millar más han perdido la vida o desaparecido en el mar en distintos naufragios, el más grave de ellos ocurrido el pasado mes de abril, cuando 130 personas que pedían auxilio murieron ahogadas frente a la costa de Libia.

Solo este mes de agosto han perecido un centenar de personas en tres naufragios frente a Libia, país sumido en el caos y la guerra civil desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los heterogéneos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.

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