Obama podrá ejecutar ataques cibernéticos

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El presidente Barack Obama contará con la autoridad para ordenar un ataque cibernético de carácter preventivo en el caso de que Estados Unidos detecte una posible amenaza desde el extranjero. Fuentes oficiales consultadas por varios medios estadounidenses aseguran que la Administración quiere tomar medidas ante el creciente número de ataques sufridos por las redes informáticas del país.

El diario Financial Times adelantó también que Obama podría aprobar una orden ejecutiva para asumir nuevas competencias en materia de seguridad cibernética en los próximos días. Según The New York Times, el Gobierno de Obama ha estudiado recientemente el uso del arsenal informático del que dispone y su conclusión es que el presidente puede asumir esa competencia en caso de un ataque informático.

Obama ha trabajado durante los últimos meses en un modelo de legislación que hubiera aprobado tanto estos poderes como un marco de estándares de seguridad para proteger las infraestructuras del país así como su respuesta en el caso de sufrir un ataque cibernético. El proyecto de ley respaldado por la Casa Blanca chocó sin embargo con la oposición en el Congreso, por lo que el presidente podría apostar por una orden ejecutiva que amplíe sus competencias.

El gesto de Obama coincidiría con informaciones recientes sobre ataques por parte de piratas informáticos chinos a varios medios de comunicación estadounidenses -The New York Times, The Washington Post y The Wall Street Journal- así como a otras empresas e infraestructuras del país. El secretario de Defensa, Leon Panetta, advirtió el pasado otoño que “el próximo Pearl Harbor” podría consistir en un ataque cibernético que hiciera “descarrilar trenes de pasajeros o trenes cargados con elementos químicos letales” y que existen “casos en los que los intrusos han conseguido acceder a los sistemas de control” de diversas infraestructuras de EE UU. El Gobierno de Obama defiende que cualquiera de estos ataques sería tratado como un “acto de guerra”.

Según The New York Times, el Pentágono ya ha creado un nuevo mando cibernético y será de los pocos sectores que aumente su presupuesto dentro del Ejército. La legislación actual establece que EE UU sólo puede llevar a cabo misiones anti terroristas en aquellos países donde esté inmerso en una guerra, pero las nuevas normas permitirían que las agencias de espionaje accedan a redes informáticas extranjeras con el objetivo de detectar posibles ataques dirigidos hacia EE UU o introducir virus informáticos en sus sistemas para impedir su funcionamiento. “Las nuevas reglas serán altamente secretas, igual que se han mantenido los ataques con ‘drones’ hasta ahora”, asegura el Times.

Hasta la fecha, sólo se conoce una ocasión en la que EE UU ha recurrido a la informática para llevar a cabo una ofensiva contra otra nación, Irán, centrándose exclusivamente en la infraestructura de sus plantas de enriquecimiento de uranio. El proyecto, heredado de la Administración Bush, logró bloquear el funcionamiento de programa nuclear al introducir un virus informático en sus sistemas, lo que demostró que “la infraestructura de un país se puede destruir sin necesidad de bombardearla ni enviar tropas”, afirma el Times.

Los expertos aseguran que la guerra cibernética podría causar graves daños al atacar objetivos como el sistema financiero de EE UU o sus redes de transportes. La orden ejecutiva del presidente Obama, adelanta también Financial Times, quiere responder a esta amenaza estableciendo la cooperación y el intercambio de información entre el gobierno y el sector privado, así como un conjunto de estándares de seguridad para proteger las diferentes industrias del país.

Según asegura el diario tras acceder al borrador de la orden ejecutiva, ésta se centra en prevenir intromisiones en los sistemas que gestionan la red energética, los servicios financieros, empresas químicas o el suministro de agua a las ciudades. La Administración Obama ha defendido públicamente que la respuesta de EE UU a la ciberguerra debe centrarse tanto en la prevención de los ataques como en fortalecer sus sistemas informáticos para reducir sus posibles consecuencias. Sin embargo, fuentes consultadas por el Times advierten que este tipo de ataques no son siempre atribuibles directamente a un país o su gobierno, sino que pueden corresponder a grupos terroristas, por lo que su respuesta solo debería ser autorizada por el presidente del Gobierno y comandante en jefe de las tropas.

La nueva regulación se enfrenta además a dudas sobre la implicación del Pentágono en estos ataques y en su réplica a las intromisiones de otros países en sistemas informáticos de EE UU. Según adelanta el Times, la Casa Blanca establecerá que la respuesta corresponde al Departamento de Seguridad Nacional, si el asalto se ha producido dentro de territorio estadounidense, y que el Pentágono sólo se verá involucrado si así lo establece una orden presidencial.